Este artículo se publicó hace 2 años.
La Convocatoria por Andalucía de Anguita, el espejo del pasado en el que se mira el proyecto de Yolanda Díaz
En 1984 el Partido Comunista de Andalucía inició un proceso asambleario y de participación ciudadana que se materializó en un programa político abanderado por Julio Anguita. El proceso de escucha que Díaz iniciará tras las elecciones andaluzas y sus fases posteriores encuentran un referente en este proceso, que fue el germen de Izquierda Unida.
Madrid-
La Historia es cíclica. La izquierda ha sufrido mil y un procesos de reconfiguración a nivel político, orgánico y social en las últimas décadas, y cada proceso ha bebido de los anteriores y ha tratado de aprender y superar sus errores, aunque en muchas ocasiones los ha repetido.
El proceso de reconfiguración que vive la izquierda en la actualidad parece que va a pasar por el proyecto político de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Su objetivo es el de comenzar (después de que se celebren las elecciones andaluzas, en junio) un proceso de escucha activa de la ciudadanía que le permita identificar las problemáticas y los anhelos de la sociedad civil.
Esta puesta en común de lo social, una suerte de demanda colectiva, podría servir posteriormente para realizar un programa político que, por un lado, apelara a las grandes mayorías sociales y, por otro, facilitara la unidad de las diferentes formaciones y espacios políticos de izquierda en torno a esta hoja de ruta.
Este plan bebe de más de un referente del pasado (incluso del más reciente), pero el más similar se encuentra, probablemente, en la Convocatoria por Andalucía de Julio Anguita. En el año 1982 el Partido Comunista de España, lastrado por unos malos resultados electorales, afronta la reflexión de que una sola formación política, aunque sea fuerte, no puede acometer las grandes transformaciones que necesita la sociedad.
Esta reflexión se resuelve en el XI Congreso del PCE, celebrado en diciembre de 1983, que aprueba la "Convergencia Social y Política de la Izquierda", como objetivo para ampliar y ensanchar las bases del espacio, y también de reconectar con la ciudadanía.
La primera formación en materializar esta idea y seguir una hoja de ruta en base a ella es el Partido Comunista de Andalucía, que en 1984 comienza un proceso de reconfiguración que pueda transformar la sociedad y la política en este territorio. Nace así la denominada Convocatoria por Andalucía, capitaneada por Julio Anguita, un episodio en el que el PCA llevó a cabo un auténtico reseteo para enraizar con la sociedad civil.
Un proceso de escucha a la andaluza
El objetivo era claro: despertar la conciencia social y la "voluntad colectiva" del pueblo andaluz; la herramienta, también: un proceso asambleario y participativo para que la sociedad aunara sus demandas, anhelos y problemáticas que sirviera para trazar una hoja de ruta común.
El PCA lanza en julio de 1984 el denominado Documento de los Leones, una propuesta política y social en torno a la que la sociedad civil comenzó a organizarse en numerosas asambleas temáticas y sectoriales en las que se debatía sobre la situación del territorio andaluz, lastrado económicamente por la ausencia de una reforma agraria que modernizase el trabajo en el campo.
Técnicos agrónomos y jornaleros, profesores y estudiantes, albañiles, médicos, sindicalistas, militantes y dirigentes políticos debatieron de forma conjunta en asambleas cuyas conclusiones, lejos de quedar en papel mojado, se tradujeron en un programa denominado el Documento de las Amapolas.
Este proceso asambleario se sistematizó siguiendo dinámicas y pautas. Las asambleas, aunque eran ciudadanas, estaban coordinadas por los partidos (en especial el PCA), y sus conclusiones se elevaban a foros superiores (a nivel territorial) construyendo, debate a debate, una gran conversación de la sociedad civil que terminó dando forma a un proyecto político.
A través de un proceso de síntesis y de esta conversación de la sociedad civil (que duró cuatro meses), en noviembre de 1984 se debaten alrededor de 900 enmiendas asamblearias y, finalmente, el Comité Central del PCA aprueba el documento definitivo de Convocatoria por Andalucía, el ya mencionado Documento de las Amapolas, que se dividió en cuatro grandes tesis: Andalucía y la crisis; Crítica a la gestión; Convocatoria a todos los andaluces progresistas; y Hacia un programa de gobierno alternativo.
El proceso asambleario andaluz buscaba el refuerzo orgánico y el ensanchamiento del PCA
En las conclusiones del documento quedaba claro el objetivo de todo el proceso: "Esta convocatoria la hacemos a todos los andaluces que apuestan por el progreso de Andalucía. La hacemos desde la necesidad de reagrupar a miles de ciudadanos que no comparten el curso de los acontecimientos y desde la ilusión de que es posible modificar esta situación. Hoy Andalucía exige un impulso político mayor y una fuerza capaz de hacerlo avanzar".
Y proseguía: "El PCA está dispuesto a poner en tensión toda su capacidad para construir una alianza social que pueda imponer otra política. A este compromiso llamamos a los hombres y mujeres, a los sindicatos, a los colegios
profesionales y asociaciones sectoriales, a los hogares de pensionistas, al movimiento vecinal y a las cooperativas, a las asociaciones de pequeña y mediana empresa, a los colectivos ecologistas y culturales. En definitiva, a todos los que saben que el progreso y la historia la hacen los pueblos".
En el documento también se proponía a Julio Anguita como líder de la candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía. El resultado electoral de Convocatoria por Andalucía fue más que satisfactorio: 19 escaños en los comicios andaluces de 1986, 11 asientos más que en las elecciones de 1982, el mejor resultado de su historia hasta el momento, y actualmente el segundo mejor resultado de la izquierda en Andalucía (solo superado por los 20 escaños que obtuvo Luis Carlos Rejón con Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía).
Las similitudes entre este proceso de los años 80 y la hoja de ruta que podría tener diseñada Yolanda Díaz son claras y pasan por un mismo objetivo: reconectar a la ciudadanía con la política a través de una gran conversación o "proceso de escucha". Sin embargo, aunque esto podría ser compartido por ambos proyectos, la Convocatoria por Andalucía tenía otro objetivo claro: el refuerzo del PCA.
El Documento de las Amapolas recoge, literalmente lo siguiente: "Plantearse como objetivo primordial el reforzamiento orgánico del PCA y el aumento de la afiliación y la militancia. En suma, es preciso implicar a todo el partido en esa tarea, haciendo del PCA un organismo que desde las agrupaciones y núcleos de dirección se lance al compromiso de levantar y poner en pie dicha alternativa".
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