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Las grandes discográficas internacionales, a la caza de los jóvenes talentos de la música urbana española

LVL1, Ralphie Choo y Judeline son artistas aún semianónimos en nuestro país, pero ya han sido captados por algunos de los sellos más poderosos del mundo.

LVL1
Fotografía de LVL1. Gonza Gallego

De componer tu primera canción en tu dormitorio a tener un éxito viral en TikTok y ver cómo se te rifan todas las grandes discográficas internacionales en cuestión de meses. El de LVL1 se puede considerar un caso paradigmático de cuál es el modelo de éxito soñado por un artista novel en 2023. Pero, ¿qué fue realmente lo que ocurrió?

Todo comenzó con el confinamiento pandémico. Tras haber hecho sus pinitos en Granada con un trío de recorrido efímero pero intenso llamado Queer Mafia, Luthien Barea Barroso se encontró con mucho tiempo libre, así que se puso a trastear haciendo música electrónica en su habitación. Con la ayuda del productor Trillfox dio forma a una primera canción, FVN, y se puso el nombre artístico de LVL1 (que se puede pronunciar, indistintamente, como Luli o como Level One).

LVL1 se inspiró en los sonidos del house y del ballroom para su primer sencillo

"En aquella época estaba aprendiendo a pinchar y a mezclar", explica estx artista no binarix, de 25 años, en conversación por Zoom. "Sacaba de bibliotecas de música sonidos típicos del house y del ballroom –estilo popularizado por los colectivos queer en las discotecas neoyorquinas en los años 70 y muy vinculados al baile vogueing- y decidí componer una canción de ese rollo porque creía que faltaban cosas de ese tipo en mi entorno, en mi idioma. Estuve año y medio con ello porque lo quería hacer bien, con su vídeo y todo eso. Yo entonces estaba estudiando diseño de moda, le puse mucho cariñito a todo el release, pero pensando: No creo que pase nada. Y sí pasó. Mi primer single lo petó".

Revela elle (así es la forma neutra en que LVL1 prefiere que se refieran a su persona, mientras que en inglés sería they), que lo primero que hizo fue recurrir a una distribuidora de Internet para subir la canción a plataformas como Spotify, Youtube y Soundcloud. Comprar los servicios de esas agencias es el recurso habitual en la mayoría de los artistas independientes que se autoeditan.

"Yo primero hice mucha promo por Twitter, y en TikTok no lo moví tanto al principio, de vez en cuando hacía algún vídeo graciosillo pero no solía recibir ninguna atención", rememora. "El tema salió el 14 de mayo de 2021, el 3 de junio tenía el rodaje del vídeo de donde stass?, de Rakky Ripper, en el que salgo de extra. Me hice un maquillaje con un corazón en el ojo y unos guantes y, mientras estaba esperando, decidí hacer otro vídeo en TikTok para promocionar mi canción. Por alguna razón éste sí tuvo atención, me grabé haciendo el tonto, medio bailoteando, y utilizando el puente de la canción, que era una parte que yo creía que a la gente no le iba a interesar porque no entendería que estaba referenciando el chanting del vogue. Era la parte automática que me salía recomendada por TikTok, la dejé, y la gente empezó a entrar y comentar. A las 8 de la mañana, cuando me levanté, el móvil estaba lleno de notificaciones".

Donde primero se viralizó el tema fue en Chile. "Como el acento andaluz es parecido al chileno, muchísima gente se pensaba que yo era de allí", apunta elle. "A la tercera semana se viralizó en Rusia, allí no entendían la letra ni nada e incluso se grababan intentando hacer playback, eso me pareció muy cuqui. Como solo escuchaban la parte de la letra que dice cat kitty cat cat empezaron a utilizarla con vídeos de gatos. Luego inevitablemente llegó a EEUU y de ahí al mundo. En España tardó un montón y, de hecho, aún no está ni entre los cinco países donde más me escuchan".

Pero el verdadero mogollón todavía estaba por venir. "En el momento en que tienes un viral de TikTok, de pronto se te inunda el correo con los nombres de todas las discográficas que se te vengan a la cabeza. Yo decía: ¿Pero cómo puede ser que me esté contactando ÉSTA?"

Es importante recalcar que Luthien ha heredado un bagaje musical muy amplio, curtido desde la más tierna infancia gracias a sus padres. El progenitor, de hecho, es Toni Barea, excomponente de grupos de culto del rock sevillano como Dulce Venganza o Ansia Y Los Fugitivos. "Cada día, cuando bajaba a desayunar, mis padres me preguntaban: ¿Hoy quién ha sido? Y yo decía: Pues tal, tal y tal. Y Ellos flipaban. Era todo en plan pensar: Decídete con quién te vas. Al final me fui con los primeros que me contactaron".

LVL1: "Sigo trabajando muchísimo desde mi habitación, casi todo sigue saliendo desde mi cuarto"

La compañía es ni más ni menos que Arista en EEUU (hogar de Whitney Houston, Kylie Minogue, Avril Lavigne, Alicia Keys, Iggy Pop, The Kinks, Patti Smith, Lou Reed y Outkast), aunque el contrato con Reino Unido es directamente con la multinacional Columbia. "Las decisiones las toman entre esos dos países. Es una forma de trabajar distinta a la independiente, pero sigo trabajando muchísimo desde mi habitación, casi todo sigue saliendo desde mi cuarto", que es, precisamente, el lugar desde donde mantiene la entrevista, sin miedo a mostrar en cámara su cama deshecha y cierto desorden, cero lujo.

