La plaza de Lazkao iba a ser el escenario del principal acto de ayer lunes en la campaña del PP de Euskadi. La cita estaba fijada para las 11.30. El candidato a lehendakari, Antonio Basagoiti; la número uno por Guipúzcoa, ArantzaQuiroga, y el único concejal del PP en ese ayuntamiento tenían previsto atender a los medios. No pudo ser. El estallido de la bomba en la sede del PSE hizo al equipo de Basagoiti cambiar de planes 'por respeto. No queremos que se nos tache de nada', explicaban.

El lugar de recambio fue Oiartzun (9.800 habitantes), también en Guipúzcoa, feudo tradicional de la izquierda abertzale y donde gobierna Acción Nacionalista Vasca (ANV) con mayoría absoluta desde las elecciones municipales de 2007.

Esta formación fue ilegalizada por el Tribunal Supremo en septiembre.

Tras visitar Lazkao para mostrar su apoyo a los socialiastas, Basagoiti hacía su entrada a la plaza del Ayuntamiento de Oiartzun a las 13.00 horas en presencia de una decena de agentes de la Erzaintza. 'Hijo de puta', '¿Cómo tienes tanta cara de venir por aquí?', pudo escucharse desde algún rincón.

Aproximándose a un micrófono ubicado junto al consistorio, de cuya fachada pendían retratos de presos de la banda terrorista, el candidato explicó su presencia en el pueblo. 'En las pasadas municipales, recibimos aquí 103 votos y yo les digo que muchas gracias porque su voto es muy importante'. Se trata de una cifra similar a la que los conservadores registraron en Lazkao, de ahí que buscaran un pueblo en el que tuviera cabida el mismo mensaje.

A más PP, menos Batasuna

'Yo les pido a esos 103 que vuelvan a votarnos (...). Tenemos que conseguir que los malos, que están por aquí, no se hagan con el país. Y cuanto más PP haya, menos intolerantes, menos de Batasuna y menos apoyo a ETA'.

La dimisión del ministro de Justicia encajó bien en el mensaje que Basagoiti quería lanzar a sus electores: 'Es el responsable de que en este pueblo y en otros muchos haya alcaldes de ETA. Es una buena noticia para cualquiera'.

Con el acto de ayer, el PP pretende dar aliento a los votantes que han apostado por el partido en feudos del independentismo radical. 'Hay tanto miedo que es raro que se acerquen a nuestros concejales para mostrarles su apoyo. Y en este contexto, votar se torna complicadísimo', explican en el partido.

El día de ayer en Oiartzun tuvo su nota dulce para el PP, cuando en un comercio uno de sus habitantes se acercó discretamente a un miembro del equipo de Basagoiti para darles las gracias por la visita.