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Investigación al rey Juan Carlos El rastro de las supuestas comisiones cobradas por Juan Carlos I: los 188 millones que trajo el viento del desierto  

La Fiscalía del Supremo investigará al rey emérito por posibles delitos de fraude fiscal y blanqueo, asociados a supuestos cobros vinculados a Arabia Saudí. En 'Público' hemos seguido el rastro de ese dinero, 188 millones de dólares como mínimo, desde Arabia Saudí hasta Corinna Larsen.

Corinna, la película
Anticorrupción pide a Suiza información sobre la donación millonaria que Juan Carlos I recibió de Arabia Saudí. La Fiscalía del país helvético investiga la cesión de 100 millones de dólares por parte del entorno del entonces rey saudí, Abdullah bin Adbul Aziz Al Saud. A su vez, el rey emérito español habría transferido parte de ese dinero a la aristócrata Corinna Larsen, con quien aparece en la imagen..

En 2004 se lanzó en Arabia Saudí un megaprograma de inversiones públicas a 20 años con un presupuesto astronómico inicial de 267.000 millones de dólares, destinado a reforzar las infraestructuras del país (agua, telecomunicaciones, energía y electrificación y transporte urbano e interurbano, entre otras). En el marco de dicho programa se licitaron grandes proyectos como el Metro de Riad y el AVE a La Meca, en los que las empresas españolas eran candidatas obligadas dada su experiencia en este tipo de infraestructuras. 

Tras el lanzamiento de estos programas, florecieron los consultores que se presentaron a las empresas españolas interesadas en participar, con el ofrecimiento de acompañarlas durante los procesos de licitación y, en su caso, ejecución, aportando su conocimiento y experiencia en el país en proyectos similares. [El consultor no debe confundirse con "conseguidor"; en la mayoría de las ocasiones, la primera es una figura muy necesaria para poder competir con garantías en un concurso internacional y llevar a buen puerto una obra en un país extraño].

Dos de estas "consultoras" que se ofrecieron a empresas españolas tenían como caras visibles sendos rostros muy reconocidos internacionalmente: por un lado, Corinna Larsen (antes Corinna zu Sayn-Wittgenstein), la examiga del rey emérito y ahora confidente de Villarejo y sus amigos; por otro, Shahpari Zanganeh, la tercera mujer del ya fallecido traficante de armas y amigo del rey emérito Adnan Khashoggi, que se presenta a sí misma como project developer (desarrolladora de proyectos, en castellano). En el caso de esta última, se han localizado facturas a Iberdrola que permiten deducir que, ya desde 2004, se ofrecía a mantener informadas a las empresas de los avances en los programas y nuevas licitaciones a cambio de una módica cantidad mensual.

En paralelo al programa mencionado de inversiones públicas, Arabia Saudí buscaba atraer inversión extranjera para diversificar su economía y abrirse a los mercados mundiales. Para ello, en abril de 2000 creó el Saudi Arabian General Investment Authority (SAGIA) e impulsó el programa "10 x 10" para el periodo 2005-2010. Al amparo del SAGIA, y aprovechando una visita oficial de los entonces reyes Juan Carlos y Sofía a Arabia Saudí, acompañados de los entonces ministros de Exteriores e Industria Miguel Ángel Moratinos y José Montilla, respectivamente, se impulsó un fondo privado en el que participarían empresas españolas y saudíes para invertir en proyectos de infraestructuras conjuntamente.

21 millones  españoles, evaporados 

Tal y como relata la periodista Ana Romero en su libro Final de Partida (2015), es en ese viaje oficial de los reyes a Arabia Saudí realizado del 8 al 10 de abril de 2006, y en el que participan Corinna Larsen y Shahpari Zanganeh, durante el cual se gesta el Saudi Spanish Infraestructure Authority (SSIF) o Fondo Hispano-Saudí de Infraestructuras, cuya firma pública tiene lugar en junio de 2007 en Madrid, en presencia del entonces rey Abdulá, y cuya constitución formal se produce en diciembre de ese mismo año.

