Andalucía es el destino turístico por excelencia de la península, tanto para viajeros nacionales como internacionales. No es para menos teniendo en cuenta la cantidad de rincones de ensueño que suman sus ocho provincias. Pero existe “otra” Andalucía secreta que es frecuentada por los propios andaluces cuando quieren huir del mundanal ruido turístico, especialmente en verano. A continuación, os proponemos un viaje para descubrir la Andalucía de los andaluces, rincones menos masificados ideales para viajeros inquietos.
Los Vélez (Almería)
Arrancamos nuestro viaje por la Andalucía de los andaluces al norte de la provincia más oriental de la región. Allá arriba, lejos ya de Roquetas de Mar o el Cabo de Gata, se ubica la comarca de los Vélez, que limita al sur con el Valle del Almanzora y con las comarcas granadinas de Baza y Huéscar al oeste.
Los municipios de Chirivel, María, Vélez-Blanco y Vélez-Rubio conforman esta comarca que combina excelsos paisajes naturales como los de las sierras de la Muela o de María con el patrimonio cultural de monumentos como el propio Conjunto Histórico de Vélez-Blanco en el que destaca su imponente Castillo de los Fajardo.
Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva)
Buena parte de los turistas que llegan a Huelva se dirigen a enclaves como Isla Cristina, Punta Umbría, Jerez, las minas de Río Tinto o la propia capital provincial. Pero el norte de Huelva también ofrece rincones más que atractivos, como el Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, con una superficie de casi 190.000 hectáreas, formando parte de la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena, siendo el segundo en extensión solo por detrás del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.
Son estas amplias dehesas las que cobijan deliciosos pueblos como Cumbres Mayores, Fuenteheridos, Castaño del Robledo o el propio Jabugo que da nombre a uno de los productos más insignes de la gastronomía española. Por su parte, otros enclaves como Alájar ofrecen estampas tan bucólicas como la que vemos en la imagen.
Desierto de Gorafe (Granada)
Tan “secreto” es el desierto de Gorafe que muchos andaluces, incluso granadinos, aún no lo conocen. Y es que las altas temperaturas que puede alcanzar este enclave ahuyentan a muchos visitantes que prefieren la brisa sobre las olas en Almuñécar.
Pero lo que no saben es que las casas-cueva del pueblo de Gorafe son viviendas bioclimáticas que pueden mantener una temperatura constante en torno a 20° C. Así que ya no hay excusa para no acercarse a este lugar plagado de paisajes alucinantes como los Coloraos que si estuvieran en Arizona ya habrían sido convertido en hashtags de Instagram.
Campiña Norte (Jaén)
Si hay una provincia plagada de rincones secretos en Andalucía esa es Jaén, siempre a la sombra de sus vecinas más vistosas. Pero gracias a tierras como la Campiña Norte, Jaén va consiguiendo atraer a los viajeros más inquietos, aquellos que buscan lugares inexplorados por el turismo masivo.
Porque es muy probable que hayas cruzado Despeñaperros varias veces en tu vida, pero nunca te hayas detenido a visitar su entorno que incluye el Parque Natural de la Sierra de Andújar.
La Campiña Norte, conocida también como la “Puerta de Andalucía”, es una entidad comarcal que suma 25 municipios conectando la meseta con el Valle del Guadalquivir a través de Sierra Morena. Arjona, Arjonilla, Lopera, Marmolejo o la propia Andújar son algunas de las localidades más interesantes de esta tierra tapizada de olivos, encinas y alcornoques
Zahara de la Sierra (Cádiz)
Nos vamos al entorno de otro parque natural, el de la Sierra de Grazalema, para descubrir uno de esos pueblos que nos confirman que la belleza (también) está en el interior. Porque Cádiz es bonita por dentro y por fuera, desde su costa hasta sus montañas, como la que sostiene Zahara de la Sierra, uno de los pueblos más bonitos del norte gaditano.
