Este artículo se publicó hace 2 años.
El PP sale al rescate de Sánchez en el Congreso cuando sus socios le aprietan
Los máximos exponentes del bipartidismo han mostrado sintonía a lo largo de esta legislatura cuando Unidas Podemos y los habituales aliados parlamentarios del Gobierno han puesto contra las cuerdas a los socialistas en la Cámara Baja.
Pilar Araque Conde
Madrid-Actualizado a
Más allá de sus diferencias ideológicas, de sus rivalidades históricas y de las tensiones actuales a cuenta del bloqueo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), PSOE y PP también han mostrado sintonía a lo largo de esta legislatura en el Congreso cuando Unidas Podemos y los habituales aliados parlamentarios del Gobierno han puesto contra las cuerdas a los de Pedro Sánchez.
El último ejemplo se dio el pasado martes en la mesa de la Comisión de Presupuestos. Una vez más, el PP salió al rescate del PSOE ante las pretensiones de Unidas Podemos, ERC y EH Bildu de incluir en el proyecto presupuestario de 2023 aquellas reclamaciones que los socialistas se niegan a introducir en la ley de vivienda, cuya tramitación en la Cámara Baja sigue bloqueada sin visos de que se desatasque, precisamente, por estas discrepancias.
De esta manera, la suma de ambas formaciones en el seno de la mesa de este órgano parlamentario sirvió para vetar tres de las cuatro enmiendas registradas por los partidos progresistas para regular el precio de los alquileres, prohibir los desahucios de forma estructural y "corresponsabilizar" a los grandes tenedores de vivienda en la garantía de este derecho.
En los próximos días, el PP tendrá que despejar la incógnita de si volverá a evitar una nueva situación incómoda para el PSOE. Y es que está por ver si los de Feijóo echarán un nuevo capote a los socialistas en lo relativo a la comisión de la tragedia de Melilla, como ya hicieron en septiembre con la anterior petición registrada por Unidas Podemos y el resto de socios en esta dirección.
Los populares "no descartan" ninguna acción parlamentaria, incluida esta, a raíz de que este asunto se reavivara por las imágenes publicadas por la BBC, que ponen contra las cuerdas al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, aunque fuentes parlamentarias de otros grupos dudan de que el PP apoye una iniciativa de la izquierda (esta pondría además el foco sobre la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado) toda vez que el partido conservador solo busca la dimisión del titular de Interior.
Desde el GAL hasta el emérito, otras comisiones vetadas
PSOE y PP, junto a Vox y Cs, otros aliados en este tipo de situaciones complicadas para el partido mayoritario del Congreso, rechazaron en septiembre en la junta de portavoces la creación de una comisión sobre la masacre en el salto a la valla de Melilla, pero también otras dos investigaciones solicitadas por los morados sobre el brazo mediático de las cloacas del Estado y los papeles de Uber.
Aunque esta unión para vetar comisiones de investigación se ha repetido a lo largo de la legislatura. Los máximos exponentes del bipartidismo han sumado sus votos para rechazar en la mesa del Congreso alrededor de 20 ocasiones una indagación sobre la fortuna de Juan Carlos I y otras presuntas irregularidades cometidas por miembros de la Casa Real. Todas estas peticiones han llegado desde el partido minoritario del Gobierno y el resto de fuerzas independentistas y nacionalistas.
Justo al principio de la legislatura, el PP echó un cable al PSOE al votar en contra de una investigación referida al papel de Felipe González en la creación de los GAL, a pesar del criterio favorable de los letrados de la Cámara Baja. Y ambas fuerzas también han impedido hasta en dos ocasiones la apertura en el Congreso de una investigación tras el estallido del caso Pegasus, entre otras muchas peticiones de comisión que se han rechazado con los votos de PSOE y PP.
PSOE y PP también ha unido fuerzas en el hemiciclo
En cuanto a otras iniciativas llevadas al Pleno, los votos del PP han impedido que prosperaran aquellas impulsadas por los morados, tanto en solitario como junto a otros aliados parlamentarios, para obligar a Sánchez a mover ficha en el seno del Gobierno, como la reforma fiscal, la creación de una empresa pública de energía, el impuesto a las grandes fortunas, o las leyes de vivienda y trans defendidas por los colectivos implicados.
El PSOE también encontró en el PP una alianza para incluir a última hora en la ley audiovisual una enmienda que puso en pie de guerra a los productores independientes, y que provocó la primera abstención de Unidas Podemos a una iniciativa proveniente del Gobierno. Esta complicidad entre estas formaciones antagónicas puede darse en un futuro ante las aspiraciones de los socialistas de sacar a los perros de caza de la ley de bienestar animal y de prohibir la prostitución, dos medidas que no cosechan por ahora el apoyo de sus habituales socios en el Congreso.
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