El director del Museo Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, ha ratificado hoy ante el juez "en todos sus términos" la denuncia penal por presunto desfalco que presentó el centro bilbaíno contra su director financiero, Roberto Cearsolo.

Vidarte, Cearsolo y el subdirector financiero del museo, Andoni Dobarán, han declarado hoy en el Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbao, que instruye las diligencias previas de este caso y que tras estas comparecencias tendrá que decidir si los hechos denunciados son constitutivos o no de delito y el procedimiento a seguir.

Tanto Vidarte como Dobarán han declarado en calidad de testigos de la acusación, ejercida por la Sociedad Tenedora y la Inmobiliaria del Guggenheim, mientras que Cearsolo ha declarado como imputado, según explicó a los medios la abogada del Museo, Arantza Estefanía, quien no realizó más manifestaciones a los periodistas, al igual que el resto de letrados presentes en la causa.

El museo presentó la denuncia contra Cearsolo el pasado 16 de abril por un presunto desfalco de casi medio millón de euros fundamentalmente a la Sociedad Tenedora del Museo, encargada de la adquisición de las obras de arte de la colección propia, durante, según las primeras investigaciones, 1998, 1999, 2000, 2004 y, sobre todo, 2005.

El presunto fraude a las arcas de esta sociedad, que el museo calificó en su denuncia al Juzgado de "distracción continuada de fondos" fue descubierta a raíz de una investigación del Tribunal Vasco de Cuentas (TVC).

Dicha investigación se abrió para esclarecer el quebranto patrimonial de seis millones de euros, que supuso para la Tenedora del Museo la compra, en 2005, de dólares con vistas a la posterior adquisición de nuevas obras de arte para la colección propia.

El TVC requirió al museo el pasado 3 de abril el envío de información sobre este asunto y el encargado de proporcionársela hubiese sido Cearsolo, pero el hecho de encontrarse de baja desde el día anterior, 2 de abril, hizo que fuese el subdirector, Andoni Dobarán, quien la recopilara y descubriera las irregularidades contables y falsedades documentales supuestamente cometidas por su jefe directo.

Estos hechos se pusieron en conocimiento de Vidarte, quien se encontraba de viaje profesional en Nueva York y ordenó la apertura de una investigación para aclarar lo ocurrido y el alcance de lo presuntamente estafado.

Una semana más tarde, Cearsolo, quien ha sido despedido del Guggenheim, remitió una carta a Vidarte en la que voluntariamente reconoció los hechos, informó de la cantidad presuntamente sustraída, del sistema utilizado (mediante transferencias bancarias en unos casos y cheques bancarios, en otras) y devolvió una primera cantidad de 251.000 euros, ofreciéndose a reintegrar el resto en un plazo no superior a tres meses.