El PSOE gallego ahonda su laberinto de escándalos, enfrentamientos y renuncias en plazas clave para las municipales
La dimisión de concejales en las ciudades donde gobierna, la guerra abierta en el grupo parlamentario autonómico y la indecisión de su secretario general abruman a los socialistas gallegos a cuatro meses de las elecciones.
A Coruña-Actualizado a
A menos de cuatro meses para los comicios municipales y autonómicos y en un año que se presenta electoralmente convulso, el Partido dos Socialistas de Galicia (PSdeG-PSOE) se ha ido metiendo poco a poco en un jardín de esos en forma de laberinto vegetal, por el que los niños y los enamorados corretean divertidos al atardecer hasta que se dan cuenta de que se les ha hecho de noche, no encuentran la salida y entonces se angustian.
El PSdeG manda ahora en 111 de los 313 ayuntamientos de Galicia, incluidos cinco de los siete grandes -A Coruña, Ferrol, Santiago, Lugo y Vigo-, y en tres de las cuatro diputaciones provinciales. Son menos que los que tiene el PP -147-, pero en ellos habita más del 55% de la población gallega. Las encuestas auguran una sensible pérdida de votos en beneficio principalmente del BNG de Ana Pontón, que desde 2020 ya es la segunda fuerza en el Parlamento de Galicia tras el PP. La caída y el trasvase de apoyos, según los sondeos, se repetiría en las elecciones generales de otoño -en las que la diferencia entre un Gobierno de PSOE y Unidas Podemos u otro de PP y Vox se podría medir en unos pocos escaños-, y en las autonómicas previstas para 2024.
En la desafección que padece el PSOE gallego influyen el enfrentamiento interno que ha partido en dos al grupo parlamentario autonómico entre partidarios y desafectos al nuevo secretario xeral, Valentín González Formoso, y a su antecesor, Gonzalo Caballero. González Formoso lleva en el cargo algo más de un año y todavía no ha desvelado si quiere ser el candidato a la presidencia de la Xunta, si prefiere intentar repetir como alcalde de As Pontes y presidente de la Deputación de A Coruña, o si asumirá ambos retos a la vez. Caballero sí ha insinuado que estudia enfrentarse de nuevo a él en las primarias de las autonómicas.
Al margen de Pontevedra, donde el alcalde de Vigo y tío del segundo, Abel Caballero, se permite funcionar como un verso libre presumiendo de gestión luminosa y de amplias mayorías absolutas, la militancia del PSdeG aguarda entre atónica y expectante, y observa cómo el goteo de pequeños escándalos a nivel municipal, unidos a las renuncias de ediles con importantes competencias e incluso alcaldes en algunas ciudades y villas clave, ponen en riesgo la posibilidad de que los socialistas mantengan su poder provincial a partir de mayo, ayuden a sostener el Gobierno de Pedro Sánchez en las generales, y asalten el autonómico cuando Alfonso Rueda convoque elecciones a la Xunta.
"Es una imprudencia mantener esta situación", alerta un militante socialista no adscrito a ninguna de las dos facciones
"Es una imprudencia mantener esta situación", alerta un militante socialista que no pertenece a ninguna de las dos facciones pero que advierte contra "el desencanto" que a su juicio están sembrando en los militantes y los votantes socialistas "la desunión, la falta de liderazgo y la constatación de que las diferencias empeoran e impiden que los mismos compañeros de partido puedan compartir proyecto".
El pasado martes, la segunda teniente de alcalde de Ferrol, María Teresa Deus, responsable de una macroconcejalía con amplias competencias en el área económica, de empleo, recursos humanos, turismo y urbanismo, dejó su cargo en un contexto de discrepancias con el alcalde, Ángel Mato. Al día siguiente abandonó el suyo el jefe de Deportes del Ayuntamiento de A Coruña, siguiendo a otros miembros del equipo de Mónica Martínez, la exconcejala de Ciudadanos fichada a media legislatura por la alcaldesa, Inés Rey, y cuyo nombramiento como concejala del equipo de Gobierno anularon hace poco los tribunales.
