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Elecciones autonómicas y municipales 2023
ELECCIONES 28M

Arranca una campaña electoral decisiva en un mapa político incierto

El PSOE se pone como objetivo mantener todos los gobiernos y el PP necesita arrebatarle alguno para que el 28M suene a victoria en Génova. El espacio a la izquierda del PSOE afronta las elecciones en pleno proceso de reconfiguración.

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su participación hoy sábado en un acto que los socialistas han celebrado en Las Palmas de Gran Canaria. EFE/Ángel Medina G

España entra en campaña. Quince días —la campaña electoral para el 28M arranca oficialmente a las 00.00 horas de este viernes y terminará a las 00.00 horas del 27 de mayo— en los que Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Yolanda Díaz o Ione Belarra recorrerán el país; en los que cada candidato autonómico peregrinará por su territorio pidiendo el voto; y cada aspirante a alcalde, puerta a puerta en muchos lugares, lo mismo. Mientras tanto, las sedes nacionales de todos los partidos se convertirán en una calculadora de pactos ante un mapa político incierto en el que muchas plazas se decidirán por la mínima

El PSOE gobierna en 9 de las 12 comunidades autónomas que tienen elecciones en unos días: Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, País Valencià, Illes Balears, Navarra, La Rioja, Asturias y Canarias (además de Ceuta y Melilla). En otra, Cantabria, ostentan la vicepresidencia y forman parte del Gobierno de coalición. Solo la Comunidad de Madrid y Murcia son feudos del PP. A nivel municipal los socialistas también ganaron en número de votos y concejales en 2019. 

Con esta foto, los socialistas tienen quizás mucho más que perder que ganar. El objetivo es claro: mantener todo el poder que tienen y dar alguna sorpresa, especialmente a nivel municipal en ciudades importantes donde cogobiernan como socios minoritarios. Es decir, València o Barcelona

Sánchez va a pasar el inicio oficial de la campaña electoral en Washington. Allí se reúne este viernes con el presidente de EEUU, Joe Biden. Tras su paso por la Casa Blanca, la agenda del presidente comienza el sábado en Sevilla para arropar al candidato y actual alcalde, Antonio Muñoz. La capital andaluza es una plaza clave de mantener para el PSOE después del batacazo que supuso la absoluta de Juan Manuel Moreno Bonilla. Los populares también ansían hacerse con la alcaldía de Sevilla porque creen que sería la estocada final al socialismo andaluz, pero asumen que la victoria sería una sorpresa.

Luego, el líder del Ejecutivo tendrá actos en prácticamente todos los puntos del Estado: Puertollano (Ciudad Real),  Palma de Mallorca, Zaragoza, Badajoz, València, Valladolid, Santander, Jerez de la Frontera, Asturias y Madrid. El cierre será el viernes 26 en Barcelona donde el PSC confía en las posibilidades de Jaume Collboni para acercarse a Ada Colau y darle la vuelta a la coalición que tienen actualmenteEn Ferraz se reservan la posibilidad de añadir alguno más de los que están agendados. 

Los socialistas han desplegado una agenda intensa que no solo atañe a Sánchez. Los ministros y ministras acudirán a multitud de actos. También los que no tienen carné del PSOE como la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, o el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. La primera ha abierto la campaña este jueves en València. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha acudido a Barcelona y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha apoyado en Madrid. 

Más allá de las particularidades territoriales, en Moncloa y Ferraz apuestan también por la visibilidad de las medidas anuncios y medidas del Gobierno progresista. Por ello, Sánchez ha hecho en los últimos días un carrusel de anuncios, materializados en el Consejo de Ministros. No serán los últimos. Los socialistas quieren poner el foco principalmente en asuntos como la vivienda o la emergencia climática frente a un PP al que ven "sin proyecto" más allá de la confrontación con Sánchez. 

Al PP no le sirve con ganar solo Madrid

Si los socialistas necesitan no perder nada para ganar, al PP le hace falta arrebatarle algún gobierno al PSOE y muchas voces populares reconocen ya que "con ganar solo Madrid no sirve". Cuanto más se han ido acercando las elecciones más difícil parece este objetivo y la modulación de las expectativas en Génova es evidente desde hace meses. A dos semanas de que se abran las urnas, desde la dirección nacional del PP no quieren ahora hacer diferencias entre "ganar" y "gobernar" porque temen que si ganan, pero no gobiernan, el relato para Núñez Feijóo sea el de perdedor de unas elecciones que condicionarán su posición de salida para las generales. 

