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Las elecciones europeas dan un respiro a Sánchez para conservar la mayoría progresista pese a la grieta Sumar-Podemos

Las europeas son importantes para Podemos, que difícilmente votará junto a PP y Vox en contra del Gobierno antes de las elecciones. El previsible giro conservador en Europa puede favorecer un regreso a la austeridad y que las izquierdas parlamentarias se distancien del Gobierno.

La exministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto sobre infancia celebrado el pasado año.
La exministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, junto a Pedro Sánchez, en un acto sobre infancia celebrado el pasado año. Alberto Ortega / Europa Press

La noticia política de la semana saltaba el martes por la tarde, cuando Podemos anunciaba su ruptura con Sumar, de tal manera que dejaba el Grupo Plurinacional y se marchaba al Grupo Mixto en el Congreso. Más allá de las inmensas implicaciones que esto tiene para la izquierda alternativa y su composición, también fue un jarro de agua fría para el Gobierno, que tendrá que negociar con un actor parlamentario más en esta compleja y recién estrenada legislatura de ajustadas mayorías.

El miércoles, en las celebraciones de la Cámara Baja con motivo del 45 aniversario de la Constitución Española, se rebajaba el suflé. En los corrillos trascendía que Félix Bolaños e Ione Belarra habían mantenido una conversación y que Podemos se comprometía a dar estabilidad a la legislatura.

La formación morada pasa a ser un aliado parlamentario más de Sánchez, ya no forma parte de los grupos de Gobierno, sino de la oposición que pretende llegar a acuerdos con el Ejecutivo. Un bloque de hasta 19 diputados se conforma a la izquierda del Gobierno de coalición con el que PSOE y Sumar tendrán que negociar para aprobar leyes: ERC (7), EH Bildu (6), Podemos (5) y BNG (1).  

Con las relaciones entre Sumar y Podemos rotas -desde Sumar se está reclamando a los diputados de Podemos que entreguen sus actas tras haber roto el pacto de la coalición electoral y merodean las acusaciones de transfuguismo- la negociación de la formación morada con el Ejecutivo se prevé bilateral con el PSOE.  

Se espera, por tanto, que Podemos alce el tono, fiel a su estilo, y lance críticas izquierdistas al Gobierno de coalición. Y que confronte, sobre todo, con Sumar, con quien se vislumbra un conflicto dialéctico permanente. Los cinco ministerios de Sumar serán el principal objeto de las críticas de los morados.

No está a la vista, sin embargo, que Podemos busque, con su paso al Grupo Mixto, hacer caer al Gobierno progresista, ni frenar medidas de carácter social. Así lo trasladan a Público fuentes parlamentarias de este partido. Discrepancias discursivas y críticas desde la izquierda, sí, pero no tumbar iniciativas progresistas del Ejecutivo. 

De este modo, Podemos entrará de lleno, en las próximas semanas, en la negociación presupuestaria. En el PSOE se muestran tranquilos en este sentido. El pasado jueves, el propio presidente Sánchez en una entrevista televisiva recordaba: "Podemos es una fuerza progresista"

Garantías hasta las elecciones europeas

Esta tendencia parece garantizada, al menos, hasta las elecciones europeas del próximo mes de junio. Por dos motivos. En primer lugar, tal y como reconocen en Podemos, porque esas elecciones son muy importantes para el partido. Sin que haya habido ninguna decisión formal sobre cómo concurrirán a los comicios al Parlamento de Bruselas y Estrasburgo, a nadie se le escapa que tienen una buena oportunidad para confrontar con Sumar. 

Esta disputa puede ser, bien en solitario, bien en una candidatura conjunta con otras izquierdas. Se ha hablado incluso de una alianza con ERC, EH Bildu o BNG. En ERC no se ha tratado el tema de manera oficial, pero hay voces en la dirección republicana que hablan abiertamente de esa posibilidad. Nada está cerrado.

Todas las miradas se posan sobre la exministra de Igualdad y número dos del partido, Irene Montero, como la posible candidata morada a Europa. En este contexto, Podemos no va a situarse junto a PP y Vox, en sus antípodas ideológicas, en una votación en el Congreso contra una medida del Gobierno de coalición.

Pronto entraremos, de nuevo, en un ambiente preelectoral. Por ello, el partido de Belarra tendrá que encontrar el término medio para diferenciarse del Gobierno sin aproximarse a la derecha. Esto lo dan por hecho en PSOE y Sumar, que no ven a Podemos haciendo "pinza" con PP y Vox contra el Ejecutivo.

Tanto en las filas de Belarra como en las de Yolanda Díaz y en las de Sánchez son conscientes, por otro lado, del fantasma conservador y derechista que recorre buena parte de Europa. Si no hay un volantazo de 180 grados, las derechas y ultraderechas tendrán más fuerza en el Europarlamento que salga de los comicios de 2024, según transmiten las encuestas, así como en la Comisión Europea. 

Con esta situación, está sobre la mesa una vuelta a las medidas económicas de austeridad que ya fracasaron en la década anterior. En este caso, el conflicto llegaría con dureza al bloque progresista que ha investido, de nuevo, a Sánchez. Podemos y las izquierdas independentistas tendrían motivos para votar en contra del Gobierno y Sumar entraría en un grave problema en el seno del Consejo de Ministros. 

En las elecciones europeas de la próxima primavera hay demasiados asuntos en juego.

 

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