Se trataba de un teórico vehículo de inversión privado a constituir por empresas españolas y saudíes que nació con una dotación inicial de 5.000 millones de euros, aunque al momento de la firma del acuerdo la dotación ya se había rebajado a 1.000 millones, y acabaría siendo finalmente de 21 millones de dólares. Su objetivo era promover todo tipo de proyectos de infraestructuras en Arabia Saudí y otros países de Oriente Próximo y Norte de África bajo influencia saudí.

Todo quedó en nada, salvo para las empresas contratadas para gestionar el fondo desde el punto de vista administrativo y técnico, que fueron las que se quedaron en concepto de honorarios de gestión (management fees) con los 21 millones de dólares que pusieron 14 empresas españolas (ver imagen), a cambio aparentemente de nada, ya que no se invirtió en ningún proyecto y las empresas árabes no aportaron al final.

Compañías españolas participantes en el fondo hispano-saudí en 2007. /Elaboración propia
Compañías españolas participantes en el fondo hispano-saudí en 2007. /Elaboración propia

Así las cosas, el dinero aportado por las empresas españolas se desaguó en "honorarios de gestión" de la administradora inglesa de fondos Cheney Capital y de otra firma, Energy & Infraestructure GP Limited, que prestaba al fondo "asesoramiento técnico" para identificar y "estudiar" proyectos. No pocos vincularon a estas dos empresas con Corinna Larsen, como señala también Ana Romero en su libro. El fondo, muerto casi de inicio, se liquidó en 2010. Ninguna empresa española reclamó su dinero de vuelta.

Acerca del destino del dinero aportado y del sentir de alguna empresa contribuyente, es ilustrativo el correo que en febrero de 2009 el director de negocio de Caja Madrid envía disgustado al entonces presidente de la Caja,  Miguel Blesa, resumiéndole lo hablado con la Secretaría de Estado sobre el fondo hispano-saudí: "Los gestores del fondo solo se dedican a cobrar, pero no hay proyectos, ni hay transparencia".

El fondo ocupa una parte de la supuestamente espontánea conversación de José Manuel Villarejo con Corinna Larsen y el expresidente de Telefónica Juan Villalonga (cuya mujer fue fotógrafa de Larsen) que tiene lugar a mediados de 2015 y que el primero graba diligentemente. La examiga del rey emérito insiste en que la idea del fondo no partió de ella, sino de Moratinos. Ella afirma estar trabajando en el "proyecto de un tren" (train project), pero que no era el AVE, (probablemente se trate del Metro de Riad, del que tres líneas se adjudicaron en agosto de 2012 al grupo liderado por FCC), y que ya que estaba allí, le pidieron que se encargase del "set up" (puesta en marcha).

Juan Villalonga: ¿Se puede quedar con la de la contraoferta?
José Manuel Villarejo: Síiiii.
J.V.: Lee la calle.
J.M.V.: Léelo.
Corinna Larsen: Yeah, I read it. It is interesting, because what is saying is the Saudi Spanish Infraestructures Fund was my idea. But I said to reflot spanish companies should run properly and, in reality, this fund was leveraged by the two goverments. It is Moratinos who come up with the idea. Not me. Moratinos came up with this idea on a state visit. [Traducción: "Sí, lo leo. Es interesante porque lo que dice es que el fondo era idea mía. Pero dije que reflotar a las empresas españolas debería funcionar correctamente y, en realidad, este fondo fue apalancado por los dos gobiernos. Es a Moratinos a quien se le ocurre la idea. No a mí. A Moratinos se le ocurre en una visita de Estado"].
J.M.V.: Síii.
C.L.: None of us knew. We were trying to get a project . A train project, not this one. And instead they said to me "find the way to set it up". They are trying to get the look that I set up everything. [Traducción: "Ninguno de nosotros lo sabía. Intentábamos conseguir un proyecto. Un proyecto ferroviario, no este. Y, en cambio, me dijeron: 'Encuentra la manera de ponerlo en marcha'. Están intentando dar la impresión de que yo lo organicé todo"].

