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Nuevo colapso en Urgencias del hospital de la prima de Feijóo, con enfermos graves encamados durante horas en los pasillos

Los pacientes y usuarios del Clínico de Santiago denuncian que la Xunta de Galicia vulnera su dignidad y sus derechos a la intimidad y a recibir atención médica en tiempo adecuado.

9/11/22 Eloína Núñez Masid, a la derecha, junto a la ministra d Sanidad, Raquel Darias, y el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, en una visita al hospital Clínico de Santiago en marzo pasado.
Eloína Núñez Masid, a la derecha, junto a la ministra d Sanidad, Raquel Darias, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones (i) y el conselleiro de Sanidade de la Xunta, Julio García Comesaña, en una visita al hospital Clínico de Santiago en marzo pasado. César Arxina

La Asociación de Pacientes e Usuarios (APU) del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) ha denunciado un nuevo colapso en los servicios de Urgencias del hospital Clínico de la capital gallega Según aseguran, sin que la Xunta lo haya desmentido, decenas de pacientes graves, muchos de ellos encamados en camillas o en silla de ruedas, tuvieron que esperar durante horas a que les asignara una cama en planta a pesar de que el índice de ocupación de camas no superaba el 59%.

El CHUS es el hospital central del área sanitaria de Santiago, que dirige Eloína Núñez Masid, prima carnal del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien le entregó la gerencia de los centros sanitarios composelanos tras haberla puesto al mando de los de Ourense nada más llegar al poder en 2009.

Según la asociación de pacientes, a las 12 del mediodía del pasado martes 38 personas con ingreso asignado esperaban a ser atendidas. A las 17.30, 31 pacientes en estado grave permanecían en camilla o silla de ruedas en los pasillos, y 36 con ingreso firmado estaban pendientes de que se les asignara una cama. A las ocho de la tarde, había 18 personas en los pasillos y 40 esperaban a que se les subiera a planta.

"Así está la situación: camas disponibles, pacientes esperando horas o días en la sala de observación del servicio de urgencias  y pacientes graves en los pasillos padeciendo la vulneración de su derecho a la intimidad y a la dignidad", afirma la organización, que adjunta a su denuncia un video grabado el martes a las ocho de la tarde y que acompaña a esta información.

El colapso del martes se inició el día anterior, lunes 7, cuando según la APU del CHUS la jornada acabó con 22 pacientes graves atendidos en los pasillos y 33 pendientes de ingreso en la sala de Observación.

Según la citada fuente, con éste y desde diciembre del 2020 se han contabilizado quince episodios similares en el servicio de Urgencias del CHUS, con incidencias graves como el cierre de hasta veinte puestos de atención y la ubicación de pacientes covid en los pasillos. El pasado 21 de octubre, al menos tres personas llevaban dos días en una camilla esperando a que les subieran a una planta.

"Es sólo la punta del iceberg. Existe un dato oculto de todos los colapsos cotidianos del servicio de los que no tuvimos conocimiento que indica que hay un problema estructural y de gestión grave que está afectando la calidad asistencial, a la confianza en el sistema público de salud y al quince episodio similares de las personas", sostiene la Asociación de Pacientes y Usuarios.

La APU también critica que se mantengan vacías las camas de varias plantas del hospital por falta de personal sanitario, médicas y enfermeros, que puedan atenderlas cumpliendo con las ratios establecidas, mientras los pacientes de Urgencias esperan "horas o días" para ser ingresados en ellas.

Público ha preguntado al Servizo Galego de Saúde (Sergas) y a la gerencia del área sanitaria de Santiago si las cifras citadas son ciertas. El departamento de Comunicación de Núñez Masid no ha respondido a esa pregunta y se ha limitado a asegurar que los pacientes calificados como "prioridad 1" se les atiende "de manera inmediata tal y como indica el sistema de Triaje Manchester, internacionalmente reconocido".

El sistema de Triaje de Manchester califica a los enfermos por su gravedad en cinco niveles de prioridad. La prioridad 1 a la que se refiere el CHUS se asigna a pacientes que requieren una intervención de "resucitación" que debe tener carácter inmediato. El hospital, sin embargo, no explica por qué pacientes graves en prioridad 2, que según el protocolo de Manchester no deberían esperar más de 15 minutos, y 3, con un máximo de sesenta, deben aguardar durante horas.

