Este artículo se publicó hace 16 años.
Nadal y Federer firman su tercera final consecutiva en Roland Garros
El español Rafael Nadal, soberbio, y el suizo Roger Federer, luchador, firmaron hoy su tercera final consecutiva en Roland Garros al vencer en duelos desiguales al serbio Novak Djokovic y al francés Gael Monfils.
Para Nadal será el cuarto asalto al título, y seguido, tras destrozar al campeón del Abierto de Australia, Djokovic, por 6-4, 6-2 y 7-6 (3), en dos horas y 49 minutos, y sumar su 27 victoria en este torneo, sin una sola derrota, igualando al sueco Bjorn Borg.
Federer tuvo que agotar las cuatro mangas para dejar fuera a Monfils, por 6-2, 5-7, 6-3 y 7-5 en tres horas y cuatro minutos, perdiendo en el camino el tercer set que cede en el torneo, y flaqueando en momentos cruciales de la refriega contra el francés.
Pese a todo, Federer está en la final de París y ahora debe demostrar si ha acertado o no en la contratación del técnico español José Higueras con el que ha ganado el título en Estoril. Contrató al granadino para eso, para que le enseñara a ganar en París, y sobre todo a hacerlo ante Nadal en Roland Garros, el único grande que le falta. Rafa domina por 10-6 en sus enfrentamientos, 8-1 en los de tierra, y 3-0 en París.
Pero después de la exhibición de Nadal ante Djokovic, con solo 16 errores no forzados y 33 golpes ganadores, Federer e Higueras deben pensar que este año ese objetivo está más complicado que nunca.
Nadal, con una autoridad incontestable, salvando una bola de set en el tercer parcial, siendo aplaudido por el mismo Djokovic, con reveses increíbles, globos espectaculares y una rapidez asombrosa, anotó su octava victoria en 11 encuentros ante el serbio, y la tercera en este torneo (2006 en cuartos y 2007 en semifinales).
Eso permite al español conservar el número dos del mundo al salir de París, y a partir del lunes llevará 150 semanas seguidas, y encabezar él solo la lista Carrera de Campeones.
El encuentro, al que asistieron entre otros el ex matador Manuel Benitez "El Cordobés" y su mujer Martina Fraysse, los ex tenistas, Borg, Henri Leconte, Guillermo Vilas, Boris Becker, Gabriela Sabatini y Manuel Santana, y el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, supo a poco después de dos horas y 49 minutos de apoteosis.
Nadal lo dominó perfectamente, de forma autoritaria, casi demoledora en los dos primeros sets. La única reacción de Djkovic se atisbó casi a las dos horas del encuentro, cuando perdía por 3-0 en el tercer set.
"Yo estaba jugando perfecto, de largo los dos mejores sets de este torneo", dijo Nadal. Entonces se dieron dos circunstancias, un par de "cañas" (golpes con el marco) de Rafael, y que Novak soltó el brazo, consciente de que le iba la vida en ello.
Con el serbio jugandoselo todo en cada golpe, espoleado por los gestos de su hermano pequeño Marko en la grada, el partido cobró interés, pero aún así Nadal sirvió para ganar el duelo, con 5-4, y ahí de nuevo se ganó en intensidad, porque Novak lo robó por primera vez cuando el español se encontraba a solo dos puntos de la victoria.
Con 6-5 en contra, Nadal sirvió para forzar el desempate, y Djokovic dispuso de un punto de set, que Nadal anuló con una formidable derecha. Y ahí se acabaron las esperanzas del de Belgrado que tras su partido contra el español hace unas semanas en Hamburgo, en las semifinales también, había dicho que había hecho ya todo lo imposible para vencer, y perdió en tres sets.
Llegado el desempate, la ventaja abismal del español con 6-0 fue demasiado para el serbio, que aunque logró ganar tres puntos seguidos, con golpes ganadores, no pudo en el cuarto con un remate espectacular de Nadal.
Diez años después de que Carlos Moyá ganara a Alex Corretja y triunfara en este torneo, en un duelo fratricida entre españoles, Nadal está otra vez en ella convertido en el primer jugador, desde el checo Ivan Lendl, en 1987, que alcanza la última instancia de Roland Garros por cuarto año consecutivo.
Todos estos récords pueden pesar en el ánimo de Federer que sufrió más de lo previsto ante Monfils, un invitado en las semifinales de un Grand Slam, por primera vez en su vida, y con un déficit de tres derrotas ante el suizo.
"Juega con cabeza" fue la clave de Thierry Champion, técnico de Monfils, y el tenista comenzó con malos augurios el partido de su vida. Problemas en sus ojos, porque lleva lentes de contacto y algo se le había metido dentro, y visita obligada al baño, nada más comenzar el duelo..
Pero el parisino, de origen guadalupense, exigió el máximo a Federer en la oportunidad de su vida. Ganó un tercer set de forma admirable, a la segunda oportunidad con saques a 220 kilómetros por hora y a punto estuvo de forzar el quinto, cuando dispuso de un punto de ruptura con 2-2, salvado cómo no, con el segundo "ace" de Federer, y luego de dos mas, con 3-3, neutralizados, uno con una derecha del suizo y el otro tras un fallo al resto del francés.
Muchas de las esperanzas de los 15.000 aficionados que llenaban la Philippe Chatrier de ver de nuevo a un francés en la final este año, cuando se cumple el 25 aniversario del éxito de Yannick Noah contra Mats Wilander se vinieron abajo en esos juegos.
Federer apretó como sabe, y con el juego que le ha llevado a ganar cinco Wimbledon seguidos, se subió a la red, y tuvo dos bolas de partido, de acceso a la final, en el décimo juego, salvados por Monfils tras una derecha fuera del suizo y luego, con su 10 saque directo.
Pero en la tercera se acabó la historia de Monfils. Una volea de revés de Federer, acosando en la red, puso punto final a un jugador que según el suizo ha hecho "una quincena magnífica".
"Es un jugador con un gran talento y lo ha podido demostrar en su casa. La clave del partido ha estado en el primer juego, cuando le he roto y eso ha puesto el duelo de mi lado. A partir de ahí le ha costado mucho ponerse por delante. Ha luchado y lo ha intentado pero yo he resistido", dijo Federer.
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