Los 100 millones ingresados por la misteriosa Fundación Lucum, ¿para el Ave a La Meca o para la Copa América?

De acuerdo con lo divulgado por el equipo legal y el entorno de Corinna Larsen a distintos medios españoles y extranjeros, la fundación panameña Lucum, cuyo primer beneficiario identifican (sin mostrar soporte documental) con el rey emérito, recibe el 8 de agosto de 2008 en su cuenta del banco suizo Mirabaud la enorme cantidad de 100 millones de dólares (64,8 millones de euros al cambio de dicha fecha) en concepto de "donación de la Casa Real Saudí", que en dicho mes y año encabezaba el fallecido rey Abdalá bin Abdulaziz al-Saud.

Cuatro años más tarde, en junio de 2012, la cuenta suiza y la Fundación Lucum se liquidan tras transferir el remanente (65 millones de dolares o 46 millones de euros) a otra cuenta de un banco de Bahamas, pero de la que es titular la también panameña Solare Investors Corporation y beneficiaria Corinna Larsen. Los abogados de Larsen han insistido en que estos millones recibidos de la Fundación Lucum en junio de 2012 son una donación del rey.

Varios medios han intentado vincular estos 100 millones de dólares procedentes de la Casa Real saudí con supuestas comisiones que el rey emérito habría devengado por sus gestiones para la adjudicación del AVE, pero ni las fechas ni las cantidades coinciden, a priori, con este millonario cobro de agosto de 2008: el contrato del AVE no se adjudica hasta octubre de 2011 y las "comisiones" de las que se habla son del orden de 90 millones de euros (y, además, a medias con Shahpari Zanganeh). Es más coherente que dicha cantidad tenga que ver con el patrocinio que el rey emérito pide para para un segundo velero español con el que participar en la Copa América, un proyecto que impulsaba su yerno Iñaki Urdangarin y que también desvela Ana Romero en su libro. Romero cifra la cantidad de ese patrocinio en 100-115 millones de dólares, y apunta precisamente al mes de agosto de 2008.

Así como Corinna Larsen reconoce su participación en la puesta en marcha del fondo hispano-saudí, en el caso de la operación del AVE la examiga del rey atribuye todo el trabajo y el cobro de honorarios a Shahpari Zanganeh, si bien en sus conversaciones con Villarejo afirma que el rey quería que ésta le cediese la mitad de los honorarios, cosa que la iraní niega tajantemente.

Juan Villalonga: La mujer de Khashoggi [Shahpari Zanganeh] fue la que firmó el contrato con OHL, ¿no?
Corinna Larsen: Sí. Para el tren.
J.V.: Para la comisión del tren de Alta Velocidad en Arabia Saudí.
C.L.: Es ella la que ha cobrado. OHL ha obligado a todas la sociedades españolas a pagarle a ella.
J.V.: Y ella se lo daba al...
C.L.: Sí. Y después Villar-Mir ha escrito por email al rey. [Se corrige mientras habla]. El rey me escribió por email que Villar-Mir ha sido [SIC] en su oficina diciéndole [Villar-Mir al rey emérito]: "Oye, voy a ver si Zanganeh te paga una mitad de su comisión".

Precisamente El Confidencial publica este martes que Zanganeh cobró menos de la mitad de lo supuestamente pactado y que eso le ha llevado a iniciar un proceso de "arbitraje" para reclamar la cantidad pendiente, reforzando así la idea de que se lo deben y no ha cedido nada a nadie. En declaraciones a diversos medios, Zanganeh ha admitido haber trabajado para el consorcio español durante la fase de ofertas y, luego, en la contratación y relación con subcontratistas, locales y gestión de cobros. En suma, en funciones de project developer.

En otros momentos de su conversación grabada, Villarejo y Villalonga tratan de vincular el cobro de los honorarios de Zanganeh con los 100 millones de dólares ingresados por la Casa Real saudí en agosto de 2008 en la cuenta de la Fundación Lucum. Primero, equiparando las cantidades e introduciendo que el dinero de los honorarios de Zanganeh viene de los "saudíes".

