Este artículo se publicó hace 2 años.
El PSOE olvida los cambios internos, pasa página tras Andalucía y se receta optimismo para 2023
Los socialistas miran al futuro tras unas semanas revueltas que comenzaron a finales de junio tras los peores resultados de su historia en territorio andaluz. "Vamos a por todas" es la consigna repetida por el presidente del Gobierno y los dirigentes de F
Madrid-
"Vamos a por todas". El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez repitió en la mañana de este sábado varias veces esta consigna. A la salida del Comité Federal de los socialistas, el mensaje había calado entre los dirigentes. "¿Cómo ha ido?", preguntaban los periodistas. "Muy bien, vamos a por todas", repetía más de uno, quien sabe si de forma irónica, porque tocaba o porque realmente la receta del optimismo es necesaria en Ferraz. Lo cierto es que la reunión del máximo órgano de dirección de los socialistas olvidó los cambios internos que han sumido en la incertidumbre al partido durante toda la semana y sirvió para pasar página también del resultado electoral en Andalucía. Ahora toca 2023.
Los titulares en lo orgánico ya venían puestos antes de esta veraniega cita. Los más de 250 dirigentes socialistas integrantes del Comité Federal no dilataron mucho el encuentro. Tras el discurso de Sánchez, en abierto y público, la reunión no duró más de dos horas y media. La imagen de la cúpula incluyó ya por primera vez, flanqueando al líder socialista, a los nuevos nombres fuertes del partido: Pilar Alegría (portavoz de la ejecutiva), María Jesús Montero (vicesecretaria general) y Patxi López (portavoz en el Congreso).
Sánchez despidió a los cargos salientes y dio la bienvenida a los nuevos en un minuto dentro de un discurso de casi una hora. Nombró por su nombre de pila a Adriana Lastra, Felipe Sicilia y Héctor Gómez. Les dio las gracias por su trabajo. "Vamos a por todas", le dijo a los recién llegados a sus puestos. "Para seguir protegiendo a las clases medias trabajadoras. Lo tenemos que hacer para que España siga avanzando", añadió. El desembarco en Ferraz de Moncloa mediante un comité de dirección o núcleo duro no fue presentado por Sánchez en su discurso.
Dentro, según diferentes fuentes consultadas, tampoco los dirigentes que intervinieron se detuvieron en los asuntos internos. El que más lo hizo fue el presidente de Asturias, Adrián Barbón, que dedicó palabras de elogio al papel de su paisana Lastra. Una mujer con "valores socialistas" fuera de toda duda. Los cambios se aprobaron "por asentimiento". "Hemos hablado fundamentalmente de política", destacaba a la salida otro importante dirigente.
De política habló mucho Sánchez, efectivamente. De emergencia climática, de transición energética, de las medidas realizadas por el Gobierno de coalición y de una salida socialdemócrata a la crisis económica frente a las viejas recetas del PP. El presidente nos llevó por momentos a unos días atrás, cuando compareció en el Congreso para el debate del estado de la nación. El único anuncio fue de fechas. Los detalles de los nuevos impuestos a las eléctricas y entidades financieras proclamados entonces se conocerán esta semana. PSOE y Unidas Podemos presentarán una Proposición de Ley para ello.
Los socialistas miran al futuro tras unas semanas revueltas que comenzaron a finales del mes de junio. El 19 de ese mes se confirmó el peor resultado del PSOE en unas elecciones en Andalucía. Justo el día en el que Juanma Moreno fue investido presidente, Ferraz acogía un Comité Federal en el que aquello ya parecía el pasado más lejano. "No hay que lamerse las heridas de las derrotas electorales", destacaba al respecto un dirigente territorial como Juan Lobato. "En Madrid vamos a ir a por todas", añadió tanto dentro de la reunión como fuera.
¿Autocrítica? Sánchez reconoció, sin profundizar, que el Gobierno puede equivocarse. "Seguro que no siempre hemos acertado", destacó. Entre las reflexiones escuchadas dentro se incidió en análisis que ya se habían hecho tras el proceso electoral andaluz. "Más empatía" o "más calle" fueron algunas de las cosas que se apuntaron internamente. "Hay que se conscientes de que hay gente pasándolo mal", destaca uno de los asistentes. "Pero todo eso ya se vio en el debate del estado de la nación", añadía otro al respecto.
Intenso mes de septiembre con primarias incluidas
Varios dirigentes cogían aire al pensar en la vuelta de las vacaciones. "Vamos a tener un mes de septiembre frenético", reconocía uno de ellos. Sánchez había sido claro en su discurso. "Toca meter una marcha más", dijo. Ferraz tomó nota. En lo orgánico, del Comité Federal sale una aceleración en los tiempos para ir engrasando la maquinaria electoral para las elecciones municipales y autonómicas de 2023.
El PSOE ha aprobado el calendario de primarias. De ahí tendrán que salir los principales candidatos. No se esperan muchas sorpresas en las principales plazas. Y todos los presidentes autonómicos que ya gobiernan (García Page, Lambán, Fernández Vara, Barbón, Puig o Armengol) repetirán, salvo renuncias, sin pasar por este proceso. Los que quieran concurrir a procesos municipales tienen como fecha tope el 20 de septiembre para decidirlo. Las primeras votaciones serán el 9 de octubre. Si alguna federación lo pide, habrá otro turno el 11 de diciembre.
Uno de los barones con más peso (y también más crítico con Sánchez), Emiliano García Page, dejaba claro el reto del partido: "vienen curvas". Un dirigente con relevancia en la dirección señalaba a la salida que "toca concentración" pero que "el PSOE está preparado y se abre una nueva etapa". Desde el Gobierno el primer reto inmediato es sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023. "En tiempo y forma", para poner en valor la estabilidad en Moncloa pese a los ruidos. Y luego, en 2023, "ir a por todas" y que la gestión gubernamental, de la que los socialistas sacan pecho, se note en la urnas.
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