El cambio más importante que notó es que su EP, PLAY, tuvo que estar almacenando polvo en un cajón desde que lo terminó de grabar, en agosto de 2022, hasta que la discográfica encontró fecha dentro de su calendario de lanzamientos. Finalmente salió el pasado 24 de febrero. "Son canciones que explican ese tipo de montaña rusa rara que fue hacer el cuerpo a un viral y que, de pronto, tu vida ya no vaya a ser la misma de un día para otro", revela LVL1, quien trabajó con total libertad y colaborando con amigas de su círculo como la citada Rakky Ripper (más popular en España tras su paso por el último Benidorm Fest). Junto a ella y a Cerescente ha formado también el colectivo de DJ KEKA y, actualmente, LVL1 alterna su recién iniciada carrera como cantante, raperx, compositorx y productorx con unas sesiones cada vez más cotizadas.

LVL1
Fotografía de LVL1. Gonza Gallego

En muy poco tiempo ya ha pinchado en Londres, Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, Lisboa y Barcelona, en festivales como Cala Mijas, y este verano estará en la edición madrileña del Primavera Sound.

Ralphie Choo, ¿el sonido del mañana?

A la hora de hablar de la música actual que más escucha, LVL1 cita, entre otros, a los artistas del sello rusia-idk. rusowsky, mori, Tristán! o Ralphie Choo están creando desde el underground (por el momento) un nuevo sonido urbano que comienza a hacerse influyente a nivel global.

De entre ellos, el primero que ha llamado la atención fuera de nuestras fronteras es Ralphie Choo. Éste es el alias artístico -¡tomado de un personaje de Los Simpson!- de Juan Casado, un madrileño de 23 años que empezó a grabar sus temas en 2019, también en su habitación. En octubre del pasado año, la influyente revista online estadounidense Pitchfork eligió una de esas canciones, Bulerías de un caballo malo, como Best New Track (algo así como el mejor single de la semana), algo que en el pasado solo habían conseguido en España Rosalía, John Talabot y Mourn.

Desde entonces, su impacto no ha dejado de crecer, hasta el punto de que se vienen cosas muy importantes. La mayoría de ellas, a ruego de su representante, aún no se pueden revelar, pues todavía no se han firmado, pero sí es posible apuntar que Ralphie no para de viajar por el mundo, ha estado grabando en Los Ángeles con productores de música electrónica de primer nivel –ganadores de Grammy incluidos- y muchos de los grandes sellos internacionales le están persiguiendo para ficharlo.

Es un caso diferente al que hemos relatado en principio: no fue un impacto viral lo que llamó la atención, sino una trayectoria paulatina que ha ido llamando la atención y eclosionó especialmente al ser destacada por uno de los medios prescriptores más influyentes de la música alternativa.

Ralphie Choo
Fotografía del artista Ralphie Choo. Mark Yarehan

¿En busca de la nueva Rosalía?

Lo fácil sería enunciar que el enorme impacto global de Rosalía es lo que ha posibilitado que en las discográficas internacionales se haya despertado el interés por lo que está surgiendo en la música urbana española. De hecho, en la citada reseña de Pitchfork se compara a Ralphie Choo con la autora de Motomami por el modo con que juega con la herencia flamenca y latina y la lleva a una nueva vanguardia. Tiene sentido pensar eso, pero lo cierto es que hablamos de una tendencia que viene de antes.

El interés por la música urbana española nace antes del impacto global de Rosalía 

Hace ya más de una década, John Talabot, El Guincho y Pional fueron captados por Young Turks (sello de figuras tan relevantes en el pop contemporáneo como The XX, FKA Twigs, Robyn y Kamasi Washington). En 2019, Bad Gyal firmó por Interscope, discográfica vinculada a Universal Music que publica los discos de Billie Eilish, Eminem, Guns N' Roses, Kendrick Lamar, Lady Gaga, Lana del Rey, Sting, The Rolling Stones y U2. En el momento del fichaje, Sam Riback, presidente de A&R (artistas y repertorio) de la compañía, lo celebró de este modo: "Bad Gyal ha revolucionado completamente la escena underground de España y estamos ansiosos por ver cómo conecta en Estados Unidos. Cuando Matt Morris, de mi equipo, me mostró la música de Bad Gyal, supe que era una fuerza de la naturaleza con un sonido que desafiaba la categorización".

Judeline
Fotografía de la artista Judeline. Cedida por Sonido Muchacho

En aquel momento, la artista, de verdadero nombre Alba Farelo, ya tenía un recorrido visiblemente creciente en España, pero ha resultado más inesperado en el caso de Judeline. Así es como se presenta Lara Fernández, una cantante, compositora y productora de 20 años procedente de Los Caños de Meca (Cádiz) que fue descubierta por el productor Alizzz como parte de su proyecto Desclasificados recién entrada la pandemia.

Su primer single, Solo quiero huir, fue producido en 2020 por un hombre que ya ha aparecido en este artículo, Trillfox; y, desde entonces, ha publicado nueve sencillos y un EP (de la luz, que editó el sello independiente madrileño Sonido Muchacho el año pasado).

Pocos datos han trascendido por ahora sobre su contrato con Interscope. Hay bastante mutismo tanto por parte de la artista como de su representante, pero todo apunta a que los responsables de la discográfica estadounidense apuestan fuerte por ella porque están viendo ahí a una artista de mucho futuro, que también está congraciando de modo muy personal los efluvios del sur de España con el sonido urbano contemporáneo.

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