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La lluvia se vuelve contra Alonso

El bicampeón del mundo necesita un milagro para remontar doce puntos en dos carreras. Su mala suerte con la lluvia de Japón y el primer puesto de Hamilton, que no fue sancionado por su actitud ante el 'safety car', le condenaron

PÚBLICO/AGENCIAS

El español Fernando Alonso ha visto esfumarse en la vuelta 41 del GP de Japón casi todas sus opciones de conquistar su tercer Mundial consecutivo de Fórmula 1. La intensa lluvia provocó que el coche del asturiano resbalara y chocara contra un muro. A ello se une que el británico Lewis Hamilton se hiciera con la victoria, por lo que su distancia al frente de la clasificación aumenta a 12 puntos a falta de las carreras en China y Brasil.

Ya desde el inicio de la carrera, el agua quiso erigirse en el protagonista de la jornada. Y es que la intensidad de la lluvia obligó a que los pilotos dieran sus primeras 19 vueltas escoltados por el coche de seguridad. Pese a ello, los Ferrari tuvieron problemas a las primeras de cambio. Tanto Kimi Raikkonen (Ferrari) como Felipe Massa (Renault), que incluso se salió del asfalto en la primera curva, realizaron una selección equivocada de neumáticos y antes de completar el tercer giro ya habían visitado a los mecánicos.

El 'safety car', protagonista de la carrera

En la vuelta 19, el 'safety car' desapareció y Hamilton lanzó la carrera, pese a que las condiciones seguían siendo dantescas. Coincidiendo con la puesta en marcha de la prueba, Massa encabezó de nuevo las incidencias al chocar con Alexander Wurz (Williams). No fue el único, pues Alonso también tuvo un pequeño susto. Aunque lo realmente impactante fue ver salir de 'boxes' a Takuma Sato con su coche envuelto en llamas.

Entre tanto frenazo y salida de pista, los pilotos fueron compleando su primer paso por 'boxes', lo que trajo numerosas alteraciones a la clasificación. Fruto de estos cambios, Hamilton se salió de pista impulsado por Robert Kubica (BMW Sauber), mientras que Alonso fue arrollado por el alemán Sebastien Vettel.

Hamilton salió indemne del roce, todo lo contrario que el asturiano al que se le quedó la parte lateral derecha totalmente destrozada en la vuelta 35 de las 67 previstas. Tan sólo seis vueltas después, la agonía llegó a su fin. Alonso perdió el control de su monoplaza y chocó contra el muro para estallar su monoplaza en mil pedazos, que quedaron esparcidos por toda la pista, obligando de nuevo a salir al coche de seguridad.

Comportamiento extraño de Hamilton 

Con su principal rival fuera de combate, y los hoy combativos Vettel y Mark Webber (Red Bull) también camino del 'paddock' tras tocarse, Hamilton optó por controlar la carrera a velocidad de crucero, consciente de que podía dejar el Mundial prácticamente sentenciado. El comportamiento extraño del inglés al frenar la velocidad demasido en la vuelta 46, provocando indirectamente el accidente entre el australiano Mark Webber (RBR-Renault) y el alemán Sebastián Vettel (Toro Rosso-Ferrari), fue examinada por los comisarios de carrera, que finalmente no le sancionaron y confirmaron su primer puesto.

Y así fue, tras Hamilton, que cruzó la bandera a cuadros a años luz de sus compañeros de podio, Heikki Kovalainen (Renault) y Raikkonen (Ferrari) mantuvieron una pugna ceñidísima por los otros dos escalones en el podio. Así, Raikkonen tiró de experiencia para tratar de superar al joven Kovalainen que resistió con valentía para subir al segundo peldaño en su primer podio dentro del 'Gran Circo'.

 

 

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