Juan Villalonga: Yo paro para que nos vayamos entendiendo. Las empresas españolas le pagan 80 millones a la mujer de Khashoggi.
Corinna Larsen: It was a project of 7 billion euros [7.000 millones de euros; el 'billion' inglés equivale a mil millones].
J.V.: 7.000 millones. 80 millones la comisión. 80 millones las empresas españolas le pagan a la mujer de Khashoggi [que ha recurrido a un arbitraje porque afirma que "le dejaron de pagar en 2008" y que le falta la mitad].
José Manuel Villarejo: Yo creo que fueron 100 porque era el 1,5%.
C.L.: Yes, exactly, el 1,5%. Son 100. And from that, Villar-Mir said to the king: "Ok, I'm not going to pay you more money. Let me ask Khashoggi to give you". And I say to the king: "Are you completely crazy? You are going to get money from iranians? She is iranian [por Zanganeh]. Iran was under the list of countries not... The husband went to jail for arms dealing. You are going to take commisions for the spanish companies that have succeeded the train deal. You are paid by the government to represent the spanish industry. You can not take this money". And he got very angry with me: "Oh, you, you are such a german".  [Traducción: "Sí, exactamente... Y de eso, Villar-Mir le dijo al rey: 'Vale, no voy a pagarte más dinero. Déjame pedirle a Khashoggi que te dé...'. Y yo le digo al rey: '¿Estás completamente loco? ¿Vas a recibir dinero de iraníes? Ella es iraní. Irán está en la lista de países no... El marido fue a la cárcel por tráfico de armas. Vas a cobrar comisiones por las empresas españolas que han tenido éxito en el acuerdo del tren. El Gobierno te paga para representar a la industria española. No puedes recibir este dinero'. Y él se enfadó mucho conmigo: 'Oh, tú, tú eres tan alemana...'"].
J.V.: Pero, ¿cómo le llegaba el dinero al rey en el esquema inicial?
C.L.: It has arrived, I think and I know when. [Ha llegado, creo, y sé cuándo].
J.V.: ¿A través de Villar-Mir?
C.L.: Yes. And with the saudis. [Sí. Y con los saudíes].

Y luego, de seguido, sin solución de continuidad, vinculando los 65 millones de euros que Corinna Larsen recibe procedentes de la fundación Lucum cuando esta se liquida en 2012. Así, Larsen insiste en que ella no tuvo que ver con el AVE, pero que "suddenly" (de repente), en junio 2012, se encuentra con dicha cantidad en su cuenta personal y que al preguntar al rey de dónde sale ese dinero, él le dice: "De los saudíes". Villalonga interpreta en voz alta, en atención a la grabadora de Villarejo, que el cobro está vinculado al AVE. Algo improbable, ya que esa cantidad es el remanente de los 100 millones que los saudíes inyectan en la Fundación Lucum en agosto de 2008; es decir, tres años antes de que se adjudique el contrato del AVE.

Corinna Larsen: So I’ve suddenly seen in 2012 on a bank account statement a big amount of money and I said to him [al rey Juan Carlos]: "Where does this money come from?". And he says: "From Saudi". [Traducción
"Entonces, de repente, vi en 2012 en un estado de cuenta bancaria una gran cantidad de dinero y le dije [al rey Juan Carlos]: '¿De dónde viene este dinero?'. Y él dice: "De Arabia Saudí'"].
Juan Villalonga: From Saudi, ah. Que se lo mandaría Villar-Mir. [Interpretación de Villalonga].
C.L.: I don’t know who put it but it was Canonica who did it. Again is Canonica. [Traducción: "No sé quién lo puso, pero fue Canónica quien lo hizo. Otra vez es Canónica"]. [Dante Canónica es el administrador de la Fundación Lucum y también de sociedades en las que Corinna Larsen es beneficiaria].
J.V.: Canónica.
C.L.: This is one thing. I have all of this. [Esta es una cosa. Tengo todo esto].
J.V.: Bueno está claro, oye. Tienes pequeñitas cosas y luego tienes bombas atómicas.

