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¿Cuáles son los principales retos y objetivos de los partidos catalanes para 2024?

El próximo junio se celebrarán las elecciones europeas y es probable que antes de culminar el año llegue una nueva cita con las urnas, con unos comicios catalanes que podrían avanzarse unos meses.

20/12/2023 - Imatge del darrer ple del Parlament de Catalunya del 2023, celebrat el 20 de desembre.
Imagen del último pleno de 2023 del Parlament, celebrado el 20 de diciembre. Mariona Puig / ACN

Después de un 2023 especialmente intenso a nivel político, con la celebración de las elecciones municipales y las generales, Catalunya afrontará 2024 con la certeza de que el 9 de junio habrá los comicios al Parlamento Europeo. Ahora bien, cada vez parece más probable que antes de acabar el curso los catalanes tengan que acudir nuevamente a las urnas, en este caso para escoger el nuevo Parlament autonómico.

A pesar de que la actual legislatura puede alargarse hasta febrero de 2025, crecen las voces que apuntan a un "avance técnico" de unos cuántos meses, lo que situaría las elecciones catalanas en el último trimestre del 2024. Si se confirmara, obviamente sería la principal cita política del año, con una batalla muy abierta para conseguir la presidencia de la Generalitat.

Paralelamente, el nuevo año también supondrá la reactivación de la mesa de diálogo entre gobiernos, la negociación de un nuevo modelo de financiación para Catalunya, la aprobación de la Ley de amnistía y la materialización del inicio del traspaso de algunas líneas de Rodalies a la Generalitat, entre otras cuestiones.

Todo ello sin obviar una sequía que, a medida que se agrave, acaparará atención política, mediática y ciudadana, con la inminente entrada en situación de emergencia del sistema Ter-Llobregat, que alcanza a unos seis millones de personas, con zonas como Barcelona y su área metropolitana. Repasamos los retos del 2024 para los principales partidos catalanes.

ERC

Tras un 2023 marcado por los pésimos resultados electorales obtenidos tanto en las municipales de mayo como en las generales de julio, ERC afronta un 2024 en que necesita empezar a rentabilizar la acción de gobierno si quiere tener opciones de mantener la presidencia de la Generalitat cuando se celebren los comicios en el Parlament.

La primera cita con las urnas serán las europeas, en las que en 2019 los republicanos fueron la tercera fuerza en Catalunya, por detrás de Junts -con Carles Puigdemont de candidato- y del PSC, a pesar de presentar una candidatura encabezada por su líder, Oriol Junqueras.

La aprobación de una nueva financiación es una de las prioridades de 2024 para ERC

ERC confía en que cuando llegue esta fecha se hayan producido avances significativos en varios ámbitos. A nivel temporal, el primer gran objetivo es conseguir la aprobación de los presupuestos de la Generalitat del próximo año, actualmente embarrancados por el Hard Rock y las estrategias políticas de final legislatura.

Paralelamente, los republicanos esperan visualizar la puesta en marcha de la "segunda fase" de la negociación con el Estado para resolver el conflicto político con la reactivación de la mesa de diálogo, prevista para el primer trimestre.

Además, en el primer semestre del año también se tendría que aprobar la Ley de amnistía, un logro que ERC reivindica como un éxito de su estrategia negociadora con el PSOE. Asimismo, aspira a que se hagan los primeros pasos para materializar el traspaso de Rodalies a la Generalitat -otro acuerdo de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez-. También haber arrancado de manera formal las conversaciones para lograr un modelo de financiación para Catalunya que Aragonès y los suyos quieren que sea "singular".

El reto es cerrar un acuerdo satisfactorio antes de culminar 2024, que le sirva también como as de cara a las siguientes elecciones al Parlament. Como único partido del Govern, ERC también tiene que mejorar la percepción de su gestión del día a día en ámbitos tan trascendentes como la histórica sequía que vive Catalunya -y que las próximas semanas continuará, según todas las previsiones- o la educación, después de los pésimos resultados en el reciente informe Pisa.

Todo ello con el objetivo de cambiar las encuestas y reducir la distancia con un PSC que, según el último Baròmetre del CEO, ahora mismo se impondría con claridad en los comicios catalanes y haría casi imposible que Aragonès pudiera continuar al frente de la Generalitat.

PSC

El PSC arrancará 2024 en una especie de primavera demoscópica, puesto que el grueso de las encuestas sitúan al partido de Salvador Illa al frente, con una ventaja creciente sobre ERC y Junts. Nada sorprendente si tenemos en cuenta que la formación se ha impuesto en los últimos tres comicios que se han hecho en Catalunya -catalanas de 2021 y municipales y generales de 2023-.

Con un Illa totalmente consolidado como líder de los socialistas catalanes, el PSC aspira a imponerse en unas elecciones europeas por primera vez desde 2009 -en 2014 ganó ERC y en 2019, Junts- y, sobre todo, ganar con claridad los comicios catalanes, sean a finales de 2024 o principios de 2025.

El PSC aspira a ganar las europeas por primera vez desde el 2009 y, sobre todo, volver a la presidencia de la Generalitat

El gran objetivo es asaltar la Generalitat para volver a una presidencia que el PSC no tiene desde 2010. Para conseguirlo, la receta de Illa es clara: combinar una oposición con cierta voluntad de llegar a grandes acuerdos con el Govern en ámbitos como los presupuestos, con una actitud más dura y crítica en cuestiones como la gestión de la sequía.

Con un electorado parcialmente en desacuerdo con la amnistía, uno de los grandes retos de la formación será que la aprobación de esta ley no provoque alguna potencial fuga de votantes hacia opciones españolistas, ya sea un PP al alza en Catalunya o un Ciudadanos en fase moribunda, que tirará de agitación contra la amnistía como última carta para resucitar.

