Ana Rosa Quintana dice (sin ruborizarse) que los periodistas no deben ser "voceros de ningún gobierno"
Tremending
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Santiago Abascal presumiendo de trabajar, Javier Maroto de coherencia y Ana Rosa Quintana presumiendo de objetividad. Pero ojo, que la última no es un chiste.
La famosa presentadora se ha vendido este fin de semana ante los medios como una periodista que ha recibido "presiones" por su trabajo. Incluso ha hablado de la lucha por la "libertad de expresión" como si esto fuera Turkmenistán, cuando la realidad es que su programa ha sido un constante ariete contra las izquierdas en el que ha llegado a llamar "fascista" a Pablo Iglesias. Todo tan evidente que no hace falta ni explicarlo. Por no hablar de los bulos siempre a la derecha que ha contribuido a difundir.
"Hacer información política en estos momentos es duro. Yo nunca he vivido tantas presiones como la temporada pasada cuando estaba en el programa de la mañana", ha asegurado. Le ha faltado salir con un casco y un chaleco antibalas con la inscripción "PRESS".
Después, sin ruborizarse, ha dado lecciones a los periodistas: "Tenemos la obligación de luchar fundamentalmente por la libertad de expresión. Tenemos que ocuparnos de hacer bien nuestro trabajo, trabajar con honradez, no ser voceros de ningún gobierno, ni de este ni del anterior, sino trabajar con objetividad y con libertad".
"Hipocresía nivel me salgo del mundo"
Las palabras de la reportera sin fronteras, Ana Rosa Quintana, han suscitado decenas de comentarios en las redes.
La prueba de la objetividad de la presentadora, la misma que ha tenido como tertuliano habitual a Eduardo Inda, la tuvimos hace poco con su berrinche tras los resultados de las elecciones generales. Otros ejemplos: su satisfacción cuando ganan las derechas o cuando señaló a Pedro Sánchez por el descalabro de las bolsas por el Silicon Valley Bank.
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