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Declara ante el juez la menor ecuatoriana que sufrió violencia racista

El médico forense analizará si sufre lesiones físicas o psíquicas

EFE

La chica ecuatoriana que fue víctima de un ataque racista en los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) ha entrado esta mañana al Juzgado, escoltada por un guardaespaldas y tratando de eludir el acoso de las decenas de representantes de medios de comunicación que cubrían su llegada.

La menor ha entrado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) a las 11.00 horas de hoy a la espera de que el médico forense la explore, para determinar si sufre lesiones físicas o psíquicas debido a la agresión racista, y le tome declaración.

La chica ha entrado en el edificio judicial, protegida por un guardaespaldas y arropada por su madre y su hermana, que han pedido a los medios de comunicación que no grabaran a la joven, cuyo rostro se cubría en todo momento con el pelo, ni intentaran arrancarle declaraciones.

Además de los familiares y el guardaespaldas han acompañado a la joven dos representantes del Consulado de Ecuador en Barcelona y su abogado, Juan Córdoba.

Decenas de curiosos 

A las puertas del Juzgado de Sant Boi se han concentrado numerosos vecinos de la localidad, que han acudido a curiosear, atraídos por la expectación causada por la presencia de numerosos medios de comunicación, que han desplazado al lugar varias unidades móviles.

 Otro grupo de jóvenes, amigos del agresor, también ha acudido a las puertas del Juzgado y está grabando con una cámara de vídeo a los periodistas que cubren la información.

La ministra de Asuntos Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, pidió ayer a los medios de comunicación que no acosaran a la menor porque ésta se encuentra muy afectada por lo ocurrido e incluso ha tenido que cambiar de domicilio para evitar a la prensa.

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