Aragón y el País Valencià eran los principales objetivos del PP. Dos gobiernos socialistas en los que se veían con más posibilidades de "ganar y gobernar" hace meses. Las quinielas han ido cambiando y en el PP reconocen ahora que la Comunitat Valenciana "está difícil" y que Aragón será "un tiro al poste"— que puede entrar o no—, como Extremadura o Castilla-La Mancha, aseguran. Son precisamente los territorios que más pisará Núñez Feijóo en las próximas dos semanas. El líder de la oposición pasará el primer día de campaña en Toledo (Castilla-La Mancha) y Valladolid (Castilla y León).

Lo cierto es que el presidente de los populares había prometido una campaña discreta en la que cedería todo el protagonismo a los candidatos autonómicos y municipales, pero finalmente su equipo decidió que su implicación fuese absoluta. "Se lo pedían y no podía decir que no", defiende uno de sus colaboradores más estrechos. 

Feijóo se volcará en la campaña y tratará de evitar el gran elefante en la habitación: los pactos con Vox. Todos los barómetros —la última ha sido macroencuesta preelectoral publicada este jueves por el CIS — dibujan un PP sin mayorías absolutas salvo en la Comunidad de Madrid, y Santiago Abascal ya ha advertido públicamente a Feijóo que "si quieren apoyo tendrán que negociar". Génova evita el tema y defiende que en ningún caso habrá una estrategia nacional de pactos con la extrema derecha.

La campaña pilla a una izquierda en transición

El otro foco importante de esta campaña estará, sin duda, a la izquierda del PSOE. Las elecciones municipales y autonómicas pillan a la izquierda transformadora en pleno proceso de reconfiguración. La irrupción del Sumar de Yolanda Díaz como actor que aspira a cambiar el escenario de este espacio, y las tensiones que esto ha generado con proyectos ya consolidados como Podemos, Más País o Compromís, han cambiado por completo la planificación de unos comicios que repartirán cartas entre los distintos actores.

La fuerza territorial que las urnas asignen a cada partido será un elemento más del rol que jugará cada uno de ellos en la izquierda tras el 28M. Más allá de esta lectura, en Podemos e Izquierda Unida han sido conscientes desde el primer momento de la trascendencia de las municipales y autonómicas, y, por eso, a pesar de estar inmersos en uno de los momentos de mayor tensión entre ambos, han blindado sus alianzas a nivel territorial (concurren juntos en 10 de 12 autonomías y en más de 1.200 municipios; en algunos lugares, además, han ampliado su confluencia a Alianza Verde y a otros actores).

Es por esto que sus principales dirigentes se volcarán en la campaña y participarán en numerosos actos por todo el territorio. Las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, abrirán juntas la campaña en el País Valencià y la cerrarán en Madrid, dos de las principales plazas donde se libra la batalla entre la izquierda y la derecha. Este jueves, Belarra, junto a los candidatos de Podemos-IU a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid, ha protagonizado la tradicional pegada de carteles en el barrio de Orcasitas, un enclave caracterizado por tener un importante y activo movimiento vecinal.

Allí Belarra ha asegurado que estas elecciones "son de primera división" porque la ciudadanía "se juega la educación, la sanidad y la vivienda". En este sentido, ha vaticinado que durante la campaña "muchos partidos van a hacer muchas promesas, pero la diferencia es que este es un espacio político que cumple con lo que promete". 

La campaña planificada por Yolanda Díaz ha sido una incógnita prácticamente hasta los momentos previos a la misma. La vicepresidenta segunda ha tratado de diseñar su participación atendiendo al hecho de que en plazas muy importantes como Madrid o València la izquierda transformadora tiene varias candidaturas compitiendo entre sí (Podemos, IU y Alianza Verde, por un lado; y Más Madrid, Verdes Equo y Compromís, por otro).

Finalmente, ha optado por arropar aquellas candidaturas que aspiran a revalidar o a entrar en un gobierno, y también aquellos territorios en los que se haya logrado una confluencia única y no haya competencia en el seno del mismo espacio. Este jueves ha estado en Asturias, donde ha compartido actos con el secretario general del PCE, Enrique Santiago. Este viernes irá a Montcada, en Barcelona; Catalunya es el lugar que más veces visitará Díaz, hasta un total de cuatro ocasiones, incluyendo el cierre, donde arropará a Ada Colau en su carrera hacia la Alcaldía.

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