La semana pasada, un juez de Vigo ordenó sentar en el banquillo al regidor de Baiona, Carlos Gómez, por prevaricar y falsear documentos para quitarse a sí mismo varias multas de aparcamiento. A mediados de mes, el concejal de Parques y Jardines de Santiago, José Manuel Pichel, tuvo que dimitir después de que se supiera que su departamento había alquilado un inmueble a una empresa vinculada a él y a otros altos cargos del PSOE y de la UGT próximos también a González Formoso, una firma que además adeuda más de 170.000 euros al Ayuntamiento compostelano. Sólo dos meses antes, en noviembre de 2022, al alcalde, Xosé Sánchez Bugallo también le había dimitido su concejal de Obras, Javier Fernández, quien no aceptó el cambio de funciones que le había encomendado.
En A Coruña, el Gobierno de Inés Rey y de su mano derecha, José Manuel Lage Tuñas, a su vez número dos y secretario de Organización en la ejecutiva de González Formoso, también ha ido sufriendo bajas. Primero fue la concejala de Empleo y secretaria local de A Coruña, Eva Martínez Acón, que había apoyado a Caballero en las primarias y a las que la alcaldesa despidió agriamente en noviembre de 2020, con su entorno acusándola de absentismo y de no ganarse el sueldo.
Hace menos de un año, el 8 de marzo de 2022, se fue el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, exdiputado autonómico y exaspirante a secretario xeral, enfrentado también con el equipo de la alcaldesa y su teniente de alcalde. Sólo dos días después, otra edila caballerista, Esther Fontán, concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad, ingresó en urgencias en un hospital de la ciudad por un ataque de ansiedad tras una tensa reunión en la que, según la prensa local, Inés Rey y Lage Tuñas les "abroncaron" y "agredieron verbalmente" a ella y a Martínez Acón.
En octubre pasado, como recogió Público, se supo que un asesor de González Formoso en la Deputación de A Coruña había pagado a varias redes sociales para difundir noticias de su periódico local que promocionaban a Vox y al BNG y perjudicaban a Caballero. Los partidarios de éste también acusan al secretario de Organización de estar detrás algunas decisiones polémicas, como despedir a personal del grupo parlamentario y abrir expediente y pedir a la dirección estatal la expulsión del diputado caballerista Martín Seco, alegando una supuesta afrenta en una intervención parlamentaria de la que la mayoría de sus compañeros no creen que pueda deducirse tal extremo. Ferraz todavía no se ha pronunciado, pero Seco sí ha advertido de que recurrirá a la justicia ordinaria si le expulsan o si le sancionan de cualquier modo.
Suspendidas las primarias en Ourense
Los afines a Caballero afirman que Lage Tuñas también es el responsable de la decisión de suspender las primarias socialistas para elegir candidato a la Alcaldía de Ourense y designar a Francisco Rodríguez, que ya fue alcalde de la ciudad entre 2007 y 2012.y que fue primero condenado a siete años de inhabilitación y luego absuelto por varias adjudicaciones ilegales durante su mandato.
Con el nombramiento a dedo de Rodríguez, que según un alto cargo socialista aún está imputado en varias causas por prevaricación, Lage Tuñas y González Formoso se deshicieron del actual portavoz municipal, Rafael Rodríguez Villarino, quien había ganado las elecciones municipales en 2019 pero que no pudo gobernar por el pacto entre el actual regidor, Gonzalo Pérez Jácome, y el PP de Alberto Núñez Feijóo y del presidente de la Deputación de Ourense, Manuel Baltar.