A nivel municipal, en principio en el primer trimestre del año se tendrá que aclarar si el PSC llega a algún acuerdo para ampliar el gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, con el dilema de un pacto con Junts o un acuerdo con Comuns y ERC.

El primer secretari del PSC, Salvador Illa, en una imatge recent. / ACN
El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en una imagen reciente. / ACN.

Junts

Junts per Catalunya afronta un 2024 decisivo a nivel interno, en el que se empezará a comprobar el impacto de su cambio de estrategia a raíz del "sí" a la investidura de Pedro Sánchez. La formación liderada de facto por Carles Puigdemont necesitará lograr algún acuerdo significativo en las negociaciones con el Gobierno español en su eterna pugna con ERC y, a la vez, aspira a repetir triunfo en unas elecciones europeas en las que, muy probablemente, el expresident de la Generalitat volverá a encabezar la candidatura.

La progresiva pérdida de peso de Laura Borràs intensifica las tensiones internas en Junts

Lograr avances en su nueva apuesta negociadora con el Estado es fundamental para taponar potenciales fugas de votantes hacia una hipotética cuarta candidatura independentista, los impulsores de la cual ya han hecho críticas hacia el giro de Junts.

Además de su hipotética entrada en el gobierno de Barcelona -bien vista por Xavier Trias-, durante 2024 es probable que se incrementen las tensiones internas en Junts, ante la progresiva pérdida de peso de la presidenta de la formación, Laura Borràs, y sus acólitos.

Unas tensiones que podrían culminar con la celebración de un congreso extraordinario, previsiblemente antes de unas elecciones catalanas en las que, según el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) -el CIS catalán-, ahora mismo Junts sufriría una bajada importante y con entre 19 y 24 diputados quedaría muy lejos del PSC, pero también de ERC.

Comuns

Después de garantizarse la presencia en el Gobierno, ahora con Ernest Urtasun como ministro de Cultura, el espacio de los Comuns afronta un 2024 en el que se tendrá que aclarar qué impacto tiene la ruptura estatal entre Sumar y Podemos. La formación morada, con poca estructura propia ahora mismo en Catalunya, tiene que celebrar las próximas semanas una asamblea ciudadana que puede determinar su relación con Catalunya en Comú, que puede pasar por mantener la actual alianza o por una ruptura que debilitaría a las dos partes de cara a las elecciones al Parlament.

Albiach ya ha anunciado que quiere repetir como cabeza de lista en el Parlament

Con una Jéssica Albiach cada vez más consolidada y que ha expresado la voluntad de repetir como cabeza de lista en los comicios catalanes, las últimas encuestas mejoran las perspectivas de la formación, que actualmente suma ocho diputados.

En la recta final de legislatura, los Comuns tienen la voluntad de acentuar perfil de izquierdas, como ya se está viendo en la negociación de los presupuestos donde sitúan el Hard Rock como línea roja y se desmarcan de un PSC que apuesta claramente por el complejo de ocio y del juego. A nivel municipal, el partido también está intensificando las críticas en Barcelona a Jaume Collboni, en materias como la vivienda.

CUP

La formación independentista y anticapitalista dedicará la primera mitad de 2024 a culminar su proceso de debate estratégico, el llamado Procés de Garbí, ya plenamente en marcha después de celebrar su primer congreso nacional abierto, hace apenas un par de semanas. Después de encadenar unos pésimos resultados en las elecciones municipales y en las generales -perdió la representación en el Congreso-, la CUP decidió poner en marcha este debate a fondo, que le tiene que servir para replantearse su política de alianzas y su rol a nivel institucional, entre otras cuestiones.

La voluntad del espacio es recuperar la incidencia social y política que consiguió hace pocos años, con el horizonte de las próximas elecciones en el Parlament, dado que los comicios europeos es una cita a la cual tradicionalmente ha rehusado participar. En el Parlament, mantendrá una marcada oposición de izquierdas al Govern de ERC, si bien en esta ocasión sí que está abierta a negociar los presupuestos, a diferencia de un año atrás.

Congrés Nacional Obert de la CUP a Girona.
El reciente congreso nacional abierto de la CUP, celebrado en Girona. Mariona Puig / ACN

La triple derecha españolista

Finalmente, en cuanto a la triple derecha españolista, el PP catalán tendría que afrontar sí o sí un congreso regional durante 2024, después de que el último se hiciera en 2018. A pesar de que inicialmente el líder estatal del partido, Alberto Núñez Feijoo, tenia la intención de defenestrar a Alejandro Fernández, ahora mismo el escenario no está nada claro, después de que el presidente del partido en Catalunya haya ganado fuerza y tenga decidido optar a la reelección.

Otros nombres que suenan para optar a liderar el partido son la eurodiputada Dolors Montserrat y el alcalde de Castelldefels, Manuel Reyes.

A nivel electoral, las encuestas prevén un salto adelante de la formación en las elecciones al Parlament, multiplicando los pésimos tres diputados que obtuvo en 2021, en buena parte gracias a quedarse con los últimos votantes de Ciudadanos.

Precisamente, el partido de derechas puede afrontar el último año con presencia en el Parlament, puesto que ahora mismo no hay ningún sondeo que pronostique que mantendrá representación en la cámara. Con la intención de que Carlos Carrizosa repita como cabeza de lista, la estrategia del partido para intentar evitar la estocada definitiva será tirar de crispación en temas como la amnistía o la inmersión lingüística en catalán en la escuela. Cuestiones que también formarán parte del argumentario de la extrema derecha de Vox, a quien las últimas encuestas pronostican una evolución a la baja, un hecho que podría alimentar también el crecimiento del PP.

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