Imagen aérea del Hospital Clínico de Santiago.
Imagen aérea del Hospital Clínico de Santiago. PÚBLICO

El CHUS atribuye el último colapso a la "fuerte demanda" del servicio, con "picos por encima de los 400 adultos atendidos cuando la media diaria era de 370 antes de la pandemia de covid". Aunque no confirma si ha tomado medidas para evitar la recurrencia de esos episodios ni para cumplir con una recomendación de la Valedora do Pobo -figura equivalente en la Adminisnitración autonómica a la Defensora del Pueblo estatal- que conminó al Sergas a resolver los colapsos del Clínico.

"La realidad es que esta recomendación se incumplió total y absolutamente desde el minuto uno y se siguió colocando a los pacientes en los pasillos de acceso vulnerado su derecho fundamental a dignidad e intimidad y a una atención urgente", recuerda Fernando Abraldes, portavoz de la APU.

Fuentes del hospital de Núñez Masid admiten que esperaban que en esta ocasión "se iba a adelantar la incidencia de los virus respiratorios" y que por eso se "adelantaron" al calendario de vacunas, aunque no detallan si se adoptaron otras medidas.

Usuarios y familiares de pacientes del CHUS también se han quejado de las condiciones de la sala de observación del servicio de Urgencias, en las que los enfermos que deben pasar allí horas o días esperando a ser ingresados relatan las "graves limitaciones" para preservar su intimidad y dignidad.

9/11/22 Dos boxes de la sala de Observación del servicio de Urgencias del CHUS, vistos desde la camilla de enfrente.
Dos boxes de la sala de Observación del servicio de Urgencias del CHUS, vistos desde la camilla de enfrente, en una imagen tomada con el móvil de un paciente.

Según denuncian, las camillas se disponen "en batería",  con tan poco espacio entre ellas que apenas cabe una silla de madera para un acompañante, y separadas por una mampara sin sujeción de metro y medio de altura, que permite divisar de pie al resto de enfermos y que se desplaza con facilidad provocando invasiones constantes del espacio del paciente contiguo.

Esas mamparas también se usan entre las filas de camas enfrentadas, que se mueven al paso de las camillas y  el personal. En esas condiciones, dice APU, "la necesidad de realizar pruebas y exploraciones a los enfermos y la acumulación de éstos en este espacio hace que cualquiera pueda conocer lol relativo a todas las demás personas y que los enfermos tengan que exponer su intimidad o realizar sus funciones fisiológicas a la vista de todo el mundo".

"La intimidad es totalmente imposible y la vulneración del derecho a ella, la práctica constante", aseguran.

El Ayuntamiento de Caldas pagará los gastos médicos a las personas vulnerables que no sean atendidas por el Servizo Galego de Saúde

El pleno del Ayuntamiento de Caldas de Reis (Pontevedra), dirigido por el socialista Juan Manuel Rey, ha aprobado una propuesta por unanimidad para que las arcas municipales se hagan cargo de los gastos adicionales derivados de la asistencia sanitaria básica para las personas usuarias vulnerables que no son atendidas en el Punto de Atención Continuada (PAC) por falta de personal.

Según informa Europa Press, el pleno al completo --4 ediles del PSOE, dos del BNG y 5 del PPdeG-- se ha sumado a la iniciativa promovida por el alcalde, en la que los populares reconocieron la situación que vive el ayuntamiento y se sumaron a esta aprobación y las reclamaciones a la Xunta para que cubra el personal médico.

El regidor de Caldas ha explicado que esta iniciativa se ha llevado de urgencia a este pleno ante el "reguero" de denuncias que llegan al Consistorio ante la ausencia de médicos en el punto de atención continuada, después de que el último sábado ya fuese un "escándalo" ante las urgencias de los vecinos.

De esta forma, y previo informe de los servicios sociales, el Ayuntamiento de Caldas va a "financiar" los gastos a los ciudadanos que no tienen manera de sufragar el coste que supone el desplazamiento a otro servicio médico de urgencia fuera del municipio o incluso las consultas privadas en el mismo pueblo, junto con los medicamentos.

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