Precisamente, Baltar contrató hace diez años sin concurso público a la empresa de Lage Tuñas, Mapa Global Consulting, para que asesorara a la Deputación en materia de "transparencia y buen gobierno" a cambio de unos honorarios de 21.500 euros más IVA. "Dudo que [Lage] sea tan torpe como para haber pactado [con Baltar] poner a un candidato sin opciones a la Alcaldía para evitar así que el PP pierda la Deputación, aunque de cara al exterior sí puede dar esa impresión", asegura otro militante socialista conocedor del caso. Lo cierto es que desde la llegada de la nueva dirección, el grupo parlamentario prácticamente no tramita iniciativa alguna que sea crítica con la polémica gestión de Baltar.
Público intentó sin éxito obtener una opinión del entorno de Lage Tuñas. Fuentes de la directiva de González Formoso niegan las acusaciones relatadas aunque reconocen que el exalcalde es un candidato "con pocas posibilidades" de acabar con el tándem Jácome-Baltar, y recuerdan que las imágenes de telediario en las que la policía se lo lleva esposado de su domicilio y las informaciones que afirmaban que en su casa se hallaron documentos en los que figuraban los nombres y vínculos familiares de las personas a las que habría enchufado "pueden ser una losa" para las expectativas de los socialistas ourensanos en las municipales.
Preguntado por la fuga de concejales, González Formoso evitó este jueves meterse en más jardines y podó cuidadosamente su discurso, destacando que no le preocupa y asegurando que la ciudadanía gallega "sabe distinguir perfectamente lo importante de lo anecdótico, [sabe] quién tiene compromiso y altura de miras y quién prioriza el interés de sus vecinos y vecinas por encima de las siglas partidistas". "Esa forma de pensar que se identifica con la sociedad gallega, claramente tiene las siglas y el nombre del Partido Socialista de Galicia", añadió.
En la rueda de prensa en la que hizo esas declaraciones González Formoso también eludió confirmar si finalmente va a ser candidato a la presidencia de la Xunta, o si se centrará en repetir como alcalde de As Pontes y presidente provincial en A Coruña. "Pronto se sabrá", se limitó a decir.
En el trasfondo de esa sensación de indecisión que transmite desde hace meses el secretario xeral está la sombra de otro de sus antecesores, el lucense José Ramón Gómez Besteiro, quien lideró el partido entre 2013 y 2016 y quien dimitió tras ser imputado en varias causas por corrupción que acaban de ser archivadas al no hallarse indicios de veracidad en las acusaciones que recaían sobre él. El propio Lage Tuñas puso en un aprieto a González Formoso a finales de diciembre pasado, cuando, tras conocer la desimputación de Besteiro, insinuó que éste podría ser el candidato a la Xunta y hasta lo comparó con Messi sobre el césped. El aludido no respondió, lo que da a entender que no está dispuesto a asumir ese papel.
"Besteiro sería un gran candidato, pero dar por hecho que aceptaría sin haberlo acordado antes con él es una insensatez", señala otra fuente cercana al PSOE, que define a Lage como "un tipo inteligente pero al que las cuestiones orgánicas le vienen grandes".
"Apatía"
En Lugo la dirección socialista está al mando de José Tomé, alcalde de Monforte y presidente de la Deputación, quien se alió en las primarias con González Formoso. En su provincia también existen problemas en algunas de las villas donde gobierna su partido, según varias fuentes que aluden a la "apatía" de la gestión de la alcaldesa de la capital, Lara Méndez, y de los regidores socialistas de otras localidades. También recuerdan que el mes pasado el alcalde de Burela, Alfredo Llano, anunció que abandonaba la política sin que exista un recambio visible con garantías de repetir su mayoría absoluta, la más abultada del PSOE en la provincia.
Hace una semana, Tomé sufrió un accidente en el que su vehículo fue declarado en siniestro total. Según las fuentes consultadas para este artículo, volvía de Chantada, otra de las villas que de la provincia que pueden resultar clave para que el PSOE mantenga la Deputación lucense, y donde al parecer también está costando encontrar candidato y armar listas. Y no es que Tomé se metiera en el laberíntico y metafórico jardín, pero la licencia literaria, si se permite, aún se mantiene. Su coche, que conducía solo, atravesaba un bosque y se salió de la vía tras impactar con un jabalí.
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