El Ministerio de Ciencia e Innovación ejecutó en 2010 el 73,1 por ciento de su presupuesto, según el resumen provisional de la ejecución del presupuesto estatal que publica la Intervención General de la Administración del Estado.

Así, según este documento, el departamento de dirige Cristina Garmendia ejecutó el pasado año 3.998 millones de euros de los 5.470 millones de euros inicialmente previstos para este Ministerio.

Según ha detallado a Efe el citado Ministerio, de los 5.470 millones de euros, 2.252 correspondían al capítulo de operaciones no financieras, y los otros 3.218 millones a operaciones financieras.

En lo que se refiere a las operaciones no financieras o subvenciones, el porcentaje de ejecución fue del 97,2 por ciento.

Las mismas fuentes han precisado que de las operaciones financieras -un total de 3.218 millones previstos inicialmente- se gastaron el pasado año 1.807 millones de euros, un 56,1 por ciento.

No obstante, han señalado desde el Ministerio de Ciencia, estos 1.807 millones de euros suponen 509,6 millones más que en 2009.

El Ministerio de Ciencia ha asegurado que el Gobierno, a través de la Estrategia Estatal de Innovación, está haciendo un esfuerzo por incrementar el número de empresas innovadoras, con instrumentos de subvención pero también de crédito, préstamos que "son clave" en estos momentos en que estos "no llegan del sector financiero".

Prueba de este esfuerzo, según el Ministerio, es que en 2010 se comprometieron 3.160 millones de euros a créditos para diferentes actuaciones de fomento de la innovación, proyectos muchos de ellos plurianuales, de ahí que la cifra no coincida con lo ejecutado.

El porcentaje de presupuesto ejecutado el pasado año en Ciencia es similar al del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, con un 73,4 por ciento.

El departamento que ahora dirige Rosa Aguilar disponía en 2010 de créditos que sumaban 4.393 millones de euros, y las obligaciones reconocidas -lo ejecutado- ascendieron a 3.226 millones.

Desde el Ministerio de Medio Ambiente han atribuido ese nivel de ejecución presupuestaria al plan de austeridad impuesto por el Ejecutivo para atajar la crisis económica.