Lisboa, 30 may (EFECOM).- La flota pesquera portuguesa secundó hoy de forma masiva la primera jornada de protesta que lleva a cabo el sector en respuesta al incremento del precio de los combustibles y cuyo objetivo es la obtención de ayudas financieras.

La Federación de los Sindicatos del Sector de la Pesca, a través de Antonio Macedo, confirmó que ninguna embarcación salió a faenar en la costa portuguesa desde la 00.00 GMT, hora que marcó el inicio de una protesta de duración indeterminada.

Macedo aseguró que todas las embarcaciones de las principales lonjas portuguesas permanecen en puerto, por lo que es posible hablar de un seguimiento del cien por cien de la protesta.

El sindicalista admitió además la posibilidad de endurecer la protesta iniciada hoy para llamar la atención del Gobierno socialista y la Unión Europea sobre las consecuencias para el sector del aumento del precio de los combustibles.

Macedo adelantó que el endurecimiento de la protesta será fruto del consenso entre patronal y trabajadores, además de avisar de que podría cerrarse el tráfico en los principales puertos del país de no conseguirse las ayudas solicitadas.

Por parte de la patronal, Antonio Miguel Cunha, presidente de la Asociación de los Armadores de las Pescas Industriales (ADAPI), confirmó que la paralización del sector es total en las principales lonjas del país, Matosinhos, Aveiro, Sesimbra, Portimao, Peniche, Quarteira y Olhao.

Cunha destacó que los comerciantes no podrán abastecerse y que el único producto fresco disponible hoy proviene del vendido ayer jueves.

Además, advirtió de que a partir del próximo martes será imposible adquirir cualquier tipo de pescado fresco en Portugal, en el caso de mantenerse la protesta.

El secretario general de la Asociación de las Empresas de Distribución (APED), Antonio Rousseau, restó importancia a la paralización y dijo que no se trata de una medida "dramática", ya que las empresas tiene distintas fuentes de aprovisionamiento.

Rousseau explicó que actualmente las empresas cuentan con muchas alternativas para proveerse de pescado fresco y que las grandes superficies diversifican sus proveedores.

El presidente de la Asociación de la Restauración y Similares de Portugal (ARESP), Mario Gonçalves, sí mostró su preocupación por el futuro escenario y dijo que la medida afectará de manera especial a un sector ya golpeado por la crisis económica general.

La prensa portuguesa informó de que los propietarios de restaurantes de las ciudades de Lisboa y Oporto recurrirán al almacenamiento de pescado congelado hasta que se alcance una solución al conflicto.

El ministro de Agricultura luso, Jaime Silva, pidió a los pescadores portugueses que no paren su actividad, tras confirmar que no habrá ayudas financieras o reducción de impuestos.