Este mes de diciembre se cumplen 27 años de la publicación del disco Omega, que unió a Enrique Morente, Lagartija Nick, Leonard Cohen y Federico García Lorca. Este álbum revolucionario abrió el flamenco a texturas desconocidas y se convirtió en un hito histórico abrumador, con legiones de incondicionales. El cantaor tenía 54 años cuando se lanzó a esta aventura icónica y transgresora que definió como un ejercicio de libertad. «Muchas veces también se hacen cosas para molestar porque molestar, muchas veces, es muy necesario», aseguró en una entrevista para un documental sobre este trabajo, dirigido por José Sánchez-Montes y Gervasio Iglesias.
Los Morente siempre han estado ligados a la tradición del cante jondo y, al mismo tiempo, nunca han dejado de maridar el flamenco con otros sonidos como el jazz, la música tradicional magrebí o las voces de un coro búlgaro. «El cante, como cualquier otro arte, (…) debe servir para la mayoría», dijo el patriarca en declaraciones para los dos cineastas que rodaron la cinta que revisa el fenómeno de Omega. Enrique dedicó una canción con su nombre a su hija mayor y, desde bien pequeñita, ella también supo que sería una artista. Ahora es Estrella quien retoma el legado y a sus 43 años se atreve con OCO, un espectáculo de flamenco contemporáneo que vuelve a demostrar que sus orígenes están hermanados con el rock.
El nombre de este show de hora y media de duración representa a las siglas «One Chance Only» [oportunidad única], ya que fue gestado como una suerte de estrella fugaz. Todo surgió tras una actuación flamenca improvisada que versionó un tema de los Rolling Stones en una cena que se ofreció a la banda después de un concierto en el estadio Wanda Metropolitano hace menos de un año. El entusiasmo se apoderó de los presentes y, a petición del presidente de la MTV, se montó un espectáculo de fusión de flamenco y rock que se estrenó en una iglesia de Nueva York. Ese germen floreción en Madrid seis meses después del debut con una presentación en el UMusic Hotel Teatro Albéniz, donde estaba previsto que solo permaneciera entre el 13 y 16 de abril. Sin embargo, su éxito arrollador hizo que el 5 de octubre regresara a la capital. Este coctel explosivo seguirá sobre las tablas del Espacio Ibercaja Delicias hasta el próximo 7 de enero en sesiones de miércoles a domingo a las 20:30 horas.
Un ‘moonwalk’ a lo flamenco
Pino Sagliocco (Carinaro, Italia, 1959) es uno de los últimos promotores-estrella del rock que quedan en España y esta es la carta de amor del presidente de Live Nation en nuestro país a dos estilos contrapuestos que se observan con respeto en un gran evento. «Es una fantasía que ha tomado vuelo y ha trascendido las fronteras de la música convencional. Aunque su esencia es indescriptible, representa una fuerza imparable que cambia la perspectiva de lo posible en la música y la vida. OCO es un viaje hacia la comprensión y la conexión», reivindica su impulsor, que no solo se ha encargado de dar el flamenco una dimensión mundial, sino que también ha sabido reconocer mezclas rompedoras como las voces de Montserrat Caballé y Freddie Mercury en el himno de los Juegos Olímpicos de Barcelona.
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Más de una veintena de músicos, bailaores y cantaores recorren sobre las tablas la historia del rock a su manera. El flamenco y el rock hacen un encuentro improvisado que nos regala momentos icónicos con toques de pop, soul, R&B y jazz, como la interpretación del Aleluya de Leonard Cohen a cargo de Estrella Morente o el poderoso taconeo de Belén López al ritmo del Back to black de Amy Whinehouse. Tampoco faltarán temas imperecederos como Let`s Dance de David Bowie, La leyenda del tiempo de Camarón de la Isla e incluso el mítico paso moonwalk de Michael Jackson en versión zapateada. Los artífices de este duelo de talentos son, del lado flamenco, los cantaores Aroa Fernández y Antonio Carbonell; los bailaores Yiyo, Tete y la anteriormente mencionada Belén López. Mientras, el rock viene representado por dos figuras emblemáticas de la banda de los Rolling Stones: el vocalista Bernard Fowler y el saxofonista Tim Ries, que deleitan a los presentes con algunas de las melodías más famosas de la trayectoria de sus satánicas majestades como (I Can´t Get no) Satisfaction. «Adoro el flamenco desde niño», dijo el virtuoso del saxofón a Telemadrid antes de desarrollar su teoría de que el flamenco y el rock comparten las mismas raíces.
La fuerza de cuatro mujeres
Oco tiene instantes hipnóticos en los que bien se podría parar el reloj. «Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos / Van marcando mi retorno», entona Morente cuando irrumpe en el escenario con su legendario Volver, junto a Ries. Su presencia escénica cautivadora y las piernas poderosas de López no son las únicas grandes fuerzas femeninas que llenan este auditorio cada noche. «En OCO está el poder de la mujer y el poder de la mujer gitana, que es muy importante», señaló la diseñadora Juana Martín durante el estreno, en declaraciones a La Vanguardia.
Ella es la encargada del vestuario que lucen todas las estrellas de este espectáculo de la promotora LETSGO. La cordobesa se mantiene como nuestro único exponente en la Semana de la Alta Costura de París desde 2018. Sus creaciones han conquistado a celebrities como Beyoncé y Sharon Stone por una mezcla que se hace reconocible también en Oco entre elegancia, modernidad y el folclore andaluz. La artista plástica Lita Cabellut colabora con ella y Maseda para construir la estética de este espectáculo. Lo harán mediante una proyección de videoarte que recoge a gran escala una colección de obras de arte con las que se homenajea a los grandes músicos del grupo de Los 27.
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El broche de oro
Esta alianza multidisciplinar que busca poner en valor la fusión de culturas no acabará con este evento. En el marco de las celebraciones de los Latin Grammy en Sevilla, se presentó oficialmente el álbum Estrella & Rafael en un evento exclusivo que tuvo lugar en el Palacio de Las Dueñas. Se trata del primer lanzamiento del sello OCO de Pino Sagliocco, un trabajo que rinde un sentido homenaje a las raíces ancestrales del flamenco, especialmente a dos de sus figuras más míticas del Cante: La Niña de los Peines y el guitarrista Niño Ricardo.
Ambos fueron piezas clave en los años cuarenta, representando la esencia pura y primigenia del flamenco contemporáneo; sirviendo de inspiración y de guía para todos los grandes artistas que emergieron después. El crepitar del fuego de la guitarra del Maestro Riqueni y la potente voz de Estrella Morente se fundieron en una experiencia única. Más allá de una excepcional colaboración musical, este álbum representa una historia de redención, solidaridad y el poder sanador del Arte.