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La CUP afrontará las municipales del próximo año con el objetivo de recuperar las posiciones perdidas en 2019

La formación de Esquerra Independentista quiere volver a tener representación en los grandes ayuntamientos en los que perdió hace tres años y sitúa las soberanías como un eje central de su propuesta política en el ámbito local.

12/03/2022 - Una imatge del Congrés Municipalista que la CUP va celebrar a Tarragona el passat març.
Una imagen del Congreso para las municipales celebrado el pasado marzo en Tarragona. Ariadna Escoda / ACN

Las elecciones municipales del próximo año son un test primordial para confirmar si la CUP vuelve a situarse en un ciclo ascendente. Durante años, el municipalismo fue el único ámbito institucional de actuación de la formación anticapitalista que no dio el salto al Parlament de Catalunya –en el 2012– hasta que no había consolidado una presencia relativamente destacada en las administraciones locales. El estreno en el Congreso no llegaría hasta el 2019. Acostumbrada a mejorar resultados cada vez que tocaba pasar por las urnas, el escenario cambió en las elecciones al Parlament de diciembre del 2017 –convocadas bajo la aplicación del 155–, cuando pasó de diez a 4 diputados.

En mayo del 2019, en un contexto de plena represión al independentismo –con varios dirigentes del movimiento encarcelados–, la CUP retrocedió en los comicios locales, al bajar de los 382 concejales de 2015 a 334 y perder 60.000 votos. El reto para las elecciones municipales de la próxima primavera será confirmar el cambio de tendencia materializado ya en el Parlament  –nueve diputados en los comicios del año pasado– y en el Congreso. Mantener alcaldías ya emblemáticas, como la de Berga, y recuperar la presencia perdida en algunos de los principales ayuntamientos catalanes –empezando por Barcelona, pero pasando también por Terrassa, l'Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet o Lleida– son algunos de los objetivos que se fija la organización de la Esquerra Independentista para dentro de 12 meses.

Tras las últimas elecciones locales, la CUP acumuló 19 alcaldías y formaba parte de una cuarentena de gobiernos municipales –entre los que destacan Sant Cugat del Vallés, Figueres o Sitges, en los tres casos como socio minoritario–, cifra que aspira a mejorar el próximo año si realmente confirma su tendencia al alza. En cualquier caso, Hug Lucchetti, miembro del secretariado nacional del partido y de su área de municipalismo, matiza que "si entramos en un gobierno o no y con qué alianzas dependerá de si es posible o no desarrollar nuestra propuesta política en más o menos grado. Gobernar por gobernar no es nuestra principal aspiración".

Recuperar presencia en el área metropolitana

En 2015 la CUP había conseguido representación en buena parte de los municipios del área metropolitana de Barcelona, la zona que concentra la mayor parte de la población catalana, algo que no repetiría cuatro años después. Además de quedarse fuera del consistorio de la capital, tampoco entró en los plenos de l'Hospitalet, Cornellà, Sant Boi, Barberà, Santa Coloma de Gramanet o Montcada i Reixac, ciudades donde había tenido presencia ya fuera en solitario o formando parte de candidaturas más amplias. En este sentido, Lucchetti apunta que "queremos reforzar el trabajo en el ámbito del área metropolitana y ya estamos trabajando para presentarnos en las mejores condiciones tanto en Barcelona como en otros municipios y recuperar, si cabe, a los concejales que no se lograron en el 2019".

Luchetti: "Queremos reforzar el trabajo en el ámbito del área metropolitana de Barcelona"

A la hora de concurrir a los comicios locales, tanto en 2015 como en 2019, la formación anticapitalista ha combinado las listas en solitario con la participación en candidaturas más amplias, de las que también formaban parte otros partidos de izquierdas u organizaciones de ámbito local. Figueres, Girona, Sitges, Ripollet o Badalona son ejemplos de ciudades en las que hace tres años la CUP participó en candidaturas que trascendían sus propias siglas.

De cara a la próxima cita electoral, Lucchetti detalla que la forma de concurrir "es un debate que tenemos sobre la mesa". Y añade que "la idea es decidirlo colectivamente. Más allá de la autonomía local y que debe tenerse en cuenta la realidad de cada caso, hay que asumir a nivel nacional y tener unos criterios compartidos". El miembro del área de municipalismo de la CUP clarifica que "estamos trabajando en torno a una propuesta política y la idea es que la gente que se sume (a una candidatura con la CUP) debe compartirla, aunque evidentemente que esta propuesta puede enriquecerse". La limitación de mandatos y sueldos que establece el código ético cupero son otras de las cuestiones a compartir en listas más amplias, completa.

Las soberanías, eje clave

Las soberanías –o su recuperación– son una de las grandes claves de la propuesta política que la CUP presentará a los comicios. Lucchetti admite que con los años que acumulan en las instituciones son plenamente conscientes de los límites que éstas tienen, pero al mismo tiempo defiende que "queremos superarlos y para ello hace falta mucho músculo y un movimiento muy fuerte". La recuperación de soberanías se materializaría en cuestiones como la generación de comunidades energéticas locales o la remunicipalización del servicio del agua, este último un paso que han dado 21 municipios catalanes en la última década, mientras que hay una cuarentena más que trabajan para hacerlo en los próximos años.

"Estos son elementos que nos hacen avanzar en el ámbito de las soberanías", plantea Lucchetti, quien también subraya que "si bien no nos llevan a superar de inmediato el capitalismo, son elementos que nos acercan a ello. Si municipalizamos el agua la podemos gestionar de forma más democrática y más ecológica de lo que hace Agbar, garantizando su accesibilidad para todos". La vivienda, a pesar de las limitadas competencias locales para abordarla, será otro de los ámbitos centrales del programa municipal de la CUP, con la intención de "desplegar todo lo que esté a nuestro alcance para aumentar el parque público de vivienda y tensar al máximo el marco legal para que el derecho a la vivienda sea efectivo".

El ecologismo, el antiracismo y el feminismo deben ser "cuestiones transversales" en las políticas de la CUP

Para el miembro del secretariado nacional de la CUP, un elemento central de la propuesta será "identificar las prioridades y ver cuáles pueden poner en disputa el capital y podamos hacer que el capital tenga menos ganancias para que reviertan en la calidad de vida de las personas". Asimismo, subraya que el ecologismo, el antiracismo y el feminismo "deben ser cuestiones transversales en todas las políticas que hagamos".

Lucchetti concluye diciendo que "debemos hacer que la propuesta municipalista sea coherente con toda nuestra estrategia nacional y con idea de poder superar los límites, que sabemos que existen y muchas veces nos provocan frustración, y debemos superarlos generando conflicto y lucha".

Aunque estamos en un contexto con una movilización muy inferior a la de hace unos años, considera que ahora mismo hay "ventanas de oportunidad en torno a las que se pueden generar escenarios de desobediencia y de ruptura" y cita, por ejemplo, la cuestión del catalán en la escuela, la defensa del territorio –con el rechazo al proyecto de los Juegos Olímpicos de Invierno como paradigma– o el movimiento por la vivienda. Para él estos casos demuestran que existe "camino para la movilización y la lucha", al tiempo que sirven para "demostrar que dentro de los límites del Estado español no es posible una vida digna". Dentro de un año la ciudadanía decidirá en las urnas si la propuesta de la CUP gana fuerza en los ayuntamientos.

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