Público
Público

El PSC afronta las municipales con la aspiración de ser la fuerza más votada y recuperar la alcaldía de las capitales

El partido de Salvador Illa pretende superar a ERC, consolidar su dominio incuestionable en el área metropolitana de Barcelona y volver a encabezar ciudades que tradicionalmente han sido suyas, como Terrassa.

Salvador Illa en la Convención Municipal del PSC
El líder del PSC, Salvador Illa, interviene en la clausura de la Convención Municipal del PSC, a 2 de abril de 2023. Kike Rincón / Europa Press

Con unas encuestas mayoritariamente de cara, el PSC llega a las elecciones municipales del día 28 en un buen momento, con la marca absolutamente recuperada del fuerte bajón que sufrió hace una década con el inicio del procés independentista. La formación que lidera Salvador Illa ha dado un paso adelante, con la presentación de más listas que en el 2019 y la aspiración de convertirse en la primera fuerza en votos en los comicios locales, en una pugna en la que fundamentalmente rivalizará con ERC.

Más allá de mantener su tradicional -y casi inquebrantable- hegemonía en el área metropolitana de Catalunya y en buena parte de las ciudades más pobladas, el PSC tiene como objetivos máximos de cara al 28M recuperar la alcaldía a las cuatro capitales provinciales: Barcelona, Lleida, Tarragona y Girona.

El PSC presentará un total de 615 candidaturas, 89 más que en 2019

Los socialistas catalanes concurrirán a las municipales con un total de 615 candidaturas, lo que supone 89 más que en 2019. El dato constata su recuperación, si bien queda lejos de las más de 700 que había presentado tanto en 2007 como en 2011. En palabras de Lluïsa Moret, viceprimera secretaria y responsable del área de Organización y Acción Electoral del PSC, la cifra de listas es "una buena señal" porque representa "el símbolo de la normalización en el país" después de los años del procés.

A diferencia de lo que sucedió en anteriores comicios, ahora el partido ha podido cerrar candidaturas de todas las capitales de comarca y sus dirigentes se muestran convencidos de que tendrán unos grandes resultados en las urnas, porque la marca "está en un muy buen momento, en uno de los mejores" y las encuestas así se lo trasladan.

El gran reto de Barcelona

Pese al componente evidentemente local de unos comicios como los del 28M, el PSC también aspira a capitalizar el efecto de formar parte del Gobierno, para consolidar la tendencia al alza que ya había experimentado en el 2019. En las anteriores municipales, la formación empezó a dejar atrás sus años más oscuros -a nivel de resultados-, algo que se confirmaría en el 2021 con la victoria en las elecciones al Parlament.

En 2015, de hecho, apenas obtuvo 530.000 votos -apenas el 17% del total-, después de perder más de 170.000 con relación al 2011, lo que le supuso dejarse por el camino más de 800 concejales y 75 alcaldías. En el 2019, en cambio, remontó hasta el 22% de los sufragios –casi 770.000 papeletas–, que le otorgaron 1.308 electos locales y 90 alcaldías.

En número de votos fue segunda fuerza -apenas a 55.000 de ERC-, situación la que aspira a dar la vuelta en el último domingo de este mes, mientras que en volumen de concejales y de alcaldes se vio superado tanto por los republicanos como por Junts, que presentaron muchas más candidaturas y tienen una mayor implantación en los núcleos pequeños.

El área metropolitana de Barcelona es el principal granero de votos del PSC en Catalunya, la zona donde la formación tiene una hegemonía más clara. Ahora mismo controla la alcaldía en 18 de los 36 municipios, pero el gran reto de cara al 28M sería poder encabezar el gobierno de la capital, Barcelona, que había tenido bajo control entre 1979 y 2011. Desde entonces, sin embargo, ha jugado un papel secundario en ella, primero en la oposición de Xavier Trias (2011-2015) y después principalmente como socio minoritario de Barcelona en Comú (2015-2023).

Los últimos sondeos detectan un retroceso en la candidatura de Collboni

Si bien hace unos meses las encuestas situaban al PSC en la pole position para convertirse en la primera fuerza en la ciudad, los últimos sondeos detectan un retroceso marcado de la candidatura liderada por Jaume Collboni, afectada por el regreso a la política de Xavier Trias y por la fortaleza de una Ada Colau que mantiene a un electorado movilizado que le permite aspirar a encadenar un tercer mandato como alcaldesa.

