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La fortaleza de las redes de telecomunicación son vitales para el control del volcán

Los equipos de emergencias y los responsables políticos necesitan información clara, fiable y lo más exacta posible de la evolución de la erupción para tomar las decisiones adecuadas. La prioridad es salvar vidas. La ciencia y las redes de telecomunicaciones son fundamentales en catástrofes de este tipo.

La erupción que comenzó el domingo en La Palma comienza este jueves su quinto día de actividad.
La erupción que comenzó el domingo en La Palma continúa en plena actividad. Carlos De Saá / EFE

La vigilancia y monitorización constante de lugares volcánicos —todo el archipiélago canario lo es— ha sido fundamental para poder prever con una cierta anticipación lo que está sucediendo en el suroeste de la isla de La Palma: la erupción del volcán en el área de Cumbre Vieja cuyas lenguas de lava están engullendo poco a poco todo lo que encuentran en su viaje hacia la costa.

Las telecomunicaciones en la isla no corren peligro debido al comportamiento del volcán —hasta ahora bastante predecible— y a la alta redundancia de las redes de comunicación. Fuentes de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) explican a Público que, si bien en zonas volcánicas siempre hay riesgos presentes, "en principio es poco probable" que ocurra un 'apagón' en la isla.

De hecho, afirman que las comunicaciones inalámbricas en toda la isla operan perfectamente "salvo algunos pequeños puntos". "La afectación es del 3% y corresponde a unas 500 unidades inmobiliarias", afirmaran, aunque con datos del martes pasado.

Los cables que conectan La Palma con el mundo son TEGOPA, que enlaza con La Gomera, y TEGAPA, con Tenerife como tendido interinsular; también está Canalink —utilizado sobre todo por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que va a Tenerife. "La red de cables submarinos de Telefónica que conecta con la isla está configurada en anillo", comentan dichas fuentes, "y esto significa que está protegida frente al hipotético corte de uno de los segmentos".

Los efectos destructivos del volcán de La Palma son limitados hasta ahora.
Un vehiculo cubierto de ceniza volcánica en las cercanías  del volcán de La Palma. Carlos De Saá / EFE

Naturalmente,  "hay y habrá afectación en las redes por donde pase la lava, ya que ésta ha sepultado torres eléctricas, cables, repetidores, en definitiva, todo lo que se halle en su lento camino destructor", asegura dicha agencia. No obstante, el Gobierno Canario cuenta con "diferentes puntos que se han reforzado con grupos electrógenos por si el suministro eléctrico cayera en algún punto" de la isla.

Además, la cobertura inalámbrica afectada siempre se puede suplir sobre la marcha ya que "las redes de telefonía móvil pueden adaptarse dinámicamente para prestar servicios desde centros alternativos". Y la señal de televisión terrestre (TDT) funciona perfectamente; los centros más cercanos al volcán están en Las Manchas y en Puerto Naos, pero por la orografía no se prevé que se vean afectados.

Para mayor seguridad, existe la llamada Red de Emergencias y Seguridad de Canarias (RESCAN), una inversión de más de 11 millones de euros del Gobierno insular que garantiza una red específica de comunicaciones para todas las administraciones locales, para los servicios de Protección Civil, Medioambiente, Emergencias, Policía Local, etc. "La integridad de los centros que prestan servicio a esta red es importante, puesto que es la que usan para su coordinación todos los cuerpos de seguridad", recuerdan desde la mencionada agencia. 

Monitorizar un volcán a distancia

Aparte de constituir la principal vía de coordinación de los servicios de emergencia presentes en la isla, y de ser el vehículo de información para la ciudadanía, la resiliencia de las redes es vital para el trabajo de los científicos. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) muestra en una serie de documentos cómo son las técnicas de vigilancia volcánica; muchas de ellas están diseñadas con dispositivos capaces de recoger y enviar información de forma autónoma.

[Documento íntegro al final de esta información]

Así, el despliegue de aparatos que miden diferentes fenómenos asociados a los volcanes necesitan de comunicaciones robustas. "La mayoría de las técnicas están automatizadas y los datos que se necesitan para la vigilancia se reciben en los centros del IGN", reza un documento en el que se explican las diferentes técnicas de vigilancia volcánica: sismología, geodesia, geoquímica, gavimetría, geomagnetismo, geoelectricidad y geología.

Salvo algunos datos que han de recogerse de forma manual, como los materiales físico-químicos que se estudian en los laboratorios o las medidas de temperatura de la lava y de los gases durante la erupción, el resto de parámetros surgen de dispositivos diseminados por todo el territorio, enlazados entre sí por redes diferentes y redundantes.

Recorrido de la lava en la isla de La Palma (Canarias)
Recorrido de la lava en la isla de La Palma (Canarias). Copernicus EMS

El ING destaca, por ejemplo, que para abordar la sismología las estaciones transmiten en tiempo real sus datos vía satélite, con tecnología VSAT y a través del Hispasat 1E. Asimismo, existen estaciones "que se comunican por cable (ADSL) y por vía telefonía móvil con tecnología 3G", e incluso wifi para los dispositivos de monitorización en lugares remotos, con el fin de poder conectarse a la red de datos convencional.

"En otras ocasiones", reza el documento, "se utilizan enlaces de radiofrecuencia para comunicar dos puntos con visibilidad directa y de ahí se crea un centro nodal donde se recogen varios tipos de datos". De ahí los datos se envían por ADSL, móvil o incluso satélite a las instalaciones del IGN.

Estación sísmica en Frontera (El Hierro) de transmisión vía WiFi.
Estación sísmica en Frontera (El Hierro) de transmisión vía WiFi. IGN

Cabe destacar que casi todas estas estaciones remotas son autónomas gracias a que cuentan con paneles solares y baterías, que les proporciona energía para medir y comunicar datos. Únicamente algunas estaciones de medidas de deformación, gravimétricas o de aceleración del suelo se encuentran en lugares con suministro eléctrico convencional.

Gracias a los datos acumulados durante años de investigación científica se ha logrado que el volcán de La Palma no haya causado, de momento, muerte humana alguna. Es un ejemplo de cómo la tecnología ayuda a la ciencia a salvar vidas.

Desde el ACIISI aseguran que hasta la fecha están "satisfechos de que se ha previsto bien los posibles problemas que se podían dar y de que la evolución del volcán está ayudando". De momento.

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