No tiene, pues, mucho sentido que el motivo de la transferencia que en agosto de 2008 recibe Lucum de la Casa Real saudí por 100 millones de dólares tenga su origen en comisiones por un contrato que se adjudica tres años después y, además, por el Gobierno que controla, que es el mismo que transfiere. 

Larsen se lamenta varias veces ante Villarejo y Villalonga de que "ellos" la "presionaron" para que "devolviera" el dinero recibido, pero que no lo podía hacer porque habría sido "blanquear". No es descartable que, puesto que el proyecto del segundo barco para la Copa América finalmente no se materializó (se achacó a problemas burocráticos/legales), se le pidiese que devolviese el dinero a la Casa Real saudí. En ese caso, ¿quién es realmente el beneficiario de la Fundación Lucum?

Quién es el beneficiario(s)  de la Fundación Lucum

De la Fundación Lucum no se ha filtrado ni publicado soporte documental que acredite la identidad de sus beneficiarios, a diferencia de lo ocurrido con la numerosa documentación filtrada y publicada de la Fundación Zagatka, controlada por Álvaro de Orleans, primo del rey, que sufragaba con ella parte de sus gastos personales y viajes privados. La falta de documentación fue señalada por la Casa Real en el comunicado en el que el rey Felipe VI renunciaba con un subterfugio a la herencia de su padre, cuando el escrito hizo mención a las "cartas aviso" remitidas por el equipo legal londinense de Corinna Larsen, que en España lidera el exmagistrado José Antonio Choclán.

Si entendemos que beneficiario es la persona que recibe el dinero que entra en las cuentas, lo cierto es que la mayoría de los fondos que recibió la fundación salió con destino a cuentas o compra/reformas de activos inmobiliarios a nombre de sociedades que tienen a Larsen como beneficiaria.

Así, aunque solo sea en la práctica, parece ella la primera beneficiaria de esta fundación y no el rey emérito. Además del remanente de los 40 millones en junio de 2012, El País publica este martes por segunda vez, citando el procedimiento en Suiza que investiga los movimientos de esta fundación, que Lucum transfirió a la examiga del rey 1,7 millones entre octubre de 2011 y enero de 2012, y casi dos solo en 2009 que Larsen explicaba como "préstamos que devolvió en 2010" y el resto como "donaciones del rey".

Pero es que, además, Larsen siempre describe, en las conversaciones que Villarejo grabó, que el dinero que recibe es vía "trust". Un trust no es una sociedad ni una firma con forma de fundación; un trust es un acto jurídico y viene a ser, en palabras llanas, una "carta de instrucciones" que el dueño de la sociedad, del dinero y de los activos da a su gerente sobre quién, cuándo y cómo debe recibirlos y disfrutarlos. En otras palabras, la sociedad, los activos y el dinero pueden estar a nombre del emérito, pero el beneficiario puede ser Corinna Larsen o cualquier otra persona.

Los "chantajillos"

También es ilustrativo el momento en el que Villarejo, con la ayuda de su socio de negocios Villalonga, decide una aproximación a Corinna Larsen, grabadora en mano. Resulta ser después de tres hechos significativos: el primero, que Público nombrara a Villarejo en portada por primera vez en la historia periodística; el segundo, que El País hiciese un despliegue de las empresas que en dicho momento el comisario tenía bajo su nombre o de miembros de su familia; y el tercero, que el juez que instruía el caso Nicolás, Arturo Zamarriego, diese un puñetazo en la mesa tras el cese de Marcelino Martín-Blas por parte de Eugenio Pino, y conformase una comisión judicial formada por ocho policías honestos blindada de las injerencias de sus superiores tanto de carrera (policías) como políticos, incluido el secretario de Estado Francisco Martínez y el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

Tras eso, Villarejo toma la iniciativa y viaja a Londres a ver a su "princesa", Corinna Larsen, para construir a partir de lo que ella le diga, y con la grabación de esa conversación, lo que él cree que será una barrera infranqueable que evitará su detención y la de sus compañeros de aventuras o de "chantajillos", como él mismo los denominó.

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