"Acabo de recibir una triste noticia, han asesinado a una mujer en Cantabria, la primera victima de violencia doméstica de este año". Así ha comenzado Pablo Casado, líder del PP, su discurso en un acto celebrado en Ceuta con afiliados y otros miembros del partido, en referencia al asesinato machista ocurrido este jueves en el que un hombre ha apuñalado a su pareja en la localidad cántabra de Laredo.

El conservador ha afirmado que "con la violencia de género, con la violencia doméstica, no hay que politizar",  y ha equiparado ambos conceptos, que, sin embargo, se refieren a cosas distintas —una reivindicación que los colectivos feministas han luchado por remarcar—. La violencia de género habla de la violencia ejercida hacia las mujeres por el hecho de serlo y la violencia doméstica es la que se produce en el ámbito familiar de manera indistinta.

"Al PP nadie nos va a dar lecciones de cómo se combate la violencia en el ámbito doméstico —ha vuelto a subrayar el líder del PP— porque somos el partido que lanzamos, que promovimos el plan contra la violencia de género más ambicioso de la historia de España", se ha vanagloriado el presidente 'popular'.

Casado también ha subrayado que "en un país democrático como el nuestro no se puede hablar de violencia si se ejerce contra un determinado género o una edad, si se haga contra mujeres, contra ancianos, contra niños". Para el líder del PP lo relevante es "erradicar cualquier tipo de asesinato y en especial sacar del debate partidista esta materia que por desgracia sigue llenando de dolor tantas familias en nuestro país".

El líder del PP ha asegurado que su partido "no va a admitir ninguna lección" de la izquierda de "cómo combatir esta lacra social" y les ha acusado de poner "cordones sanitarios" a algunos partidos "cuando precisamente ellos están cenando en nochebuena con los terroristas de ETA" y "pactando con aquellos que quieren destruir España desde Catalunya, alentando incluso la Kale borroka".

Casado apuesta por un Plan Marshall en África 

El presidente del PP ha hablado también sobre la migración responsabilizando al Ejecutivo socialista del supuesto "efecto llamada" que, a su juicio, se dio con la llegada a España del buque Aquarius y que significó "un incremento de la ruta Occidental del Mediterráneo superior al 150%" mientras "la ruta Libia se ha desplomado".

Migrantes a bordo del barco MV Aquarius escuchan las instrucciones de los activistas, antes de su llegada a Malta. REUTERS/Guglielmo Mangiapane

Casado apuesta por una migración "regular, legal, ordenada y vinculada a un contrato de trabajo", así como por la aplicación de una suerte de Plan Marshall —un plan de "rescate económico" que puso en marcha el Secretario General estadounidense George Marshallen para dieciséis países europeos devastados por la Segunda Guerra Mundial— para "aplicar" en el continente africano y "que dé oportunidad a 1.400 millones de personas que buscan un futuro mejor".

El conservador ha afirmado que a su partido le "desgarra ver esas imágenes" y que sus alcaldes "siempre tendrán una manta" para quienes vengan, pero ha advertido de que "el problema no es lo que se hace con las personas que llegan" sino "erradicar las causas para que esas personas" no lo necesiten. Y ha subrayado que "las políticas del PP fueron eficaces" en este sentido porque, según él, incentivaron la migración en el sentido más "liberal". 

El líder del PP promete modernizar la frontera en Ceuta

Sobre la frontera de Ceuta, que el líder del PP ha visitado junto al
presidente Juan Jesús Vivas antes de clausurar un acto público con afiliados,
Casado ha prometido modernizarla a nivel de las exigencias del siglo XXI con
sistemas informáticos, telemáticos y físicos, con una policía "que se tiene que
ver incrementada" y que —ha recalcado— tiene "todo nuestro respeto, admiración y apoyo".  

"Hay que saber quién entra y quién sale, por lo que se deben modernizar la frontera y sus sistemas de control", ha manifestado Pablo Casado, que también ha recordado su visita a Ceuta el verano pasado: "Anuncié unas medidas y nos llovieron las críticas llamándonos populistas, alarmistas y hasta radicales".

El conservador ha tildado a Ceuta como "el corazón de España, ya que lo que pasa en esta ciudad es el reflejo del futuro de nuestra nación", y ha demandado mayores inversiones del Estado en la ciudad ceutí.