Su caserío sobre la falda de la Sierra del Jaral que custodia los restos de su vertiginosa Torre del Homenaje son la estampa más icónica de esta localidad en la que no faltan esas calles flanqueadas por viviendas de paredes encaladas que tanto animan el disparador de nuestra cámara. Y si tienes nostalgia de chapuzón no te preocupes porque en el cercano Área Recreativa de Arroyomolinos tienes la Playita, la refrescante sorpresa de esta perla blanca sobre el verde tapiz de la Sierra de Grazalema.
Sierra de las Nieves (Málaga)
En julio de 2021, la Sierra de las Nieves se convirtió en el Parque Nacional número 16 de España, el tercero en Andalucía, tras Doñana y Sierra Nevada. Y así fue como muchos viajeros aficionados al turismo de naturaleza descubrieron un precioso rincón más allá de la venerable (y masificada) costa malagueña.
Son 23.000 hectáreas que cobijan el 70% de los pinsapares peninsulares, una formación forestal constituida por un denso dosel arbóreo que se asemeja al bosque boreal de coníferas, al que hay que sumar el quejigal de alta montaña, una fisionomía muy particular modelada por el efecto de la nieve… Sí, en Málaga también nieva.
Castellar de la Frontera (Cádiz)
El carácter fronterizo marcó buena parte de Andalucía durante la mayor parte de la Edad Media, una etapa caracterizada por las frecuentes luchas entre territorios, especialmente entre el reino cristiano del norte y los estados musulmanes del sur. Uno de esos pueblos en los que aún puede palparse ese carácter fronterizo es Castellar de la Frontera, uno de los secretos mejor guardados de la provincia de Cádiz.
A media hora al norte de la bahía de Algeciras, sobre el manto verde del Parque Natural de Los Alcornocales y a un paso del embalse del Guadarranque, su fortaleza nazarí controló durante muchas décadas esta zona de gran tensión bélica. Hoy, su núcleo más antiguo de población —conocido como Castellar Viejo—, ha sido salvado del abandono a través del repoblamiento iniciado en la pasada década de los 80, especialmente por viajeros extranjeros que quedaron maravillados con este rincón gaditano.
La Iruela (Jaén)
Regresamos a Jaén, pero nos vamos al este de la Campiña Norte para conocer uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Cazorla a poco más de 5 kilómetros de la propia localidad de Cazorla. Pero para recorrer esos 5 kilómetros necesitaremos casi 20 minutos en un camino sinuoso que nos conduce a lo alto de la montaña, allá donde descuella el castillo de la Iruela en la cima de El Picacho, ofreciendo una de las estampas más bonitas de toda la provincia.
Pero además de las ruinas del castillo —en las que se rodaron escenas de Curro Jiménez— La Iruela cobija los restos de la iglesia de Santo Domingo de Silos, cuyas trazas son atribuida a Andrés de Vandelvira —artífice de la Catedral de Jaén, entre otros edificios de la provincia— que tuvo que sortear los desafíos arquitectónicos que proponía una topografía más que complicada.
Priego de Córdoba (Córdoba)
A 100 kilómetros al sureste de la capital provincial y en plena Ruta del Califato que conecta Córdoba con Granada, se ubica Priego de Córdoba, una joya oculta en el interior de Andalucía que refresca con sus fuentes, como la del Rey o la de la Salud —también se la conoce como “la ciudad del agua”— y que enamora con barrios como el de La Villa y rincones como el Balcón del Adarve. Una preciosa localidad de la comarca de la Subbética, popular también por custodiar los mejores ejemplos del Barroco cordobés.
Playa de Cabopino (Málaga)
Ya te temías lo peor, ¿verdad? Que en este viaje por la Andalucía de los andaluces te dejásemos sin playa. Pero eso sería una injusticia teniendo en cuenta la cantidad de playas de todos los tipos y condiciones con las que cuenta esta región. Si bien no es fácil encontrar un rincón solitario, siempre hay lugares menos frecuentados en los que encontrar un poco de paz sin sobredosis de sombrilla y partida de pala.
Una de esas fantásticas playas no tan concurridas es Cabopino, cerca de Marbella, gracias a su ambiente natural —al menos en comparación con otros arenales malagueños— custodiado por la famosa Torre Ladrones. Una estampa paradisiaca para terminar este viaje descubriendo la Andalucía más íntima.
