Este artículo se publicó hace 4 años.
Estrategia PPCasado escenifica su "ruptura total" con Sánchez tras el voto en contra del PP al estado de alarma
El jefe de la oposición ha protagonizado un discurso cargado de intencionalidad y sin ningún atisbo de la colaboración y la lealtad que tanto ha promulgado Casado durante las pasadas semanas.
Madrid-
Con la negativa del líder del PP a prorrogar el estado de alarma se certifica una ruptura ya anunciada entre el PP y el Gobierno. Desde que comenzó la pandemia y se decretó el estado de alarma Pablo Casado se ha mostrado especialmente duro con el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a fin de sacar rédito político de la crisis y competir con Vox por el votante más ultra. Este miércoles ha dado un paso más allá, en el tono y en el fondo.
"La relación está prácticamente rota" admite una fuente de la dirección popular a este diario. Esta ha sido la primera vez que los populares votan en contra de la prórroga del estado de alarma, pero desde el entorno de Casado ya advierten de que no será la última si el Gobierno decide alargar esta situación jurídica hasta finales de junio, como tiene previsto. El PP se niega a negociar su abstención o su ‘sí’ con el Gobierno a cambio de contrapartidas, como sí está haciendo su socio de gobierno Ciudadanos.
Lo que interesa a los populares es tener un relato. Un plan alternativo al del Gobierno, que Casado presentó hace una semana, dos meses después del inicio de la pandemia, pero que no está avalado por ninguna memoria económica ni tiene las garantías jurídicas suficientes. Un relato que desmonte la gestión del Gobierno y que personalice en los presidentes autonómicos del PP -aquí cobra especial relevancia la figura de Isabel Díaz Ayuso- el "modelo a seguir".
"Todo mal". Así ha resumido Pablo Casado las medidas tomadas por el Gobierno durante estos más de dos meses de confinamiento. "La crisis del Covid 19 lo ha desbordado, ha ido siempre por detrás de los acontecimientos tomando las medidas equivocadas y mintiendo sobre sus consecuencias, ocultó las alertas iniciales, despreció la mano tendida de la oposición y ahora va como pollo sin cabeza cambiando de socios y de estrategia ante la mirada atónita de Europa y la indignación de una mayoría de los españoles, a los que ha dejado abandonados y a los que pretende acallar con el control de las redes sociales, los medios de comunicación y ahora también, la calle", ha dicho en sus primeros minutos en la tribuna del Congreso después de la intervención de Sánchez.
Un discurso cargado de intencionalidad y sin ningún atisbo de la colaboración y la lealtad que tanto ha promulgado el líder el líder del PP durante las pasadas semanas. Para el jefe de la oposición el estado de alarma fue un "instrumento útil" en sus inicios pero ya no lo es. Ahora lo considera un "agujero negro para las libertades públicas", una coartada autoritaria que otorga poderes extraordinarios al presidente del Ejecutivo. "Sería una irresponsabilidad prorrogarle esos poderes extraordinarios más, y no la vamos a cometer: hasta aquí hemos podido llegar", le ha dicho.
Sánchez compara los discursos de Casado y Abascal
Para el presidente del Gobierno la actitud de Pablo Casado no es la propia de un partido de estado como el PP que ha gobernado España y que continúa haciéndolo en autonomías como Madrid, la más afectada por la covid-19. El socialista cree que Casado no ha "asumido la responsabilidad" que le han conferido las urnas para hacer frente a la pandemia de manera conjunta. Para el presidente, los discursos de Casado y del líder de Vox, Santiago Abascal, ya no se diferencian desde que los populares decidieron emular a Vox y "usar el virus para intentar derrocar al Gobierno".
Sánchez ha incidido en que la única alternativa que garantice el confinamiento de la población, como hasta ahora, es el estado de alarma. Es más, ha acusado al líder del PP de no conocer las leyes y ha comparado el caso español con las herramientas que "han utilizado en todos los países de nuestro entorno" y que, según el líder del Ejecutivo, se asemejan a las que ha puesto él en marcha.
El presidente del Gobierno ha explicado que la Constitución reservó una figura específica para hacer frente a la crisis sanitarias como las epidemias o ante las catástrofes naturales o industriales. Así lo establece la Constitución en su artículo 116, y la Ley Orgánica 4/1981 que desarrolla los estados de alarma, excepción y sitio. Sin embargo, sí existe cierto debate entre los juristas sobre los límites de dicho estado. En especial, sobre los recortes de los derechos y de las libertades públicas con una actividad sancionadora masiva y sobre la duración misma de este estado de emergencia.
La 'fallida' comisión para la reconstrucción
El 20 de abril Pedro Sánchez y Pablo Casado finalizaban una reunión Gobierno-oposición con un acuerdo debajo del brazo: el PP se sentaría en la mesa de reconstrucción social y económica propuesta por el Ejecutivo a cambio de que se materializara en una comisión parlamentaria en el Congreso. 17 días después, el pasado día 6 de mayo, el órgano se puso por fin en marcha, pero con marcadas diferencias en cuanto a la finalidad y el formato.
La idea en un principio era lograr un acuerdo sobre el formato pero también sobre la presidencia, que finalmente fue a parar al socialista Patxi López, pero finalmente PP y PSOE abogaron por presentar sus propias propuestas y, finalmente, los socialistas acabaron registrando una propuesta respaldada por Unidas Podemos y sin el PP, mientras que los de Casado optaron por no llevar la suya hasta el final.
Algunas fuentes parlamentarias consultadas por este periódico manifiestan no tener demasiada "fe" en la comisión de reconstrucción. "Puede convertirse en un desfile de críticos con el Gobierno frente a personas que apoyan al Gobierno; reconstruir la economía sin reconstruir consensos es imposible", advierten.
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