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El PP se escuda en el rey para sortear la decisión sobre una investidura fallida

Alberto Núñez Feijóo y su cúpula toman aire mientras deciden el próximo paso.

Feijóo y Cuca Gamarra
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo y la secretaria general, Cuca Gamarra durante su asistencia a la Junta Directiva Nacional de la formación para analizar el resultado electoral del 23J el 24 de julio de 2023. J. P. Gandul / Efe

Con la cúpula de Génova tomando aire tras el 23J, el PP se divide entre quienes creen que Alberto Núñez Feijóo prefiere que el rey Felipe VI no le proponga ir a una investidura para la que no tiene apoyos y quienes piensan que podría ser una buena nueva línea de salida para el presidente del PP —con la repetición electoral en el horizonte más deseado para ellos—. Así, lo único que han aclarado en la dirección del PP, por boca de Cuca Gamarra, es que si el rey le nombra candidato asumirá el encargo e irá a una investidura fallida.

Fueron precisamente Gamarra e Isabel Díaz Ayuso las primeras en señalar al monarca, que, en cualquier caso, deberá mover ficha después del 17 de agosto, cuando se constituyan las Cortes. La primera escapó a las preguntas de los periodistas sobre si Feijóo aceptaría o no ir a la investidura para perderla apuntando al rey: "Quien decide finalmente quién se propone para abordar una investidura es su majestad el rey". Y la segunda fue aún más clara: "No nos confundamos porque no hay ningún reglamento ni artículo que lo impida. Estamos a ver cómo Núñez Feijóo trabaja para tener el sí del rey. Ojalá sea así".

Con el rechazo absoluto del PNV —que ni siquiera quiere sentarse a negociar con Feijóo— el PP no tiene números para sacar adelante la investidura, pero se resiste a admitirlo en público, reivindica su "derecho" a intentar formar gobierno y subraya el papel del rey mientras el expresidente de la Xunta de Galicia y su equipo deciden cuál será su próximo paso. Casi cualquier escenario está abierto.

El precedente de Rajoy

Es el artículo 99.1 de la Constitución el que establece que es el rey quien "previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno". Pero, ¿tiene que ser el candidato más votado?.

"No. Es que en realidad la Constitución no dice nada, tiene que ser interpretado", dice el experto en derecho Constitucional Javier Pérez Royo, al tiempo que señala que si hay otro candidato que pueda presentar una candidatura de gobierno sólida con los apoyos suficientes para salir adelante podría proponerle a él. El PSOE, por el momento, no quiere mover ficha en este sentido. 

Pérez Royo explica que si se ha asumido que el rey encomienda la investidura al más votado es porque hasta el año 2011 la alternancia en el poder del bipartidismo siempre había permitido saber con claridad al día siguiente de las elecciones quién iba a ser el candidato designado. 

Pero el 20 de diciembre de 2015 el bipartidismo explosionó y el papel del rey en el sistema parlamentario español se complicó: el PP ganó las elecciones con 123 escaños y superó ampliamente a un PSOE que se quedó en los 90 diputados, pero la irrupción de Podemos y Ciudadanos, con 69 y 40 escaños, respectivamente, frustró cualquier posibilidad de una mayoría absoluta.

"El de Rajoy en 2016 es un malísimo precedente", señala el catedrático. En las primeras semanas de enero de 2016 Felipe VI hizo la ronda de contactos a la que le obliga la Constitución y acabó proponiendo a Mariano Rajoy, ganador de las elecciones, como candidato a la Presidencia. El líder del PP rechazó la designación del monarca.

"No se puede hacer o que hizo Rajoy, tienes que decir antes que no quieres ir a la investidura para que el rey no te proponga"

"No tiene sentido que vaya allí (al debate de investidura) a los únicos efectos de que empiece a correr el plazo de dos meses que establece la Constitución", aseguró entonces Rajoy. Y justificó: "Le he dicho (al rey) que en este momento no estoy en condiciones de presentarme a la investidura porque no solo no tengo todavía una mayoría de votos a favor sino que tengo una mayoría absoluta acreditada de votos en contra".

"Lo que no se puede hacer es lo que hizo Rajoy, que es declinar. Tienes que decir antes que no quieres ir a la investidura para que el rey no te proponga", apunta Pérez Royo. Una crítica al expresidente del PP que comparten en las filas populares.

La negativa de Rajoy forzó una nueva ronda de consultas del monarca y un segundo intento que, esta vez sí, se saldó con la elección de un candidato a presidir el Gobierno: Pedro Sánchez. Su investidura fracasó y en junio se repitieron las elecciones. El PP volvió a ganar los comicios y salió reforzado, con lo que el PSOE se abstuvo (con la defenestración de Sánchez mediante en aquel famoso Comité Federal de octubre de 2016) para dejar gobernar a Rajoy en minoría hasta que una moción de censura lo expulsó.

Ahora, el PSOE tiene intención de dejar que sea Feijóo quien mueva ficha, pero el líder gallego todavía sigue asimilando los resultados del pasado domingo, a la espera de que el recuento del voto CERA pueda mover el tablero. Mientras, los populares se han conjurado para responder así: "Irá a lo que le diga el rey"

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