El nuevo ministro de Sanidad es un sanchista de primera generación con amplio currículum en la docencia universitaria en el sector sanitario y un marcado perfil político. Su nombramiento refuerza sus posibilidades para candidatarse a la presidencia de la Xunta en las elecciones autonómicas previstas para el año que viene.

José Miñones (Santiago, 1972) fue en uno de los pocos alcaldes gallegos que en 2016 arropó al hoy presidente del Gobierno cuando fue derrocado de la secretaría general del PSOE tras negarse a facilitar la investidura de Mariano Rajoy. La aristocracia socialista de entonces temía un acuerdo con Podemos, así que provocó su salida y pretendió aupar al liderazgo del partido a Susana Díaz. Pedro Sánchez inició entonces su "gira del Peugeot" 407, el vehículo con el que recorrió las agrupaciones socialistas del país, convenció a las bases y acabó recuperando el poder en el partido en unas reñidas primarias. Miñones fue su baluarte en Galicia, y en 2021 Sánchez le designó delegado del Gobierno en la comunidad autónoma.

Hijo de un doctor en Farmacia con experiencia en política, el sucesor de Carolina Darias en Sanidad siguió los pasos de su padre y se licenció en la misma especialidad en 1997. Tres años después se doctoró con premio extraordinario en la Universidad de Santiago, donde ejerció como profesor de Química y Física de la Facultad de Farmacia.

Cuando apostó por Sánchez llevaba apenas un año como alcalde de Ames, un municipio residencial pegado a la capital gallega que a finales de los noventa fue llenándose de nuevas urbanizaciones habitadas por familias jóvenes de clase media que impulsaron su renovación demográfica.

Miñones, cuyo padre había sido teniente de alcalde en Santiago, compró un adosado allí e inició su carrera política al frente de una asociación vecinal local que lo llevó a las listas del PSOE en 2005 y a una concejalía en 2011. En 2015 se hizo con la Alcaldía en un Gobierno local de coalición con Podemos, las mareas y el BNG, con un novedoso proyecto político basado en la alianza de las izquierdas que hoy sigue funcionando con una gestión que muchos en Galicia consideran modélica.

Según ha podido saber Público a través de una persona que integra el Consejo de Ministros, Miñones es un "socialista muy comprometido" que sigue la línea de poner en valor el municipalismo y que "ejerce un liderazgo social muy genuino". Otro miembro de la Ejecutiva del PSOE en Galicia añade que Sánchez también lo querría al frente del partido en la comunidad: "Es un tipo formado y conciliador. Será un buen ministro, y además tiene un muy buen perfil para un candidato a la Presidencia de la Xunta".

La división que padece el socialismo gallego y el impulso mediático que tendrá Miñones al frente de un ministerio refuerzan esa tesis. El secretario xeral del PSdeG, alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación Provincial de A Coruña, Valentín González Formoso, no ha logrado coser el partido tras las primarias en las que arrebató el liderazgo de la formación a su antecesor, Gonzalo Caballero.

Miñones ha logrado mantenerse al margen de la guerra interna con una imagen de político pragmático, eficaz y conciliador, con una posición equidistante desde la que se ha permitido ejercer en ocasiones como cabeza visible de la oposición socialista a Feijóo, primero, y a Alfonso Rueda, después.