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caso master Montón, Pascual y Huerta, los tres despidos de Pedro Sánchez

La ministra de Sanidad, la directora general de Trabajo y el ministro de Cultura cesados debilitan aún más a un Gobierno con apoyos mínimos y que había generado grandes expectativas. Las dimisiones dejan al PP frente a un espejo donde solo Cifuentes se fue, aunque forzada por un vídeo de contenido personal y no por el escándalo de su propio máster.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el balance de su gestión en el Ejecutiv o que hizo dos meses después de llegar al Palacio de la Moncloa. EFE/Emilio Naranjo

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La ministra de Sanidad, Carmen Montón, se ha visto forzada a dimitir a última hora de la tarde del martes tras la publicación de las irregularidades que se habrían cometido en la Universidad Rey Juan Carlos para dispensarle un trato de favor en la obtención de un máster de género.

Montón, exconsellera de la Generalitat Valencia cuyo currículo brillaba en la izquierda, particularmente, por  devolver la sanidad pública a la comunidad tras privatizarla el PP en una dura batalla con el beneficiado Hospital de La Ribera, sale por la puerta pequeña tras dos días de noticias en eldiario.es desmentidas por ella en sucesivas entrevistas. Sin embargo, la noticia de La Sexta  asegurando que buena parte del contenido del trabajo de fin de máster (TFM) de la exministra había sido copiado de distintas autoras sin citar ha sido la puntilla.

Casado está pendiente de si el Supremo le investiga por otro máster plagado de irregularidades realizado (o no) en la Rey Juan Carlos

Montón dimite cuando no hace ni diez días que la directora general de Trabajo, Concepción Pascual, se vio obligada a abandonar el Gobierno tras la polémica destapada por Público. Pascual firmó en el BOE de primeros de agosto la autorización para crear a un sindicato de prostitutas y le coló "un gol" a su ministra Magdalena Valerio, según ella indicó con esos términos. 

Pascual, sin embargo, fue la dimisión mínima con la que Pedro Sánchez se garantizaba cierta paz interna, tras el malestar creado en el PSOE por el "gol" colado a Valerio y, sobre todo, al conocerse que el nombramiento de la directora general de Trabajo no era casual, ya que la secretaria de Estado responsable de designarla en el Ministerio de Trabajo, Yolanda Valdeolivas, era partidaria de legalizar la prostitución, como avanzamos en este diario. 

Ni una semana en Cultura

La directora general de Trabajo, sin embargo, no fue el primer despido del presidente del Gobierno. Solo seis días después de tomar posesión, el pasado 13 de junio, Màxim Huerta presentaba su dimisión como ministro de Cultura y Deportes tras conocerse que defraudó a Hacienda más de 218.000 euros en los ejercicios fiscales de 2006 a 2008 en su etapa televisiva.

Pascual fue la dimisión mínima con la que Sánchez zanjó la polémica por la autorización del sindicato de prostitutas destapado en Público

La cascada de dimisiones del Gobierno Sánchez en solo cien días de mandato constrasta con la nula intención de hacer lo mismo por parte de los dirigentes del Partido Popular: solo Cristina Cifuentes abandonó la Presidencia madrileña, pero no por el escándalo de su máster, sino por un vídeo de contenido personal procedente de las cloacas y luchas intestinas del propio PP de Madrid.

La dimisión de Montón, sin embargo, deja al presidente conservador, Pablo Casado, en una situación muy complicada, además, de cara a un periodo electoral que durará, al menos, dos años. Casado está pendiente de si el Tribunal Supremo le investiga por otro máster plagado de irregularidades realizado (o no) en la Universidad Rey Juan Carlos.

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