A pesar de haber sido el primer teniente de alcalde durante gran parte de la legislatura -dejo el cargo hace unos meses simplemente para preparar su asalto al poder-, Collboni marca cada vez más diferencias con el Gobierno municipal y su programa pasa por defender los grandes eventos, la ampliación de infraestructuras como el aeropuerto de El Prat o el Port de Barcelona, apostar por incrementar aún más el número de turistas y detener la expansión de unas supermanzanas elogiadas internacionalmente y que han contribuido a reducir el tráfico privado en la ciudad.

Cuestiones que le acercan más a los modelos de ciudad de Trias o de los grandes lobbies económicos -como Foment del Treball- que al de los comuns. Las urnas marcarán si la apuesta es acertada.

PSC Jaume Collboni  y Nuria Marín
La alcaldesa de L’Hospitalet, Nuria Marín, y el candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, en la clausura de la Convención Municipal del PSC, a 2 de abril de 2023. Kike Rincón / Europa Press

Mano de hierro en el área metropolitana

En el ámbito metropolitano, los socialistas confían en no tener problemas para mantener las alcaldías eternas que controlan con mano de hierro desde hace décadas, como L'Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramanet, Sant Boi de Llobregat, Cornellà, Viladecans, Gavà o Esplugues, entre otros, pese a la firme apuesta de ERC de intentar convertirse en la alternativa de gobierno con alcaldables como Gabriel Rufián (Santa Coloma de Gramanet) o Jaume Graells (L'Hospitalet).

Además de lo que suceda en la capital, los grandes retos en esta zona serán consolidar las alcaldías de Badalona y Castelldefels, dos ciudades que están gobernadas por el PSC gracias a pactos amplios de gobierno -con ERC y otras fuerzas-, pero en las que el PP es la fuerza más votada, algo que puede repetirse el 28M.

En la segunda corona metropolitana, el PSC debería conservar alcaldías consolidadas como las de Sabadell -que recuperó en el 2019, tras un mandato de ERC y la CUP, y aspira a la mayoría absoluta- y Mataró -donde ha gobernado siempre desde 1979, con la única excepción del período 2011-2015, cuando lo hizo CiU-. Por contra, la ciudad que el PSC quiere volver a controlar es Terrassa, la tercera más poblada de Catalunya, con 225.000 habitantes. Hace cuatro años, Jordi Ballart, un antiguo dirigente del partido, se impuso en los comicios liderando una lista independiente, y ahora los socialistas quieren recuperar una alcaldía que habían tenido ininterrumpidamente entre 1979 y 2019.

Si los resultados en el área de Barcelona cumplen las previsiones de sus dirigentes, el PSC lo tendrá todo de cara para mantenerse como principal partido en la Diputación, donde la actual presidenta -y alcaldesa de L'Hospitalet-, Núria Marín, ya ha manifestado su intención de reeditar el pacto con Junts.

El intento de 'asaltar' Lleida, Tarragona y Girona

Fuera de Barcelona, el gran objetivo del PSC es intentar recuperar la alcaldía de las tres capitales provinciales, un escenario de máximos pero que no puede descartarse al 100%. Tanto en Tarragona como en Lleida, en el actual mandato ha gobernado ERC, aunque previamente eran plazas controladas por los socialistas.

En Tarragona el partido de Salvador Illa ha situado como cabeza de lista a Rubén Viñuales, alcaldable de Cs en la ciudad tanto en 2015 como en 2019. Con su fichaje la formación deja bien claro que aspira a recuperar parte de los votantes que en los años más intensos del procés optaron por el ultranacionalismo español del partido de Inés Arrimadas.

En Lleida, Fèlix Larrosa busca superar al republicano Miquel Pueyo, aunque parece complicado que obtenga un resultado que le dé una ventaja suficiente para alcanzar la alcaldía. En Girona la situación es más compleja, porque no se limita a un pulso con ERC.

Sílvia Paneque
La socialista Sílvia Paneque, durante su discurso en el acto de presentación de la candidatura del PSC al Ayuntamiento de Girona para las municipales. Cedida pel PSC de Girona / ACN

De entrada, la alcaldía está en manos de Junts, que aspira a prolongar los tres mandatos consecutivos ahora con la exconsellera Gemma Geis de cabeza de lista, pero también ERC y Guanyem -que lidera el miembro de la CUP Lluc Salellas- se ven con opciones de encabezar el gobierno local. La candidata del PSC es Sílvia Paneque, que busca superar los seis concejales actuales y liderar un cambio de gobierno, para volver a encabezar una ciudad donde los socialistas mandaron de 1979 a 2011.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias