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El doble juego del PSOE con la Corona: republicano para la afición, monárquico en el Parlamento

Junto a la complaciente bienvenida al emérito por parte de la derecha, los socialistas se caracterizan por el funambulismo político: críticas de cara a la galería pero bloqueo de cualquier iniciativa en el Congreso que permita investigar al monarca.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Felipe VI posan juntos después de que Sánchez prometiera su cargo como presidente, en el Palacio de La Zarzuela, a 8 de enero de 2020.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Felipe VI posan juntos después de que Sánchez prometiera su cargo como presidente, en el Palacio de La Zarzuela, a 8 de enero de 2020. EP

Los escándalos de Juan Carlos I no sólo han retratado a la monarquía de nuestro país, sino también a buena parte de nuestro establishment político. Su reacción ante el regreso del emérito un año y ocho meses después de que emprendiera la huida acusado de delitos relacionados con comisiones ilegales, cuentas ocultas en paraísos fiscales y evasión de impuestos, evidencia ciertas incoherencias.

Junto a la complaciente bienvenida al monarca por parte de la derecha y la ultraderecha, nos topamos con la siempre incómoda posición del PSOE, partido que en los últimos tiempos ha realizado un ejercicio de auténtico funambulismo manejando la contradicción de declararse republicano pero posicionándose, llegado el momento, a favor de la Corona.

La calculada ambigüedad del PSOE en lo referido a la monarquía quedaba patente, una vez más, el pasado verano cuando la Mesa del Congreso sometía a votación la última comisión de investigación registrada sobre la figura de Juan Carlos I. Impulsada por Unidas Podemos y otros ocho partidos, la propuesta caía en saco roto por decimoquinta vez gracias a los votos de PP, Vox y, en efecto, el PSOE.

No es la única vez, y a buen seguro no será la última, en la que el cacareado republicanismo del PSOE queda en entredicho. Por el momento ni está ni se le espera. Ante el empuje de las Juventudes Socialistas, que incluyen de forma recurrente enmiendas sobre el asunto republicano para que sea incluido en las resoluciones del partido, se impone el pragmatismo en el seno de la formación, que no duda en ponerse de perfil cuando la situación lo requiere.

Impera, se podría decir, un republicanismo de postín. Que coquetea con lo sentimental y lo simbólico pero que se da de bruces con la realpolitik. Un as en la manga que conviene airear cuando se trata de apelar a la memoria de un partido que, no en vano, tiene en su ADN más reciente una suerte de republicanismo federal pese a que, Transición y Constitución del 78 mediante, ha ido progresivamente acunando sus anhelos primigenios.

Lean ahora una de las resoluciones aprobadas en el famoso Congreso de Suresnes que celebraron los socialistas en 1974: "El PSOE se pronuncia por la constitución de una República Federal de las nacionalidades que integran el Estado español por considerar que este estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español".

En contra de eliminar la inviolabilidad del rey

Y en ese ejercicio de contorsionismo político nos topamos, por ejemplo, con su elocuente voto en contra –en febrero de 2021 y junto a PP, Vox y Cs– de la iniciativa de ERC para eliminar la inviolabilidad del jefe del Estado y retirar el aforamiento a Juan Carlos I y otros miembros de la Familia Real.

La iniciativa, que se puso sobre el tapete en medio de la crisis de la Corona por los escándalos económicos y judiciales del emérito, fue apoyada por Unidas Podemos, PNV, EH Bildu, Junts y la CUP, entre otros partidos. Sin embargo, una vez más, el PSOE prefirió ponerse de perfil, pese a que el propio Pedro Sánchez abrió en su día el melón de la inviolabilidad para, posteriormente, recular

En contra de despenalizar las injurias a la Corona

Otro episodio ilustre que dice mucho de ese doble juego que mantiene el PSOE desde la Transición tuvo lugar en octubre de 2020. Era el quinto intento de ERC para que el Congreso despenalizase las injurias a la Corona y los ultrajes a España. ¿Y qué ocurrió? Que una vez más el PSOE acudió presto a la llamada de la monarquía.

Con la participación crucial de los votos del PSOE, y junto a los también habituales PP, Vox y Ciudadanos, la iniciativa que proponía suprimir el apartado 3 del artículo 490 y los artículos 491 y 543 del Código Penal, que son los preceptos que sancionan las denominadas injurias al rey y ultrajes a España, no salía adelante. Una vez más, el alma republicana del PSOE brilló por su ausencia.

En contra de que el CIS pregunte por la monarquía

Una característica del esquivo republicanismo del PSOE es su rechazo a la posibilidad de que el CIS incluya una valoración sobre la monarquía en sus diferentes estudios, no en vano lleva más de seis años sin preguntar por la Corona en sus encuestas. En septiembre de 2020, los socialistas se opusieron de plano a dicha posibilidad alegando que de esta forma preservaría su exclusión de la "contienda política".

Todo indica que los pasos que pueda dar el PSOE en defensa de sus tímidos postulados republicanos están supeditados a los cambios sociales que se produzcan en los próximos años. En ese sentido, y si nos atenemos a la encuesta de la Plataforma de Medios Independientes publicada en octubre de 2021, se percibe todavía cierta división entre la ciudadanía que podría explicar las medias tintas del PSOE en materia monárquica.




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