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Donald TrumpEl incendiario discurso de Trump, un peligroso referente para Abascal, Ayuso o Casado
Trump fue el instigador del asalto al Capitolio tras sus continuas alusiones al "fraude electoral" en las elecciones. En España, tanto Vox como el PP han calificado a Pedro Sánchez de "ilegítimo", "presidente fake" o "estafador" de manera frecuente. 'Público' analiza los paralelismos entre el discurso del presidente saliente de EEUU y los de Abascal, Casado o Ayuso.
Madrid-Actualizado a
Los dirigentes de Vox ven en la figura de Donald Trump a un referente. Un hombre sin pelos en la lengua, que presume de que podría "disparar a la gente y no perdería votos" y que ha gobernado durante cuatro años una de las mayores potencias del mundo. Su polémico estilo —que le ha granjeado una corriente política propia, el 'trumpismo'— es un espejo en el que Vox proyecta sus ambiciones nacionales. Los ultraderechistas fueron el único partido español en apoyar de manera clara al republicano frente a Joe Biden en su reelección. Y, al igual que el presidente saliente, se niegan a reconocer su derrota.
El portavoz de los ultraderechistas en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, aseguró hace menos de un mes, el pasado 10 de diciembre, que "todavía no estaba claro" que Trump hubiera perdido porque aún no se había "oficializado quién ha ganado estas elecciones". Además, al igual que Trump, alentó las acusaciones de fraude electoral. "Se está siendo cuestionado el sistema de votación en muchos estado", dijo, por lo que "hay dudas" sobre los "presuntos fraudes" cometidos.
Ese es el discurso con el que el presidente saliente animó a sus seguidores a dirigirse al Capitolio este miércoles. "Vamos a animar a nuestros congresistas y senadores, tenéis que mostrar fuerza y tenéis que ser fuertes". Al mismo tiempo, el senador republicano Ted Cruz —una de las voces más autorizadas del partido, que aparece en la foto junto al líder de Vox, Santiago Abascal— seguía insistiendo en el fraude dentro de la Cámara y en su intención de torpedear el proceso de elección de Joe Biden.
Comparar el asalto al Capitolio con otras protestas
Unas horas más tarde, Abascal evitaba condenar expresamente el episodio y comparaba el asalto al Capitolio con las manifestaciones de 'rodea el Congreso' del año 2016, del mismo modo que el líder del PP, Pablo Casado, y el expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera. "Me extraña que a la izquierda progre le parezca tan mal el asalto al Capitolio", señalaba a través de su cuenta de Twitter. "Quizá lo que les molesta a los comunistas y socialistas es que en otros países las izquierdas hayan perdido el monopolio de la violencia".
Algunos dirigentes de Vox como el candidato de los ultraderechistas a la alcaldía de Logroño de 2019, Adrián Belaza, no han dudado en mostrar su apoyo a los asaltantes. "Se está luchando por una parte de una gran parte del valiente pueblo americano por preservar la DEMOCRACIA y que se demuestre un fraude electoral cantado", escribió. Sin embargo, se trata de un suceso que ha conmocionado a la comunidad internacional la por la aparente facilidad con la que los seguidores de Trump entraron en el Capitolio y el precedente que esto puede crear en el resto de países.
El politólogo Eduardo Bayón, experto en comunicación política, asuntos públicos y estrategia y también editor de Debate21, explica a Público que "la comparativa es un intento de llevar cada acontecimiento a la disputa partidista. En España hemos visto numerosos ejemplos durante la última década en los que se interpretaban hechos internos de países extranjeros con la intención de generar relatos y analogías con la política española". "Intelectualmente no se sostiene, pero las dinámicas actuales hacen que siga ocurriendo".
Calificar de "ilegítimo" un Gobierno elegido por las urnas
El líder de Vox repite en cada ocasión que puede que el Ejecutivo de Pedro Sánchez es "ilegítimo" y dibuja a los suyos como víctimas de una persecución impulsada y alentada desde la "mafia" del Gobierno "socialcomunista", de los "aliados de la narcodictadura venezolana" -en referencia a Unidas Podemos-, y de los "traidores" y "renegados" que quieren "romper" España. Así lo hizo durante la moción de censura defendida el pasado mes de octubre contra el Ejecutivo de coalición que no logró sumar a ningún apoyo.
Pero Abascal no es el único en utilizar esta retórica. El propio líder del PP, Pablo Casado, tachó de "ilegítimo" el Gobierno de Pedro Sánchez en el año 2019 por establecer un diálogo con las formaciones independentistas. "Ilegítimo es estar chantajeado y ceder a la presión de aquellos que quieren destruir España", dijo.
Un año más tarde, durante la sesión de investidura de Sánchez, en el hemiciclo resonaron todo tipo de calificativos por parte de Casado y Abascal. "Traidor a España", "estafador", "presidente 'fake'", "fraude electoral", "patético", "sociópata", "personaje sin escrúpulos", "villano de cómic". Tras la intervención inicial de Sánchez y antes del turno del resto de partidos, el número dos del PP, Teodoro García Egea, acusó al socialista de no tener "legitimidad de origen" para presidir "un país como es España" y de ser un "fraude electoral. ¿Les suena?
Bayón cree que estas apelaciones directas sobre la falta de legitimidad del Gobierno tienen "un componente de falta de reconocimiento la derrota electoral propia y de la victoria del adversario con tintes electoralistas que contribuye enormemente a generar un clima de crispación". A juicio del politólogo, "las referencias a un gobierno ilegítimo, además de la crispación señalada, fomentan la degradación de las instituciones en cuanto a que le restan legitimidad para negar el derecho del adversario político a gobernar".
Alentar un "levantamiento popular" contra el Gobierno
Hace justo un año, dos días antes de la ratificación de Sánchez como presidente del Gobierno, Santiago Abascal hizo un llamamiento a la movilización el 12 de enero en toda España "ante el repugnante fraude electoral de Sánchez". "Levantamiento popular contra el Gobierno traidor, ilegítimo y enemigo de la soberanía nacional", fueron las palabras que la cuenta oficial de Vox escribió en sus redes sociales, donde acumula más de 400.000 seguidores.
Ni los dirigentes de PP y Cs secundaron dicha manifestación, pero apenas unos días antes, mientras tenía lugar la segunda jornada del debate de investidura, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, acompañado por la secretaria general del PP de la Comunidad de Madrid, Ana Camíns y el portavoz en la Asamblea, Alfonso Serrano, acudió a la manifestación 'fantasma' para protestar contra Sánchez bajo el lema "Por el futuro de España Unida. Por un Gobierno que vele por la Constitución y la Unidad de España". La vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, de Ciudadanos, también secundó la concentración.
En palabras del politólogo, lo ocurrido en Estados Unidos lanza una advertencia al resto de países. "No es que el presidente saliente o quienes asaltaron el Capitolio no acepten el resultado y crean que les han usurpado el poder. El problema aquí es que esa falta de legitimación la tiene asumida buena parte de los 75 millones de votantes de Trump". Un sentimiento que también comparten los votantes más radicalizados de Vox e incluso del PP.
Usar descalificativos para degradar al adversario
Trump también se caracteriza por utilizar un lenguaje agresivo contra sus adversarios políticos, de Biden dijo que estaba prácticamente senil, pese a que únicamente tiene tres años más que él. En plena campaña electoral, el presidente saliente tuiteó una foto falsa que mostraba a Biden en una silla de ruedas, rodeado de personas ancianas en sillas de rueda en una habitación.
El líder de los populares también ha practicado esa estrategia con Sánchez, al que se refirió como "felón", "traidor", "incompetente, "incapaz", "mediocre", "okupa", "desleal", "mentiroso compulsivo", "chovinista" y "ególatra", entre otros. Abascal tampoco se queda atrás y lo ha tildado de "estafador", "personaje sin escrúpulos", "tirano Banderas" y "político indigno".
A juicio del experto, "la banalización de la política ha sido alimentada por un relato durante mucho tiempo". "No es solo Trump, ha sido el Tea Party y otros movimientos que explotan ese miedo al cambio multicultural, sumado a un declive económico y una pérdida de nivel de vida". Bayón apunta a que "un sistema que fomenta los personalismos, sumado a la crispación y polarización existentes en occidente desde 2008 han contribuido enormemente" a hacer de la política un espectáculo.
Presentarse a sí mismos como "víctimas"
"Vemos al presidente Trump con gran interés y gran respeto. Nos sentimos muy identificados con él por el modo en el que se le ha tratado en EEUU, en la prensa mundial, y por cómo se nos trata a nosotros en España, con una extraordinaria dureza. Cuando se decide impugnar una parte del pensamiento políticamente correcto un político se somete a multitud de etiquetas que son injustas", con esas palabras le definía el propio Santiago Abascal durante una entrevista para un medio estadounidense en febrero de 2020.
La que también se ha abonado a esa estrategia es la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que enarbola un discurso cargado de mentiras y medias verdades, y en el que el ingrediente principal es el victimismo del que permanentemente hace gala, siempre señalando a los otros, a la oposición, que según ella no hace otra cosa que ponerle "la zancadilla". La dirigente del PP ha asegurado en varias ocasiones que hay una "pretendida campaña de difamación y de desprestigio personal" en su contra que está "perfectamente hilada en unos argumentos dictados desde La Moncloa".
Bayón augura futuro al 'trumpismo' aunque Trump ya no sea presidente. "Seguirá por lo apuntado antes, hay una gran parte de sus votantes que creen que su modo de vida está amenazado y que a Trump le han usurpado la presidencia mediante el fraude electoral", opina. "En España veremos intentos tibios de Vox por marcar distancia, sobre todo si se repiten escenas como las de ayer".
Señalar a los medios como enemigos
Del mismo modo que Trump, que directamente insulta a los periodistas durante sus intervenciones, la relación de Vox con los medios de comunicación se traduce en una lista de periódicos y programas de televisión que el partido de ultraderecha tiene vetados. La dirección de comunicación del partido de Abascal ha dado órdenes concretas a sus diputados en el Congreso para que no se relacionen con los periodistas de una lista de medios —que encabeza Público— con los que "no deben hablar nunca".
Casado es mucho más sutil. El líder del PP ha criticado en diversas ocasiones a los medios por el papel que juegan supuestamente a favor del Gobierno. "Si la verdad es irrelevante en el debate político, ¿quién gana? El que mejor mienta. Da igual si nos acusan de crispar. Si tienen medios, si tienen portadas y tienen BOE, pues nada. Y pasado mañana nos acusan de pirómanos y lo seremos", dijo el pasado mes de julio. "Les aseguro que el mainstream mediático ahora solo agradece que digamos a todo que sí", aseguró apenas unos días antes.
Ayuso también ha denunciado supuestas "campañas de difamación y desprestigo" contra ella desde los medios de comunicación. "La izquierda nunca me ha aceptado"; "Si Madrid se hunde, se hunde España"; "Nunca me toleraron"; "A la izquierda no le interesa la Comunidad de Madrid más que cuando gobiernan ellos", han sido varias de sus afirmaciones en la Asamblea madrileña.
Propagar teorías de la conspiración
En una reinterpretación del manual de Trump, Abascal augura que las "élites" quieren convertir a la UE y a España en una suerte de réplica de la República Popular China, similar también a la "Unión Soviética" y hasta a la "Alemania de Adolf Hitler". De hecho, llegó a afirmar que China ha convertido la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un "instrumento" de su "política expansionista" y hasta insinuó que el PP quiere ayudar a China a conseguir sus supuestos objetivos.
Por otra parte, la manifestación feminista del 8 de marzo estuvo durante meses en boca de dirigentes de PP, Vox y Ciudadanos como la mayor causa de la propagación del covid-19 en nuestro país. Numerosos expertos aseguraron que los eventos multitudinarios fueron un problema, pero no solo esta manifestación. Esa semana se celebraron cientos de actos en toda España, incluido ese mismo 8 de marzo, día en el que se celebró la multitudinaria Asamblea de Vox en Vistalegre, que se saldó con varios positivos de covid-19.
Utilizar el virus "chino" para justificar postulados xenófobos
Vox convirtió a Trump, a China y a la UE en protagonistas de sus discursos en el Congreso durante la moción de censura al Ejecutivo. Abascal señaló al país asiático como responsable de todos los males, en particular en lo que toca al "virus chino", en referencia al coronavirus. No sólo criticó que el Gobierno no haya exigido responsabilidades a China, "o bien por fabricar el virus artificialmente, o por no controlar su expansión", sino que además dibujó a este país como "la mayor amenaza para el mundo libre". Un discurso que bebe de las esencias de Trump y con el que justificar sus planteamientos conspiranoides y xenófobos.
Por su parte, en la mente de Ayuso el virus lo trajo la manifestación del 8-M y en la segunda oleada, la inmigración. La presidenta atribuyó los contagios por coronavirus en los distritos del sur de Madrid al "modo de vida que tiene nuestra inmigración". Una declaración xenófoba y sin ningún fundamento pero que coincide con lo que el día anterior afirmó el locutor ultra Federico Jiménez Losantos al señalar a los latinoamericanos por sus "costumbres poco higiénicas para la pandemia", lo que invita a suponer que, al igual que hace Trump con la cadena ultraconservadora Fox News, Ayuso también repite como un mantra los argumentos más ultras de los medios.
Bayón opina que hay "paralelismos" entre el discurso de Trump y los de los dirigentes de Vox y PP "en cuanto al tono del discurso y la deslegitimación del gobierno y del presidente al que se ha acusado de ilegítimo, pactar con golpistas, terroristas, etc. Incluso hemos visto como muchas veces por parte de Vox el intento de emular a Trump ha rozado el plagio de sus discursos".
Copiar mantras: "Queremos hacer a España grande otra vez"
El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith dijo "somos el Trump español", en una entrevista en Intereconomía. "Trump ha conectado con los problemas reales de los americanos como nosotros queremos conectar con los problemas reales de los españoles", aseguró en declaraciones a La Sexta. "Nosotros dijimos en nuestra campaña queremos hacer grande a España otra vez", señaló, admitiendo que habían copiado el eslogan del presidente de EEUU.
El propio Abascal calcó palabra por palabra un discurso de Trump este verano. "Nuestra gente no es ni de lejos tan violenta como la chusma comunista y separatista, pero si alguna vez lo fuera, sería un día terrible para ellos", dijo durante un mitin en Lugo. A continuación les dejamos las palabras pronunciadas de Trump el pasado mes de junio: "Nuestra gente no es tan violenta pero si alguna vez lo fueran, sería un día terrible para los otros".
Ayuso también se inspiró en el presidente saliente de EEUU para justificar las medidas implementadas en la región. "Todos los días hay atropellos y no por eso prohíbes los coches", dijo tras ser preguntada por la posibilidad de que el estado de alarma no lograra los apoyos necesarios para salir adelante en plena pandemia. Las exactas palabras de Trump fueron: "Los accidentes de tráfico dejan cifras de muertos mayores y no porque ocurran le decimos a la gente que no conduzca más".
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