Público
Público

Hollande estrena la presidencia francesa con una visita a Merkel

El socialista es investido en el Elíseo antes de viajar esta tarde a Berlín

PÚBLICO.ES / EFE

François Hollande ya es oficialmente el nuevo presidente de Francia. El socialista ha sido investido en una ceremonia celebrada en París en el palacio del Elíseo. Durante su primer discurso, ha prometido que abrirá 'una nueva vía en Europa', algo en o que empezará a trabajar esta misma tarde.

Cuando se impuso a Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales francesas, Hollande ya lo tenía claro. El socialista avisó de que su primer oficial iba a ser Alemania. Y no va a perder el tiempo. Apenas unas horas después de su investidura visitará a la canciller alemana, Angela Merkel, lo que será su primer acto como jefe de estado galo.

La ceremonia del traspaso de poderes de Sarkozy a Hollande ha comenzado con la llegada del presidente electo al Elíseo, donde pasó revista a la Guardia Republicana antes de que el presidente saliente le diese la bienvenida en la escalinata del Palacio. El acto, retransmitido en directo por la radio y la televisión, comenzó poco antes de las 10.00 hora local (08.00 GMT) con la entrada del nuevo presidente socialista por el patio de honor, y a diferencia de su predecesor en 2007, no contó con la presencia de familiares.

El galo anuncia hoy el nombre de su jefe de Gobierno

Sarkozy y Hollande mantuvieron una entrevista de media hora de duración en el despacho presidencial, durante la cual el primero le ha hecho entrega de los códigos secretos de activación del armamento nuclear del país, una de las principales prerrogativas y responsabilidades del jefe del Estado. Tras recibir las insignias de la Gran Cruz de la Legión de Honor en uno de los salones del Palacio, Hollande se dirigió hasta el Arco del Triunfo para la tradicional ceremonia ante la tumba del Soldado Desconocido.

El nuevo presidente revelará esta tarde el nombre de su primer ministro, que según los analistas será el hasta ahora jefe de los diputados socialistas, Jean-Marc Ayrault, tras lo cual su agenda internacional dará sus primeros pasos. En ella, además de viajar a Berlín, se desplazará el fin de semana a Estados Unidos para, tras entrevistarse con el presidente Barack Obama, participar sucesivamente en las cumbres del G8 y de la OTAN, ante la que formalizará la retirada anticipada de las tropas de Afganistán.

Merkel dice que recibirá a Hollande con los brazos abiertos 

El encuentro con Merkel supone la primera toma de contacto cara a cara para la 'reorientación de Europa' que ha prometido Hollande. Hasta ahora, el galo no había coincidido en persona con Merkel, pero los dirigentes sí que han mantenido varias conversaciones telefónicas con el fin de iniciar un acercamiento y preparar la cita de Berlín, que tantas expectativas ha levantado. 'Será una conversación para conocerse, pero pienso que a partir de ella se desarrollará una buena cooperación', dijo la propia Merkel este fin de semana.

Tras asumir la jefatura de Estado, Hollande ha declarado que 'en Europa nos esperan y nos miran. Para superar la crisis que nos afecta, Europa necesita crecimiento y solidaridad'. El nuevo mandatario galo ha dicho también que propondrá al resto de socios europeos 'un nuevo pacto' que unirá la necesaria reducción del gasto público con 'la indispensable estimulación de la economía'.

Contribuir a la paz en el mundo y movilizar todas las fuerzas del país fueron otros de los propósitos que se marcó para estos cinco años de mandato, en los que apuntó que ejercerá el poder con dignidad y ejemplaridad. El socialista insistió en que 'en un mundo tan inestable' es necesario proteger no solo los valores sino también los intereses, e hizo referencia a la necesidad de 'reciprocidad' en los intercambios comerciales de la Unión Europea con el exterior.

El portavoz de la canciller alemana ya había salido al paso para, ante las intenciones del galo, dejar claro que 'no será un encuentro para la toma de decisiones, sino para conocerse' y que la visita de Hollande es, sobre todo, una 'fuerte señal' para demostrar la firmeza de la amistad franco-alemana, con independencia de sus gobernantes.

La canciller se niega en redondo a renegociar el pacto fiscal de la UE

Merkel dice que recibirá al mandatario francés con los brazos abiertos, según sus propias palabras, pero eso sí con el pacto fiscal de la UE cerrado a cal y canto y su rechazo total a toda posible renegociación o modificación del mismo. Aunque vayan preparando el terreno, Merkel y Hollande no se pondrán realmente con las manos en la masa hasta después de las legislativas en Francia a mediados de junio, en las que el nuevo presidente francés necesita de una mayoría parlamentaria que respalde su política.

Para Merkel, un acuerdo inmediato con Hollande supondría una concesión a la oposición socialdemócrata (SPD), cuyo presidente, Sigmar Grabriel, ha advertido de que su formación solo ratificará el pacto fiscal en el Bundestag y el Bundesrat, las cámaras baja y alta alemanas, si antes se ha puesto en marcha un programa de la UE para fomentar el crecimiento y la creación de empleo. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional