En las últimas semanas muchos medios de comunicación canarios y nacionales se han hecho eco de la situación de deterioro insostenible en la que se encuentra el complejo Alborada, un conjunto urbanístico de apartamentos de uso y propiedad mixta; esto es parte propiedad de una empresa turística y parte de uso privado residencial, ubicado en el municipio de Arona en el sur de Tenerife.

El complejo Alborada, consistente en un edificio singular en forma de zigzag de 426 apartamentos con sus exteriores -que en otra época contaba con exuberantes jardines y animados espacios deportivos y comerciales-, formó parte de la famosa "ciudad vacacional TEN BEL", un antiguo y enorme resort de nueve complejos turísticos unidos (uno de ellos Alborada) construido en mitad de la nada en los años 60 por un empresario belga. Los apartamentos de uso turístico y las zonas comunes y exteriores del conjunto Alborada están desde 1992 bajo el control de la empresa TenBel Turismo SL. Esta sociedad, al menos a partir de 2007, recurrió para su explotación, a cambio de un canon, a terceras compañías explotadoras que resultan ser propiedad de empresarios vinculados a casos en los que se han investigado delitos de alzamientos de bienes o vaciamientos societarios.

TEN BEL (llamada así por "Tenerife" -TEN- y "Bélgica" -BEL-) era una zona amplia conformada por nueve complejos de uso turístico (Alborada, Maravilla, Génesis, Drago, Eureka, Primavera, Carabela, Paraíso y Bellavista ). En total, existen unos 5.000 apartamentos ocupados en la actualidad en una parte por propietarios individuales (mayormente jubilados extranjeros) que los utilizan para residir. Pero toda la zona necesita un buen lavado de cara y un reacondicionamiento de infraestructuras viarias y de suministros y servicios urbanos.

Pero esta puesta a punto la necesita especialmente la llamada urbanización Alborada, incluyendo el macro edificio y sus instalaciones exteriores debido al estado en que se encuentran tras años de abandono por parte del único autorizado legalmente para efectuar actuaciones: TenBel Turismo SL. Esta empresa es la propietaria de los espacios e infraestructuras comunes, y a la vez que es dueña de más de la mitad de los apartamentos que explota en la modalidad de alojamiento turístico.

El lamentable estado de la zona es foco inagotable de conflictos entre los propietarios residentes, TenBel Turismo SL y el ayuntamiento, destinatario último de todas las quejas. Pero no solo se quejan los propietarios residentes de los apartamentos que comparten el edificio Alborada con los turistas. También lo hacen los habitantes de las otras ocho urbanizaciones, porque el único transformador de luz que da servicio a todo el antiguo resort vacacional está también bajo la propiedad y gestión de TenBel Turismo SL. De hecho, es por esa razón por la que esta empresa es la encargada de contratar el servicio con las compañías eléctricas, la que le abona las facturas y, por tanto, la que da el servicio a toda la zona. En más de una ocasión, problemas financieros de la empresa han puesto en peligro el servicio de luz con cortes del suministro durante varias semanas.

Los numerosos reportajes publicados durante enero y febrero pasados recogen problemas de suministros, higiene y salud que no son nuevos. Se vienen repitiendo desde hace años. El Ayuntamiento de Arona o el Cabildo de Tenerife, destinatarios últimos de las quejas de los propietarios de los apartamentos durante este tiempo, poco pueden hacer porque la zona se encuentra en un "limbo" administrativo. Contenedores, vías, aceras y demás mobiliario urbano son de titularidad privada y, hasta ahora, no se han dado las condiciones para que el consistorio pueda "recepcionar las zonas comunes como bien público" y hacerse cargo de su conservación y mantenimiento, tal y como cuentan desde el Ayuntamiento. Unas condiciones que pasan por un proyecto urbanístico a presentar por la empresa dueña y unas inversiones previas de la misma.

Son muchos los intereses y cuellos de botella administrativos por los que se ha llegado a esta lamentable situación tan negativa para un sector estratégico nacional, el turismo, y en uno de los principales destinos vacacionales de España: las Islas Canarias.

Y a esta lamentable situación ha contribuido, sin duda, la oscura historia financiera de TenBel Turismo SL, que incluye un concurso de acreedores iniciado a finales de 2013, aún sin concluir, y cambios sucesivos en las compañías explotadoras a las que subcontrató la gestión y explotación desde, al menos, 2007 hasta 2019.

Desde 2019, TenBel Turismo SL tiene subcontratada la explotación del complejo Alborada a nueva explotadora, la sociedad Gestión Hotelera Costa del Silencio SL. Esta empresa fue constituida en abril de 2016 por Elandis, una compañía especializada en desarrollo de suelo para inversión y gestión de complejos de restauración, hoteleros y residencias multifamiliares y que forma parte del grupo financiero inmobiliario Libra Group, con sede en Londres y Nueva York.

Una compleja historia con sucesivos cambios de propietarios y explotadores

En los años 60, el empresario Michel Albert Huygens, nacido en 1917, vende la fábrica de radio y televisión más grande de Bélgica, de la que era dueño, para reinvertir el dinero obtenido en el sector vacacional de sol y playa. De esta manera, nace el proyecto TenBel, edificios de apartamentos distribuidos, como ya se ha señalado anteriormente, en nueve urbanizaciones de distinto diseño. Todos ellos unidos por vías privadas, con transformador de luz privado y común, compañía privada de servicio de agua potable e incluso un trenecito como medio de transporte interno.

El desarrollo tuvo un éxito sin precedentes. La demanda de inversión y la de turistas fue tan arrolladora que Huygen creó un touroperador propio -Ten Bel Touring- y fletó un avión charter exclusivo bajo acuerdo con la compañía Spantax para trasladar desde sus países de origen a los turistas y también a los inversores.

El negocio pasó, en ocasiones, por fases críticas, pero continuó su andadura hasta que en 1992 la familia Hygues es condenada en su país por asuntos de fraude, y, pocos años después, también el fundador. La familia Huygen desaparece de la escena y el complejo se deshace tal y como se concibió y operó.

Tras la condena, en diciembre de 1992, otra familia belga, la Vangeel, funda TenBel Turismo SL para acoger y gestionar los restos del imperio de la familia Hygues: apartamentos turísticos en propiedad en las urbanizaciones Maravilla y Alborada junto con el derecho de uso de las piscinas naturales, algunos locales e instalaciones deportivas. Con el tiempo, los Vangeel venden las unidades de Maravilla quedándose TenBel Turismo SL solamente con los apartamentos turísticos sitos en el edificio de Alborada. De los 426 apartamentos de los que dispone la urbanización, actualmente, 285 son de TenBel Turismo SL (apartamento vacacional) y el resto, 146, pertenecen a propietarios individuales que los usan para residir o alquilar por su cuenta.

Durante la etapa de los Vangeel, 1992 a 2007, TenBel Turismo SL llegó a facturar entre 11 y 18 millones de euros anuales, según las cuentas de la empresa depositadas en el Registro Mercantil. En 2007, tras la ejecución de un ERE que significó la salida de 45 trabajadores de los 209 que había en plantilla, TenBel Turismo SL se vende a una empresa llamada Promociones Wollzeile SL, creada en abril de 2005. Bajo esta última sociedad también se colocan tres filiales con los terrenos que en su día adquirió el belga Hygues, el fundador, en otras partes de Canarias: Tababarril SL, Urbanizadora Costa Pájara SL y Costa Guanche SLU.

El declive del complejo se acelera a partir de la toma de control del nuevo dueño y las quejas de los propietarios individuales se intensifican. Bajo Promociones Wollzeile, TenBel Turismo SL trabaja con un modelo de negocio habitual del sector hotelero: contrata la gestión y explotación con terceras empresas a cambio de un canon mensual o anual. Una fórmula que TenBel Turismo SL ha empleado hasta el día de hoy. Público ha podido identificar al menos a cuatro empresarios explotadores sucesivos. Eso sí, el contrato de cesión de la explotación obligaba a las explotadoras a salvaguardar la plantilla y al mantenimiento y conservación de las instalaciones interiores y exteriores del complejo, al menos, según el contrato firmado con la segunda empresa contratada.

El 24 de enero de 2013, a menos de un año de que TenBel Turismo SL solicitara el concurso de acreedores, vuelve a cambiar de manos, al menos en apariencia. Promociones Wollzeile SL vende Tenbel Turismo SL junto a sus otras tres filiales a una tercera compañía creada poco antes: South Darler Group SL, constituida en octubre de 2012, y su filial Inversiones Costa Guanche SL creada el mismo día de la operación. El reconocimiento de Inversiones Costa Guanche SL como socio único de TenBel Turismo SL se realiza en julio de 2015, mediante acta firmada por el administrador único de la primera y en presencia del administrador concursal, no siendo publicitado en el registro mercantil hasta mayo de 2016.

En escritos del procedimiento concursal que tutela el Juzgado de lo Mercantil nº1 de Santa Cruz de Tenerife, cuyo auto de conclusión aún está por dictarse transcurridos seis años del inicio del concurso, todas estas operaciones de ingeniería mercantil de compraventas se describían como "un conjunto de acciones mercantiles complejas" ejecutadas dentro de "un entramado de empresas que podían tener como fin último la venta de los activos libres de deudas".

Una propiedad opaca y administradores con trayectoria discutida

El balance de 2008 de Promociones Wollzeile SL (creada en 2005) enseña en su activo acciones de empresas con coste de adquisición de 31 millones de euros que financia con un préstamo bancario de 23 millones de euros garantizados con los activos de la propia Tenbel Turismo SL y un "préstamo de empresas del grupo" por 11 millones que no se describen.

Tanto la identidad de los dueños de Promociones Wollzeile SL o de su grupo de empresas del que obtiene el préstamo para comprar TenBel Turismo SL así como la del siguiente propietario South Darler Group SL/Inversiones Costa Guanche SL, es desconocida. Pero no así la secuencia de sus sucesivos y respectivos administradores oficiales y de los de la adquirida TenBel Turismo SL que son coincidentes y que figuran en la siguiente tabla.

Pero, además, la información a la que Público ha tenido acceso revela la posible existencia de un administrador de TenBel Turismo SL de "hecho", en la sombra: Luis Oliver Albesa. Su identidad y posible cargo real aparece reflejada  en el acta de 2 de octubre de 2015, en la que el administrador único de Inversiones Costa Guanche SL, Juan Carlos Dutrey, nombra a esta última como administradora única de TenBel Turismo SL, además de informar de la condición de esta empresa de socia única. El acta es firmada en presencia del administrador concursal de ésta: Clavijo Rodríguez Auditores.

Dentro de su expositivo primero señala: "Asimismo, hago constar mi decisión de no aprobar la gestión del hasta entonces administrador Único D. José Julio Antón Franco, ni de cualesquiera administradores de hecho que hayan podido existir hasta la fecha, en especial, D. Luis Oliver Albesa y D. Gerardo Sánchez Navarro, haciendo expresa reserva de cuantas acciones penales y/o civiles correspondan al socio o a la sociedad por su actuación".

El desmarque de Dutrey de todo en lo que pueda haber participado Luis Oliver Albesa como supuesto administrador "de hecho" de TenBel Turismo SL resulta sorprendente, ya que, teóricamente, Oliver no tenía atribuciones más allá del contrato que tenía para explotar el complejo través de su empresa Alborada Beach Club SL desde mayo de 2013 y por cinco años prorrogables.

Pero no sólo esta circunstancia llama la atención. Prácticamente todos los administradores y apoderados de las sociedades analizadas coinciden o están relacionados en otras operaciones mercantiles de "negocios" que protagonizaron sonados casos sospechosos de vaciamiento de las sociedades o alzamiento de bienes y activos (sacarlos de una empresa y ponerlos bajo otra) en momentos previos a concursos de acreedores o situaciones prejudiciales con ánimo de proteger activos de embargos o de dar pelotazos con su venta posterior a un tercero salvando algún obstáculo que impidiera dicha venta.

Por ejemplo, en 2015 José Julio Antón Franco fue condenado a siete meses de cárcel y una multa de 350.000 euros por un delito contra la hacienda pública por fraude en la declaración del impuesto de sociedades del año 2004.

En febrero de 2017, Juan Carlos Santos Dutrey, Francisca Carbonell y Pedro José Mejías se sentaron en el banquillo porque cuatro años antes, siendo administradores de la matriz del aparcamiento Atocha 70 SL de la familia Franco, sacaron activos de esta última compañía y los colocaron bajo sociedades a su nombre como Justapio SL y Blasconell SL.

Por otro lado, en 2016, el hijo de Antón Franco, José Julio Antón Vicente, es señalado en el caso que investigaba el vaciamiento preconcursal del Real Betis por su participación a través de las empresa Desarrollo de Interiores Bitton España SL (luego denominada Bitton Sport SL). Un polémico asunto donde también es protagonista Luis Oliver como supuesto comprador de las acciones del presidente y anterior dueño del club. De hecho, en sede judicial se le ha preguntado a Oliver por la relación con Antón Franco y en algunos medios se les ha llegado a relacionar como socios en Bitton Sport SL.

Las empresas explotadoras y las vinculaciones de los empresarios con casos judiciales

En una carta-denuncia enviada a un diario canario en septiembre de 2021, una propietaria de origen belga denunciaba el estado de abandono del complejo de Alborada. Culpaba a la empresa, pero también a las sucesivas explotadoras contratadas. Público ha podido identificar al menos a cuatro de ellas: una empresa del empresario canario Roberto Ucelay hasta 2013; Luis y Alejandra Oliver Sierra (Alborada Beach Club SL) de mayo 2013 a mayo de 2017; Gustavo Bethencourt (Annapurna Hotel Ten Bel Tenerife SL constituida dos días antes y que solicitó concurso de acreedores a finales de 2019) de junio 2017 a junio de 2019; y, finalmente, Elandis, filial de Libra Group desde 2019 hasta hoy (General Hotelera del Silencio SL).

Algunos de estos nombres también están vinculados a controvertidas historias. El primero, el conocido empresario canario Roberto Ucelay, forma parte de la familia fundadora de la marca de cigarrillos "Coronas". En 2002, su padre, Roberto Ucelay Sabina, alcanzó notoriedad como imputado y corroborador de las acusaciones en el famoso caso de las Cuentas Jersey del BBV que abrió Baltasar Garzón y que acabó con la dimisión de Emilio Ybarra de la copresidencia del BBVA, dejando a Francisco González como presidente de la entidad en solitario.

El segundo, Alborada Beach Club SL, propiedad al 50% de dos hijos de Luis Oliver Albesa. Esta empresa firma en mayo de 2013 con TenBel Turismo SL un "contrato de Gestión Hotelera de Explotación, Administración, Gestión y comercialización" por cinco años prorrogables, siendo la empresa de los Oliver la responsable de los recursos materiales y humanos que sean precisos.

Luis Oliver Albesa es un personaje ubicuo en numerosas controvertidas operaciones de entrada en compañías, muchas acabando bajo lupa judicial. Un ejemplo es el ya comentado Caso Real Betis Balompié y por el que fue condenado. Otro ejemplo sería la causa en la que en estos momentos se encuentra inmerso: "la descapitalización" del Córdoba CF y en el marco de la cual, como adelantó El Diario de Córdoba, el próximo 25 de marzo Oliver tiene que acudir a una cuarta cita judicial.

Pero no solo existen estas vinculaciones. También se aprecian conexiones con el caso del archiconocido y omnipresente comisario Villarejo.

En las memorias de Alborada Beach Club SL, la explotadora de Luis Oliver del complejo Alborada de TenBel, aparece un préstamo a otra empresa de Oliver: Swat Security Systems SL. Esta empresa, según el tomo 11 del sumario del Caso Tándem o Caso Villarejo, se financiaba (vía inversión en capital) a través del abogado y empresario Francisco Menéndez, imputado en el caso, con fondos que este extraía de otra sociedad que oficialmente consta como de su propiedad: Framen SA. Los audios del caso y un extenso y detallado estudio del equipo de delitos económicos de la Agencia Tributaria apuntan a que esta sociedad estaría controlada por la familia política del presidente de Guinea y que por ella pasaba el dinero público saqueado.

De hecho, el movimiento de capitales de Framen SA centró la querella de la Fiscalía de noviembre de 2017 que, finalmente, abre el Caso Tándem en la Audiencia Nacional y justifica la detención inmediata de Francisco Menéndez y del comisario del aeropuerto de Barajas, Carlos Salamanca, interlocutor de Menéndez.

Además, existen más vinculaciones de Oliver con Francisco Menéndez. Ambos mantienen una relación personal y de negocios (también en Guinea) sostenida en el tiempo, según este mismo relata a Villarejo y Salamanca, algo que se ha podido verificar en audios y mensajes de texto entre 2012 y 2017 que obran en el sumario.

También hay que señalar la relación entre Oliver y la sociedad Orión Consultoría y Gestión SL, la gestoría y asesoría usada por Framen SA y también imputada en el Caso Villarejo. Existen tantas conexiones de Oliver con Orión que su control real fue atribuido al mismo por la Fiscalía del Caso Betis. De hecho, del estudio de sus datos en el registro mercantil se desprende que Orión trabaja mayormente para tres clientes: las empresas en las que Menéndez tiene cargos, casi todas las sociedades donde aparecen Oliver y su familia, y también algunas donde tiene puestos José Julio Antón Franco, el administrador de TenBel Turismo SL desde 2013 hasta 2015.